jueves, 25 de marzo de 2010

articulo FFAA

Jose Luis Gandarillas Tejada
gandacho_pbv@hotmail.com
http://conavol.org/orgvoluntarias.aspx

Aún recuerdo los interminables días de instrucción, donde aprendimos lo más importante que pueden enseñar a una persona como ciudadano, que más allá de la disciplina, camaradería e instrucción militar a plenitud, fue el civismo, amor y entrega a la patria.

Recuerdo como se nos inflaba el pecho de orgullo al ver como se erguía nuestra tricolor delante de todos en el cielo, nuestra rojo, amarillo y verde, aquella a la que todos juramos defender con nuestras vidas, poner nuestros pechos como muralla, defendiéndola hasta el último aliento de vida que nos pueda quedar.

Pero ahora, al ver las infames imágenes de todo acto/desfile militar por el día del mar, han pisoteado el emblema del valor y gloria de todos los bolivianos que entregaron su vida por defender nuestra bandera, la han suplantado y no es solamente el mero cambio del símbolo propio por un simbolismo apropiado (o cuantos colores conocían las culturas aymara y quechua, sino eran más que el negro, café/marrón y rojo; y ¿utilizaban cuadros en sus tejidos también?), han "echado al tacho" todo lo que alguna vez fueron, o al menos nos lo hicieron creer que lo eran, ¿dónde quedó nuestra arenga que tanto nos hacia persistir en nuestros ideales de una patria mejor de forma constante?.

Los únicos colores distintos a los patrios, que estaban presentes, eran los colores que distinguían las distintas armas del ejército de Bolivia (rojo – infantería, azul – ingeniería, verde – caballería, negro – artillería, bordo – comunicaciones)

Que algún Cóndor – Satinador de Sanandita (tercera escuela del mundo en su clase) me pueda contestar si es lo mismo "La Patria tiene que vivir, así tengamos que morir" que "Patria o muerte venceremos".

Y discúlpenme si me refiero, sobre todo, al Ejército respecto a las demás fuerzas, pero es que a él pertenecí, cuando no nos subyugábamos a nadie ni a nada, ya que sólo existía Dios, Patria y Hogar.

Por último, deberían cambiar (también) el nombre de la Promoción 1997 del Colegio Militar de Ejército "Héroes de Ñancahuazú", o a la Escuela de Rescate de Selva* (dependiente del Ejército) del mismo nombre, si no lo habrán hecho ya. Qué vergüenza.

José Luis Gandarillas Tejada
Soldado Pre-Militar tipo A
1º escalón
Categoría 2001
RI-20 Padilla
Ejército de Bolivia

PD.- mis saludos y respetos a nuestros veteranos, Héroes de Ñancahuazú.

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