jueves, 4 de junio de 2009

Articulo

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

Hubo un tiempo en que ser cruceño-oriental y boliviano era motivo de orgullo!

La carretera La Paz – Oruro – Cochabamba - Santa Cruz fue construida bajo la urgencia de expandir la frontera agrícola y habilitar miles de hectáreas de tierra fértil para ver florecer los campos.

Abril del 52 fue la apoteosis. Los más optimistas del "proceso de cambio" de aquella época calcularon en un millón la multitud reunida entre el arereopuerto de El Alto y la Plaza Murillo bajando en hombros al caudillo de la Revolución.

El 70% de la enfervorizada multitud eran campesinos aimaras con sus pututus y fusiles humeantes todavía, después de tres dias de combate hasta derrotar en las calles al ejército de la oligarquía.

Desde luego, en ese tiempo, el Sr. Surco protagonista del cerco campesino a Santa Cruz y su Feria Internacional seguro no había nacido todavía.

Trajeron al caudillo desde Buenos Aires en un DC-3 piloteado por un joven oficial de la FAB quien doce años más tarde, bajo los auspicios del Pentágono, lo expulsó del poder.

El oficial se llamaba René Barriéntos Ortuño.

Los campesinos, especialmente los de Cochabamba, lo amaban y gobernaban el país bajo el imperio del "pacto –militar- campesino" hasta que un cable de alta tensión echó por tierra su proyecto de quedarse en el poder en calidad de dictador.

Se proclamaría como tal un primero de mayo, fecha emblemática que jalona los hechos políticos trascendentes del país.

El pueblo lloró a su caudillo durante tres dias.

Desde el Gran Cuartel de Miraflores, el Gral. Alfredo Ovando Candia, reorganizador del Ejercito de la Revolución Nacional observaba junto a sus oficiales preparándose para golpear el 26 de septiembre.

El país asimiló con sorpresa el "Mandato Revolucionario de las FFAA" y la presencia de un núcleo brillante de jóvenes intelectuales de izquierda en torno a la estrella de Marcelo Quiroga Santa Cruz.

El 17 de octubre otra multitud también enfervorizada celebró en la misma plaza la nacionalización de la Gulf Oil Company.

La "Marcha hacia el Oriente" de miles de campesinos llegados de todas partes junto a los lugareños cambas y orientales produjo el "milagro" del desarrollo socio-económico.

Fue el orgullo de Bolivia.

Actualmente, pareciera que el "proceso de cambio" tuviese como objetivo esencial destruir la base estructural - histórica de este proceso de medio siglo.

Nunca antes la comunidad hispano-mestiza – camba –colla y descendiente de Ñuflo de Chàvez, Warnes, Andrès Ibáñez, Busch y la indómita raza chiriguana, fue humillada como lo está siendo ahora.

Una estocada al corazón de la unidad nacional.

La memoria colectiva no podrá borrar jamás la imagen del Presidente Allende metralleta en mano en las puertas de La Moneda envuelta en llamas, defendiendo la democracia por la que votó el pueblo chileno mientras la radio difundía su mensaje de despedida.

"Más temprano que tarde volveràn a abrirse las grandes avenidas por donde transitará otra vez el hombre libre".

La "profesia" del gran Presidente demócrata se cumplió.


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