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Conceptualmente se entiende por revolución: cambio estructural; modificar la superestructura (política-jurídica-ideológica), como la estructura (económico-social) en su integridad, brindando a la sociedad mejores condiciones de vida.
El gobierno de Evo Morales forma un vivo ejemplo del bonapartismo, que surgió en nuestro país como consecuencia de la crisis política y económica.
Es evidente que este régimen por su génesis ideológico no condujo a la emancipación de quienes lo apoyan, sino todo lo contrario, a una despiadada explotación mediante la profundización de un capitalismo salvaje y despótico, (capitalismo Andino); al margen de que lleguen al extremo de autocalificarse como "socialistas".
Representa una opción política que por sus limitaciones ideológicas es incapaz de atacar estructuralmente la pobreza y explotación, pero si es capaz de desarrollar programas populistas a fin consolidar: la glorificación y santificación de su líder, con limosnas sociales que el régimen ha institucionalizado y que no son más que medidas ineficaces, electoreras y oportunistas destinadas a seguir cautivando la esperanza de los más necesitados.
Vivimos bajo una dictadura neoliberal. Que violenta sistemáticamente los derechos ciudadanos al vulnerar la libertad de expresión, al imponer un terrorismo de estado y transgredir derechos y conquista sociales.
Tanto Marx como Engels calificaron a estos remedos de gobierno como "vulgares estafadores de la voluntad y la esperanza popular". Es evidente que el MAS está lejos de poder representar las verdaderas alternativas de construcción de una sociedad más justa. Evo Morales, ha condenado a los más necesitados a una mayor pobreza con sus esquemas neoliberales.
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