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Los procesos políticos tienen sus propias leyes, que se cumplen ineluctables. Una de ellas es la ley del desgaste. El ejercicio del poder desgasta y cuando más poder se tiene, menor el tiempo, y mayores las contradicciones que se generan entre ese poder y la sociedad.
Y ya estamos viendo cómo esa ley se hace presente en el reelegido gobierno de Evo Morales. Muy pronto, dirán algunos, para afirmar esto. Bueno veamos sus señales. La oferta efectuada por Evo Morales, apuesta por medio, a la señora Romero (que le gusta hacerse llama Anamar) de que le aceptaría ser Senadora paceña y luego el compromiso de hacerla Presidente del Senado, ya tiene resistencias internas. Las candidaturas para Gobernadores y Alcaldes decididas a dedo por el Jefazo ya tienen respuestas que muestran los dientes y las espaldas. Las dietas que se pagaran a titulares y suplentes, por los "días trabajados" en la Asamblea Legislativa ya tienen descontentos.
El ejercicio del Poder tiene estos efectos. Y cada resistencia se convierte en problema, cada problema es causa de disidencias y cada disidencia ocasiona el debilitamiento de su estructura de Poder. En el Senado si la señora Romero es elegida Presidente de esa instancia legislativa su oposición será interna, y los candidatos no elegidos se encargaran de destrozarla.
En los departamentos, esos Gobernadores y Alcaldes designados a dedo se deberán enfrentar a quienes se consideraron alternativa natural del MAS por su trabajo de militantes activistas en los pasados cuatro años y ellos horadaran la estructura interna de esas gestiones.
En la Asamblea Legislativa levantar la mano tendrá un precio en dinero y otro en especie. La oposición en este contexto no cuenta para nada y las limitaciones iniciales que se están poniendo en el monto de las dietas y pasajes y estadía, tiene el objetivo de eliminar, por propia decisión, a los asambleístas de la oposición, que para movilizarse tendrán que gastar recursos extraordinarios. Luego se irán flexibilizando los pagos por esto y lo otro.
Pero en conjunto las resistencias que ya afloran se convertirán en oposición y de alguna manera el Gobierno deberá contrarrestarla, creando con ello, nueva o mayor oposición.
El primero anillo que rodea al Presidente son las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba. De ellos depende el sostén y amplitud de su liderazgo, luego están las comunidades indígenas esparcidas en el altiplano que actúan como correa de transmisión con los sectores populares radicados en las ciudades de La Paz y El Alto y todos ellos esperan que sus intereses sean los privilegiados. Uno de los factores importantes que le ayudó al MAS para controlar y favorecerle con el voto fue sin duda el MSM de Juan del Granado, mas de cuarenta mil gremiales en las calles de La PAZ dan cuenta de ello, factor que ahora se ha quebrado por la decisión del MAS de tomar la Alcaldía paceña por sí mismos, con lo cual se abre otro frente al Poder total.
Estos son los sectores sociales que operaran sobre el Gobierno y las respuestas que esperan, no son de contenido político, como las persecuciones judicializadas, que si bien le solazan no les mejora su calidad de vida. Esperan que el Estado benefactor les de satisfacción a sus necesidades.
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