lunes, 25 de octubre de 2010

POLITICAMENTE HONESTOS

Pepe Pastén Burgoa
pastenburgoa@hotmail.com

A estas alturas una persona en dominio pleno de sus facultades, claramente puede darse cuenta cuál es el dedo índice y cuál el meñique. Qué es machismo y qué es feminismo, ventajas y desventajas de la democracia, gobierno democrático, gobierno totalitario. Y como la democracia en teoría permite la libre expresión, los medios masivos de comunicación en los últimos 50 años han experimentado cambios y procesos evolutivos e involutivos.

Pensar en un Estado donde los medios de comunicación son propiedad tutelar del gobierno sería como imaginarnos que en la historia de la santa iglesia católica nunca existió un sacerdote pedófilo. Imaginarnos que la historia de los medios de comunicación en Bolivia ha mantenido siempre un pico estándar de calidad basado en sus pilares de informar, orientar y entretener es como pensar que en el actual gobierno la corrupción es "0".

Lo que está sucediendo es una prueba clara que todo "cambio" implica reacciones estructurales de fondo. El sistema se colapsa al tratar de asimilar nuevos conceptos en base a vivencias y percepciones que hasta hace 15 años eran simplemente "cosa de indios" (término usado por aquellas familias de terratenientes intocables y de sangre azul). Una nueva casta donde imperan los apellidos Quiste, Patana, Chambi, Chipana, Paco, Ayma se constituye hoy en la avanzada de los vientos de cambio.

El ropaje (entiéndase la vestimenta) se va quedando chico y los medios de comunicación deben adecuarse a los nuevos tiempos ya que de lo contrario se quedaran en "pantalones y camisas de manga corta". A esos ejércitos reducidos de ciudadanos enamorados del micrófono, la grabadora, el cuadernillo de notas, la cámara fotográfica, la filmadora, la eterna maquina de escribir "Olimpya", paladines de la información, sacrificados y mal pagados salarialmente ahora también les corresponde someterse a la metamorfosis.

Sin dejar de lado la profunda vocación periodística, la formación académica, empírica o autodidacta, los periplos de cambiar innumerables veces de radio, de canal, de periódico, los maltratos laborales de algunos medios cuyos propietarios tienen orejas más grandes que los borregos y que de comunicación entienden solo cuando se "abaratan costos en la planilla de pago". Esa casta de titanes de la comunicación debe entender que si bien las nuevas normas obedecen a una visión gubernamental atípica, el alcance de muchas de ellas ayudara para generar una reingeniería y eugenesia.

El derecho a la libre expresión no debe confundirse con los excesos, lapsus lingüi, lapsus calami, malcriadezas, imposturas y epítetos groseros y subidos de tono. Lamentablemente algunos miembros de este aguerrido gremio cayeron en ese formato y su castillo de naipes se va desmoronando. Valientes, frontales, decididos, temerarios, intrépidos, arriesgando muchas veces su integridad corporal y la de sus seres queridos, gritaron la verdad histórica, muchas veces la "verdad verdadera" e hicieron de su forma de vida periodística un permanente campo de batalla.

La coyuntura que viene atravesando la prensa boliviana amerita muchas reflexiones que no necesariamente significan CLAUDICAR. Sin prensa nunca hubiéramos sabido que a algún mandatario de Estado, en su onomástico, le regalaban adornos en forma de elefante de mármol. La ciudadanía nunca se habría enterado de esa expresión "jodidos estamos todos" cuando un narcotraficante y un jerarca de Estado trataban de solucionar un problema que los llevaría a la Cárcel de San Pedro.

La prensa posibilitó hacer pública la noticia reciente en Santa Cruz donde un policía del Organismo Operativo de Tránsito encontró un maletín lleno de dinero y a una persona sospechosa que le ofreció un soborno y este uniformado (al parecer de otro planeta) se mantuvo firme en actitud honesta. La prensa nacional es hacedora de muchos milagros, entre ellos la recaudación de fondos en un solo día apoyando a las damas de DAVOSAN.

Sin la prensa no conoceríamos las muertes sospechosas de personas aprehendidas y muertas por "palizas sospechosas" en instalaciones policiales. Tampoco llegaríamos a enterarnos que un policía de participación activa en el operativo del caso Roszcha en la actualidad esta cursando una especialidad con beca en Venezuela merced a sus "servicios Prestados".

Que todos estos vaivenes y sinsabores y de concentración de poderes en un solo ámbito les sirva para fortalecer más al gremio de la prensa nacional. Que las actividades de capacitación sean permanentes y asertivas donde los egresados o advenedizos que juegan al "reportero" aprendan a diferenciar "robo" y "hurto", "libertad provisional" y "libertad condicional", "imputado" e "emputado". Que no exista mora en los aportes de los miembros de los sindicatos de prensa y que a cualquier amenaza de despido, un inspector del trabajo asista en forma inmediata al "posible trabajador de futuro inciero".

LARGA VIDA A LA LIBERTAD DE EXPRESION Y A SUS ACTORES CENTRALES

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