jueves, 20 de octubre de 2011

Re: Ocupar el Chapare

Virginia Amelia Antezana
pisulina1@yahoo.com

Ocupar Santa Cruz, es el objetivo material y concreto de esta administración. El resto es ruido.
Para que esto sea posible habrá que manipular grupos de tierras altas de mayores de 40 años, con la promesa renovada de darles tierras, porque en las tierras altas no hay ni un m2 disponible para dotación, desde 1970 se han ido distribuyendo entre las numerosas agrupaciones de familias con nombre y apellido, las tierras (en mapa plano) entre dirigentes que se adueñaron poquito a poco de los ranchos, haciendas, fundos, pueblos abandonados u ocupados desde la revolución del 52. A tal extremo está enajenado el territorio, que los urus, por ejemplo tuvieron que comprarse (con apoyo de la pastoral social) unas pocas ha. en torno a los lagos (que ahora son charcos salinos) Poopó y UruUru. De familias aymarás que en los años 60 llegaron de La Paz para pescar con dinamita, pejerrey que distribuyeron en mercados de todas las regiones, arrinconaron a los Urus que con los tropellos huyeron a lugares mucho más inhóspitos. En estos 50 años, como me explicaron cuando fui acompañando, el año 2000 a los Uru Muratos para dotación de tierras, no queda ni un palmo para distribuir. Lo que no tenía dueño, se puso a tutela de las fuerzas armadas, pues son ellos los que con el instituto geográfico han distribuido el territorio.

Los ranchos, etc fueron adquiridos por "matrimonios" entre familias que se enfrentaron a muerte para adueñarse o despojar a los vecinos. Esto pudo funcionar hasta 1970, luego con el contrabando que surte el mercado ya internacionalmente conocido de Oruro, entorno al Fermín López. Los despojables vendieron sus tierras comunitarias de origen, a los contrabandistas.

Estos despojados migraron al Oriente. Hicieron familias y los jóvenes son ahora mas cruceños que los nativos. Sin dejar de ser -por herencia genética- tremendamente agresivos. Contra estas generaciones van a tener que enfrentarse los que deseen ocupar tierras en SCZ.

Los collas somos trabajadores, persistentes y belicosos cuando el caso llega. Cuando migramos a una tierra tibia, verdosa, donde se recoge alimento del entorno donde se puede vivir sin apuros cerca de una corriente de agua, donde cualquier pepa es luego un árbol cargado de frutas, cambiamos. Si la gente no es agresiva, y nos hacemos amigos... nos hacemos cambas.

Entonces llegan primos del valle o las alturas que vienen con la novedad de ganar "mucha plata", así los jóvenes van a ganar bien, 200 Bs día para pisar coca y ser peones o cocineras en los campamentos. El producto debe llegar a las alturas o a los valles para convertirse en mercadería valiosa. Con el tiempo, los jóvenes solo debían controlar a las máquinas, muchos quedaron sin trabajo y pasaron a ser transportadores.
Los destinatarios siempre los mismos, un grupo de protegidos del gobierno de turno, otro grupo de protegidos por los armados de cualquier gobierno.

Si los armados y los políticos no farrearan, si no se alcoholizaran el narcotráfico sería invisible. No habría bloqueos porque los transportistas estarían concentrados en entregar su carga sana y salva, los armados no serían tan torpes, brutos y descuidados en su atención a los civiles. Ahora por sus torpezas, el preso estrella del cuerpo armado de Bolivia ha cantado la Vidalita en USA, también por sus torpezas el caso Rosza ya tiene certezas sobre la planificación y puesta en escena a cargo del gobierno, por sus torpezas los casos de Caranavi, de los carros robados y enterrados, entre los items de la lista de torpezas. Hasta para ser infractor es necesario estar lúcido y ser gentil, amable siempre.

Por si acaso, para los que no se enteraron, desde la verificación de que los días de la especie humana están contados, el belicismo, las guerras, guerrillas y guerrazas ya no son parte de la cultura occidental, aunque su teatro siga en escena por la fuerza de los desubicados de siempre. Pronto, nuestros hijos verán si acaso, en museos las armas que hacen eyacular a los fans de películas de guerritas. En su lugar (del belicismo) veremos los horrores que causaron en la humanidad los hijos de la pistola y las armas nanotecnológicas. Y en cada poblado, digamos Oruro, Cochabamba los monumentos a las nobles personas que, en vez de estar vivando y alabando a caudillos tenebrosos, siguieron trabajando para su sustento sin hacer ruido.
Desde ya, las mujeres que criaron hijas e hijos para su felicidad, los que adolescentes, jóvenes y adultos compiten para construir e inventar mejores maneras de solucionar los problemas de grupos frágiles y de estimular la productividad de todo lo que no sea letal, destructivo ni torturante.

Empecemos entonces por abrazar a los héroes del Tipnis, en cada originario que encontremos y abrazarnos entre nosotros que somos originales todos. La próxima etapa será salvar al Amboró, mi amada región. Y si no nos interesa, recuperemos la maravilla de pueblo y raza, cultura y resistencia: los Urus, exterminados por los depredadores innatos, legales y legítimos de las tierras altas. Salvemos a los Urus de la exterminación. (Los que quieran).

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