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Una reciente nota de Punnyscat08 sobre "El candidato del MSM" toca un aspecto importante, al cuestionar el "principio" – aparentemente vigente en el mundo político opositor – de que "sólo un indio puede derrotar a otro indio", entendida esa formulación como receta según la cual para derrocar a Evo Morales (o por lo menos para políticamente incomodarlo) la oposición requiere indefectiblemente promocionar otra personalidad indígena.
Para el autor de esa nota ello sería un error, demostrado con la primera "metedura de pata" de la oposición al haber inicialmente promocionado a Víctor Hugo Cárdenas como posible candidato a Presidente en las anteriores elecciones y confirmado con la segunda "metedura de pata" del MSM al presentar a Simón Yampara como candidato a Gobernador por La Paz en las próximas elecciones del mes de abril. El autor finaliza exhortando a la oposición que termine con sus complejos, se olvide de los indios y asuma, para destronar a Evo, su naturaleza de representantes de un país mestizo.
En realidad el "principio" de moda "sólo un indio puede derrotar a otro indio", es adaptación contemporánea de una vieja práctica colonial boliviana. Es decir, desde la Colonia todo conflicto serio por el poder se ha resuelto utilizando al indio. Para eliminar al adversario el colonialista utiliza al colonizado y cuando las pandillas contrapuestas tienen cada una a sus indios, el enfrentamiento es verdaderamente de indios contra indios, pero no para que estos asuman el poder, sino para entronizar un nuevo pandillero jefe y perennizar así su casta gobernante. Francisco Pizarro contra Almagro; La Gasca contra Gonzalo Pizarro; Pando contra Alonso; MNR contra FSB y MNR contra otros MNRristas…, son ilustraciones de una constante que actualmente se expresa en el debate de qué indio contra el indio Evo Morales.
Para entrar en la consideración de las propuestas de Punnyscat08 previamente es necesario dilucidar qué papel ocupa Evo Morales y su gobierno en este esquema colonial. ¿Es el MAS culminación liberadora del excluido o sólo una faceta de la histórica pugna de dos tendencias del mundo colonizador? La utilización de mecanismos de coerción de las organizaciones populares, especialmente campesinas e indígenas, para anular su identidad contestataria; la implementación de políticas paternalistas y asistencialistas para controlar la personalidad social popular; la deformación de la cultura originaria en manifestaciones exóticas y carnavalescas, para justificar la ilusión de un gobierno indígena; la persistencia y la importancia en el aparato de poder de miembros de la vieja casta gobernante, etc., son algunos de los elementos que nos permiten afirmar que el actual gobierno es simple continuación del esquema colonial, esquema que es sano y necesario finiquitarlo. En consecuencia, todo nos conduce a pensar que una fracción del mundo colonizador ha logrado el poder gracias al rostro indio de su presidente, rostro que le permite gobernar tranquilamente, que le garantice simpatía internacional y que le permite desbaratar hábilmente los intentos desestabilizadores de la oposición.
De ahí que la actual política de "indio contra indio" pueda comprender sólo una de dos intencionalidades políticas. Puede ser el intento de las fuerzas (clara y descaradamente colonialistas) que fueron desplazadas del poder por otra (sombría y solapadamente colonialista), en un intento de recuperar sus privilegios perdidos, mediante indios intermediarios en ese propósito. En ese caso es claro que fracasaron con Víctor Hugo Cárdenas y fracasarán con Simón Yampara, pues los lapsos han cambiado y estamos en tiempos de descolonización.
Puede ser también el inicio de un trabajo político nuevo, en el que el mundo indígena se proyecta con personalidad propia en un proceso político contemporáneo, es decir admitiendo la existencia de otros conglomerados, identidades e intereses en el heterogéneo contexto descolonizador. Si este es el caso, se comprenden las contrariedades existentes, tanto en el caso de Cárdenas como en el de Yampara. La persistencia de los reflejos colonizadores puede estorbar los inicios de este camino. Ya lo hemos visto en el caso de Víctor Hugo, cuando la necesidad de satisfacer a sus aliados le impuso un discurso que lo alejó más y más de su base natural, único fundamento que le puede dar legitimidad y comunicarle fuerza transformadora. En el caso de Simón, es explicable que por la naturaleza de su trabajo teórico puedan rondarlo quienes entienden el problema colonial sólo en términos cabalísticos y exóticos. En la medida que sea una sensibilidad que no lo aleje de la percepción de lo real, queda en lo simplemente anecdótico, de lo contrario Simón tiene la experiencia de Cárdenas para reflexionar.
Es pues posible que vivamos tiempos finales del "indio contra indio" y que estemos en los preludios del "indio con el indio y con los no indios". En este transcurso las experiencias de Víctor Hugo Cárdenas y de Simón Yampara son valiosas e importantes. Lo que hagan seguirá siendo referencia, contestada o admitida, pero importante para quienes realmente se comprometan y culminen lo que es inevitable: una verdadera e innovadora descolonización.
Desde el principio existe un error en el pensamiento "racial", que en el futuro puede devidir el país. Evo Morales no es derrocable por un otro "indio", sino por un hombre capaz que presenta un programa político, social y económico, que los habitantes de este país pueden asumir. La democracia y la democratización de la economía, como la coordinación de la economía con la ecologia, este es la cuestión del futuro.
ResponderEliminarEsperamos que con la creación de un acceso de todos los niños a una educación el socialismo va terminar pronto, integrandose a una política social y democrática (no socialdemocrata), un sistema solidaria en donde la integración de los excluidos es el principio de un cambio.