miércoles, 12 de agosto de 2009

Instinto de poder y de sobrevivencia

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

El régimen gobernante está apostando todo, con el poder que ha logrado controlar en tres años y medio de contradictorio ejercicio, para mantener lo conquistado y ampliarlo a la quinta potencia luego de su potencial triunfo electoral del 6 de diciembre próximo.

A partir de ese triunfo, el régimen pretende impulsar un cambio "epistemológico" como afirma con propiedad la doctrina marxista clásica: crear una institucionalidad "revolucionaria" que tenga la fuerza suficiente para reemplazar "el viejo orden".

La centralización absoluta del poder es la nueva meta.

Mayoría aplastante en la nueva Asamblea Plurinacional, consolidación del régimen oficicial de autonomías centralizadas en un ministerio; reconversión de municipios en autonomías originarias; trasplante demográfico para adjudicarse senaturias en Pando; posible y casi seguro padrón mixto bajo imposición camaral en el Congreso y fraude en el mundo rural comunitario en occidente.

El Proyecto hegemónico en curso es de largo aliento y está conducido por un núcleo reducido de mestizos citadinos muy eficientes en el manejo arbitrario del poder y conductores de una maquinaria de publicidad y propaganda con recursos millonarios como nunca jamás se había visto.

Frente a este pálido resúmen de perspectiva inmediata del destino democrático y de la extinguida República de Bolivia, barrida del mapa por mandato de un Decreto sin consultas, a la dispersa oposición política no le queda otra alternativa que unirse acudiendo al más elemental de los sentidos que es el sentido común y al instinto de poder y de sobrevivencia.

El Proyecto hegemónico en curso, implacable como se presenta, tiene sin embargo una debilidad estructural: pretende re-emplazar lo que el marxismo clásico denomina como la "superestructura" de la formación social boliviana, que es en realidad la institucionalidad en proceso de desmantelamiento, sin afectar a la estructura económica básica del país.

Es que fuera de alentar un proceso sin derrotero de re-estatización de la economía con costo millonario, el régimen se debate en un laberinto de impulsos ideológicos contradictorios al pretender implantar un Proyecto hegemónico mezcla de chavismo, de indigenismo transnacional y de "revolucionanarismo" de hace cuarenta años.

Hace unos días atrás, dos altos dignatarios del gobierno conocieron las instalaciones de Guabirá y se percataron de que estaban frente a una corporación productiva que es modelo y ejemplo en Bolivia y Sudamérica: trabajadores fabriles, productores cañeros, empresarios industriales y el Estado, conforman una comunidad productiva sin precedentes.

Todos forman parte constitutiva del paquete accionario de la corporación.

Guabirá representa y expresa la esencia del modelo productivo del oriente boliviano.

Es el modelo que ahora pretende ser destruido por el gobierno encaramado en el poder tras la marea eleccionaria de diciembre de 2005.

Un modelo exitoso que se resiste a perecer y lucha por su sobrevivencia.

1 comentario:

  1. Felix Peñaranda17/8/09, 7:23

    Hola memo:

    Tu an álisis como de costumbre es profundo, histórico y dialectico. En un lenguaje de pueblo te diría que estamos frente al avasallamiento del autoritarimo absoluto.

    El grupo de vividore sde la política, están aprtovehcnado al m áximo y aunque los indigenas hagan lo que les plazca, no tienen el poder y la Patria cada día se va más por el despeñadero.

    Es posible enfrentar y derrotar a Evo con argumentos? talvez, ya que por ejemplo el entreguismoa chile es indignante y su posIción indigenista hace la vista gorda con LOS MAPUCHES,pero más que argumentos n ecesitamos UNIR LA OPOSICION , porque de lo contrario como dices tendremos una mescolanza de "revoluionarismo" de hace 40 años atrás.

    La Unidad Y ELECCION DE UN SOLO CANDIDATO es de VIDA O MUERTE PARA NUESTRA AMA DA BOLIVIA.

    Leiste las elecccione preidenciales en Panamá que te adjunté el otro día?

    Saludos c ordfiales
    Félix

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