miércoles, 5 de agosto de 2009

¡A la búsqueda de una salida honrosa!

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

El Presidente Zelaya de Honduras ha perdido, hasta el momento, el objetivo esencial de su emprendimiento electoral que era el de precipitar la convocatoria a un Referéndum, convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, propiciar su propia re-elección e iniciar un proceso de cambio apoyado por una extendida base social, en sectores empobrecidos de la sociedad.

La asonada militar del 26 de junio fue una medida torpe, ordenada por las instancias judiciales de la institucionalidad del poder constituido y expresada en el Congreso de la República cuyo presidente asumió de inmediato la jefatura del estado.

Observado desde fuera, el operativo del 26 de junio en Honduras tuvo todas las características de una puesta en escena del golpe de estado militar tradicional y por eso, provocó de inmediato la censura y el rechazo unánime de la comunidad internacional y de sus organismos más representativos como la OEA y las Naciones Unidas.

Se trataba de defender un principio elemental de los valores democráticos.

Jamás en los años de vigencia de regímenes y gobiernos que emergieron del voto ciudadano se había producido una reacción mundial unánime de repudio a un supuesto golpe de estado militar y al también supuesto retorno a épocas pasadas de dictaduras oprobiosas.

Las negociaciones, basadas en la propuesta del Presidente Arias de Costa Rica, están estancadas y no se avizora una salida inmediata a la profunda crisis política que vive la hermana república centroamericana.

Tal vez la presión combinada de la nueva diplomacia estadounidense sumada la de la Unión Europea y de los organismos internacionales, imponga a Micheletty y a la institucionalidad de Honduras la restitución perentoria y controlada del Presidente Zelaya para presidir el proceso electoral de noviembre y desaparecer de escena hasta una nueva oportunidad.

En todo caso, el pretendido proceso de cambio en Honduras bajo la presión de los movimientos sociales y la convocatoria a referéndum, asamblea constituyente y reelección presidencial, se ha desmoronado casi por completo.

Ahora corresponde buscar una salida honrosa tanto para el Presidente Zelaya, que recorre el mundo en busca de apoyo, como para la propia comunidad internacional que se ha jugado entera por la restitución presidencial y el retorno al orden democrático constitucional.

Cualquiera que sea el desenlace final de esta especie de "trampa" en la que cayó la comunidad democrática internacional, será sin duda un duro golpe y derrota política contundente del "chavismo" marcando un punto de inflexión en el proceso de expansión del socialismo del Siglo 21 y la instalación de regimenes autoritarios bajo una formalidad democrática tramposa.

El manual chavista que se quiso aplicar en Honduras no dio resultados.

Lo que no se sabe todavía es el desenlace final.

En todo caso, los bolivianos en donde el "manual chavista" está en plena ejecución, lo sabremos el próximo 6 de diciembre.

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