martes, 19 de mayo de 2009

BOLIVIA Y EL PROCESO DE CAMBIO

Carlos Böhrt Irahola
PRESIDENTE fBDM
fubodem@yahoo.es

Una de las características que tiene el proceso político actual es haber puesto sobre la mesa de debate visiones de vida diferentes a las que se habían impulsado a lo largo de nuestra historia desde el Estado nacional. Sin embargo, un país que se dice a sí mismo plural, que toma como su fundamento lo plurinacional, que dice estar constituido por una diversidad étnica, cultural o regional, para ser consecuente con su esencia, debe respetar esa diversidad. No se puede pensar en un país de diversos, plural, bajo el dominio y la imposición de un grupo, por más circunstancialmente mayoritario que pueda ser ese sector.

El verdadero sentido de asumir y de convivir la diversidad es el respeto a las diferencias. El respeto al otro. Asumir la pluralidad, la diversidad, significa respetar a cada quien como es, sin pretender cambiarlo porque creemos que nuestros valores, nuestras visiones de país o de futuro, son mejores o superiores a las del otro; es asumir que entre nosotros existen diferencias pero que también existen elementos que nos unen, que nos hacen iguales, que nos permiten compartir un presente y aspirar a un futuro común.

En este marco, la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (fBDM), como institución que compromete sus esfuerzos en el diálogo como instrumento principal para la construcción de una sociedad más democrática, plural, equitativa y justa, no puede dejar de expresar su preocupación por la instrumentación política que algunos malos dirigentes pretenden hacer de legítimas prácticas como la justicia comunitaria, cuya inclusión en la Constitución Política del Estado constituye un logro histórico, pero que lamentablemente es utilizada para justificar la violación de los derechos fundamentales de destacadas personalidades no afines a sus posiciones. Ante estos hechos, la fBDM no puede sino condenar la salvaje flagelación sufrida por el Sr. Marcial Fabricano, que se suma a la agresión soportada por el Lic. Victor Hugo Cárdenas y otros ciudadanos.

Estas formas de acción política riñen con la democracia, contribuyen a ahondar el enfrentamiento entre los bolivianos y causan daño al pluralismo porque desprestigian esas legítimas prácticas sociales e impiden generar la necesaria complementariedad de nuestra diversidad, único camino que nos permitirá asegurar la convivencia pacífica.

La política boliviana no puede seguir transitando por los gastados caminos del enfrentamiento, la imposición de las visiones propias, la violencia y la negación del otro, del diferente. Expresamos nuestra confianza en sentido de que los gobiernos nacional y departamentales y nuestras dirigencias políticas, en todos sus niveles, sabrán entender el mandato de la ciudadanía, expresado cada vez que acude a las urnas y a través de numerosas encuestas, a favor del diálogo y la paz, y sabrán actuar en consecuencia poniendo límite y sancionando a quienes resulten culpables de estas condenables acciones.

La Paz, 13 de mayo de 2009

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