roberto_mova@yahoo.es
René Zavaleta afirmaba que "el caudillo se presenta, como la forma de organizarse de las masas atrasadas, pero también como un modo de concentrar el poder, y ante la confianza depositada en la persona, para universalizar el poder". Frase impecable que se refería a la figura del Dr. Víctor Paz y al proceso de la revolución nacional en la década de los 50 y, por que no, hoy válida para señalar el extraordinario apoyo político a Evo Morales y al actual proceso. Desde la elección del 2002 que las masas, con un respaldo activo de las organizaciones sociales, vienen depositando su confianza en Evo Morales y por ende, acrecentando su poder personal, el de su entorno y su gobierno. El sin lugar a dudas, ha devuelto y ampliado ese respaldo con un discurso pleno de simbolismos relacionados a reivindicaciones y empoderamientos, a confrontaciones maniqueístas y a posiciones de igualitarismo. No es el IPSP o el MAS, los que han logrado este éxito electoral, es fundamentalmente el asombroso liderazgo (por la magnitud) del caudillo.
Refiriéndonos a la frase de Zavaleta, universalizar el poder no significa, necesariamente, democratizarlo; la expectativa de "mano dura" para gobernar el país llega, potencialmente, de esta concentración del poder. Cuanto y como del discurso se efectivizará, ya no dependerá de la oposición, solo del cálculo y la voluntad política del gobierno; no tendrá trabas el armado de la estructura legal que respalde y dé contenido a la constitución... el proceso constituyente es un camino sin obstáculos y probablemente sin dialogo.
Era común escuchar de los analistas que el país estaba dividido electoralmente, más o menos, en tres estamentos; uno con respaldo fervoroso a Evo y otro con actitud de respaldo hacia todo lo que no sea Evo. El último tercio con observaciones al MAS pero sin intención de volver al pasado, favorable al cambio y con la expectativa que algo nuevo aparezca; como esto último no sucedió, le dieron a Evo el respaldo para la continuación del proceso. Aunque por los resultados de los referéndum revocatorio, del referéndum de aprobación de la constitución y de la votación del domingo pasado, el respaldo al MAS está coherentemente por encima del 60%. La visión de país del gobierno ha demostrado estar respaldada preponderantemente por el occidente boliviano, cerca al 80% en La Paz, Oruro y Potosí, y por Cochabamba cerca al 70%; con todo lo que ello representa como la clave para entender tan significativo proceso político y su consistente respaldo electoral. Evo va convirtiéndose, sin lugar a dudas, en el referente de este siglo.
La oposición, la radical relativamente exitosa con PPB Convergencia, comprendió que la polarización era el método político para fortalecerse; sin entender o quizá si, que al mismo tiempo fortalecía al MAS. La opción opositora de la vuelta al pasado, la preeminencia exclusiva de los "culitos blancos" y de la media luna; ya tuvieron en PODEMOS su experimento político, con similar resultado del PPB Convergencia. Su suerte ya es conocida por el derrotero de PODEMOS.
La otra oposición, la que pretende construir el centro político, ha sobrevivido a la polarización. Muy debilitados y con bajo respaldo electoral, Samuel Doria Medina con la UN y René Joaquino con AS, representan la tenacidad respaldada por el carácter de sus líderes, sus organizaciones incipientes, sus programas coherentes y el discurso de la necesaria unidad del país. Dependerá del devenir político y de gestión del MAS, y de la comprensión del radicalismo opositor sobre la futilidad de su esfuerzo nostálgico, para que el centro político tenga una oportunidad más delante.
Abril es el siguiente escenario de la lucha electoral; el 4 de Enero las organizaciones políticas deben presentar candidatos para prefectos y legisladores departamentales a las 9 prefecturas; y para alcaldes y concejales en los 332 municipios. El caudillo estará presente con todo el poder y las lecciones son cartas abiertas sobre la mesa; dependerá de los políticos de oposición el generar un escenario distinto, a la probable y contundente victoria del MAS en prefecturas y municipios hasta hoy impensables.
Excelente artículo, qurido Roberto. Y ahora, ¿qué hacer?.
ResponderEliminar