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Magdalena, una pequeña y hermosa comunidad oriental, capital de la provincia Iténez del Departamento del Beni, no necesita grandes inversiones económicas para salir adelante.
La inversión productiva ya la hizo Dios.
Es una pequeña ciudad-puerto a orillas del caudaloso Rio Itonama, afluente del Iténez o Guaporé que demarca la frontera boliviana con la de Brasil y desemboca en el gran Mamoré para luego engrosar el cauce del Madera y finalmente el inmenso Amazonas.
Magdalena es una auténtica comunidad de gentes sencillas y hospitalarias para quienes pareciera que el tiempo no transcurre y que se hubiera detenido por arte de magia un par de siglos atrás.
Rodeada de parcelas y pequeñas fincas que producen yuca, maíz, arroz, plátano, entre otros, para el consumo familiar, no necesita la presencia de supermercados intermediarios con artículos de lujo y de alto costo, casi siempre innecesarios, para una comunidad que vive exactamente en perfecta armonía con la naturaleza.
A un costado de Magdalena corre el Rio Itonama: 50 metros de ancho, aguas claras, profundas, cauce navegable casi todo el año y una biodiversidad sorprendente de aves silvestres multicolores y animales de toda especie que no se inmutan ante el paso de "humanos" en sus deslizadores y canoas impulsadas por pequeños motores.
La navegación rio-arriba se produce en el interior de un marco de belleza natural impresionante, de bosque amazónico virgen, en donde sólo se escucha "la voz de la selva" como captó alguna vez el científico mártir Don Noel Kempf Mercado.
La Bolivia amazónica cubre aproximadamente el 65,7 % del territorio nacional con bosques, ríos, lagos, lagunas y manantiales que conforman la inmensa Cuenca del Amazonas con ríos de la importancia y magnitud del Acre, el Madre de Dios, el Iténez y el Mamoré, el rio Beni, el Orthon y el Abuná.
El potencial de desarrollo de la industria turística en la Bolivia amazónica que comprende básicamente los territorios del Beni, Pando, Cochabamba, Santa Cruz y Norte de La Paz es inmenso.
El privilegio de la intensa biodiversidad; de una naturaleza exuberante y un clima casi perfecto, tendrá que ser incluido necesariamente en los planes y propuestas de todas las formaciones políticas y candidatos tanto del gobierno como de la oposición.
Magdalena, el puerto-comunidad, capital de la Provincia Iténez, en medio de la selva amazónica beniana, es un símbolo y al mismo tiempo un reto y un desafío para los bolivianos.
Costa Rica, país centroamericano que tiene un turismo internacional muy desarrollado, dinámico y económicamente rentable, ofrece como producto "estrella" el paseo de los "manglares", similar al del rio Itonama.
La diferencia está en que Costa Rica ha invertido cuantiosos recursos económicos en infraestructura hotelera y de acogida a los miles de turistas procedentes del mundo entero
Sin exageración alguna, el Puerto de Magdalena en Bolivia es mil veces superior.
¡Es que la inversión productiva ya la hizo Dios!
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