martes, 11 de agosto de 2009

AGUAS DEL SILALA: DE MARIANO A EVO

Pedro Portugal M.
pedro-portugal@periodicopukara.com
www.periodicopukara.com

Nuestra historia muestra casos trágicos de presidentes doblegados por la apetencia de la oligarquía chilena. Uno de ello fue Mariano Melgarejo.

En 1866 España intentó en Perú una aventura neocolonial - la «Guerra del Callao» - que tornó rápidamente en desventura para esa ex potencia colonial. Aprovechando ese incidente Chile convenció a Melgarejo firmar un tratado de defensa. En ese tratado se establecía que la zona comprendida entre los 23 y 25 grados de latitud sería de explotación conjunta. Chile correspondió a esa gentileza regalando a Melgarejo un caballo, Holofernes.

Siendo la parte que le "correspondía" a Bolivia la más pobre, este país cedió territorio a cambio de nada. Posteriormente, en 1879 se iniciaría la Guerra del Pacífico, cuyo motivo fue la ambición de Chile de controlar plenamente las riquezas de guano y de minerales que había en la zona que Melgarejo les había concedido.

¿Se repite de alguna manera esa historia? Todo parece indicar que el gobierno de Evo Morales ya firmó un acuerdo con Chile sobre el asunto de las aguas del Silala. ¿La diplomacia chilena repite su fórmula de "compartir" (antes territorios, ahora aguas) para luego adueñarse de todo? ¿Repetirá la diplomacia boliviana la desgracia de ser cómplice en esa iniquidad?

El actual convenio del Silala indica que 50 % de las aguas correspondería a Bolivia y 50 % a Chile, habiendo aceptado Bolivia el argumento chileno de que se trata de aguas de río internacional y no de manantial. (Curioso río internacional, cuyo cauce fue excavado por los chilenos, arrasando para ello incluso un cerro que se encontraba en territorio boliviano). Chile sólo pagaría si se excede en el consumo de su parte y ese pago no contempla retroactividad. Así, el gobierno perdona una deuda histórica de más 4 mil millones de dólares, aun cuando se alegue que en un plazo de cuatro años un estudio "técnico" debe establecer definitivamente la naturaleza y derechos sobre esas aguas.

Las organizaciones sociales de Bolivia se han pronunciado. Por ejemplo, en El Alto la Central Obrera Regional (COR), la Cámara del Transporte Pesado y la Federación de juntas Vecinales (FEJUVE) exigen al gobierno de Evo Morales industrializar esas aguas para que beneficie al Departamento de Potosí y a toda Bolivia y no sea materia que sirve sólo para el desarrollo del norte de Chile.

¿Será el actual gobierno del MAS receptivo al clamor nacional o pasará a la historia como otro gobierno sumiso a los intereses de la oligarquía chilena?

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