miércoles, 3 de junio de 2009

EFECTOS DE LA CRISIS

Carlos Hugo Laruta Bustillos
chlaruta@hotmail.com

El reciente Informe del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la crisis económica y financiera y sus efectos en el desarrollo, indica que el mundo se enfrenta a la peor recesión desde la década de los 1930, y que los países en desarrollo como Bolivia "están sufriendo un impacto grave debido a un comercio más débil, términos más estrictos de financiación en todo el mundo, y remesas menores". Añade que la pobreza y el hambre van en aumento y que se podría retroceder en los avances en la lucha contra la pobreza.

El Informe señala que la ONU diseñó una estrategia especifica para los países en desarrollo que incluye el financiamiento adicional a través de mecanismos designados conjuntamente por el Banco Mundial y el sistema de la ONU, lo que incluye el Fondo de Vulnerabilidad del Banco Mundial; el fortalecimiento de programas para alimentación a las personas con hambre y ampliar el apoyo a los agricultores; la asistencia y financiamiento para el comercio; la promoción de las inversiones en la sostenibilidad ambiental de largo plazo sensible al tema del clima; un pacto mundial sobre puestos de trabajo para fomentar el empleo; y acciones de emergencia con respecto a la estabilidad humanitaria, social y de seguridad.

Según la ONU, por efectos de la crisis, el riesgo es alto para los países en desarrollo. Señala que el financiamiento externo se agota e impacta sobre los gastos en infraestructura, que los flujos mundiales del comercio cayeron bruscamente el 2008 y han seguido cayendo en el primer trimestre de 2009, con el descenso de los precios de los productos básicos, agravando la situación económica de los países exportadores de productos primarios como el gas y minerales. También, que las remesas corren riesgos debido al mayor control de los inmigrantes, la expulsión de migrantes y la menor seguridad en el empleo para ellos, pues los países desarrollados tienen desempleo en su propia gente, y los migrantes suelen perder sus trabajos más rápidamente que otros.

Una advertencia cruda de este organismo, señala adicionalmente que uno de los principales riesgos es el de una recesión prolongada del mercado de trabajo, pues estima que por los efectos de la crisis económica internacional, por lo menos 50 millones más de personas en todo el mundo podrían quedar sin empleo y centenares de millones más podrían pasar a engrosar las filas de los trabajadores pobres, señalando con claridad que las tasas de desempleo más altas podrían durar muchos años.

Panorama obscuro el que presenta la ONU. Pero, a tono con su importante función internacional, destaca algunas medidas urgentes a tomar y que deberán ser escuchadas sobre todo por los Gobiernos, y más allá de lo que algunos dirigentes optimistas quisieran, el Informe advierte que si la recesión es prolongada y la atención insuficiente a las necesidades sociales -centralmente el empleo-, se pueden venir disturbios sociales y mayor criminalidad, lo que con seguridad afectará la gobernabilidad democrática. En resumen, la lucha contra la pobreza en los países en desarrollo, que logró algunos avances las décadas pasadas, al parecer se verá afectada por la crisis internacional. Y ya que estamos en camino de elecciones nacionales, habrá que ver cuáles de los líderes nacionales tienen la mirada clara sobre los efectos de la crisis económica internacional y la capacidad necesaria para enfrentarla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario