miércoles, 29 de junio de 2011

Repartiendo Pipoca

Carlos Meleán
cmelean@msn.com

Debe ser el tiempo que llevo acá que olvidé el castellano, porque no puedo entender el idioma con el que "mi" gobierno, lo quiera yo o no, trata de comunicarse conmigo cada día. Y es así que diariamente veo un error tras otro, camuflados como actos heróicos que han de salvar a la patria. Pero estos actos no bajan el grado de la pobreza en nuestra sociedad, por estos actos nuestros niños trabajadores no dejan sus trabajos y vuelven a ser niños, o los hambrientos se van a dormir con el intestino lleno. Pero esa es la función del populismo, esperar algo como que un minero boliviano quedé atrapado en una mina "de los malos", o que nuestros soldados manejen "autos en estado no definido" y sean atrapados, para salir con méritos, serpentina y mixtura y explicarnos lo geniales que son.

¿Pero hasta cuándo? ¿Hasta cuándo han de seguir creyendo que el (su) pueblo es imbécil? ¿Hasta cuándo nos han de seguir tratando como tales? Cuando llega la navidad van muchos a comprase un arbolito, sin pensar en lo que están haciendo a la ecología, y lo decoran, para saludar la venida del Papa Noel, y en realidad la Navidad nada tiene que ver con este personaje, y en nuestra realidad pasa algo raro que "tribunales internacionales" deben definir si ... ¿si qué...? Y agarran, como en este caso, a nuestros solados y los (con)decoran como si fueran arbolitos y estuvieramos esperando la llegada del nuevo Papa Noel multi-pluri-étnico-nacional-super boliviano... mientras la realidad es otra, es muy diferente.

Condecorar y decorar tienen diferentes sentidos y normalmente uno debería darse cuenta, cuándo está haciendo qué... pero en nuestro caso empiezan a redefinir las palabras, las ideas, las convenciones, los contextos y creen que al repartir pipocas cuando el pueblo tiene hambre, han descubierto algo, han cambiado algo, pero simplemente demuestran nuevamente, que no tienen soluciones para nuestros problemas y lo peor del caso es de que demuestran que no saben gobernar, por lo que uno se pregunta ¿si no saben gobernar qué diablos hacen en el gobierno? Y esto de no saber gobernar no es algo que valga solamente para este gobierno. Nosotros como pueblo nos dimos el lujo de tener todo tipo de gobiernos, uno peor que el otro, y esa responsabilidad no la podemos negar y tenemos que aceptar que ahora nos dieron la sopa que pedimos...

Y esta sopa se llama por ejemplo " Denuncian 3 linchamientos en Ulla Ulla" La Razon 26.06.2011 y ¿quién va a condecorar a quien? ¿Quiénes son ahora las víctimas y quiénes los delincuentes, los asesinos? ¿Cuál es la justicia? ¿Quién la define? ¿Quién tiene el derecho a ser juez y definir el cadalzo a ser usado? ¿Y dónde se quedan nuestra autoridades? ¿Tenemos autoridades? ¿Por qué se ocultan en casos como estos? Quizás encuentren nuestros linchados paz si se unen y van a bloquear , a dinamitar algún camino, quizás así alguien los escuche, pero no para que vayan y repartan pipocas ni cuenten las mierdas que cuentan del nuevo estado justo, ombligo del universo.

El primer derecho-natural-universal que tenemos, es el derecho a vivir. Y esta es una verdad innegable y cuando un gobierno no puede velar por nuestras vidas, porque la justicia constitucional, está por debajo de la llamada comunitaria, entonces estos individuos se hacen también cómplices de tales hechos barbáricos y la responsabilidad política la tienen solamente ellos.

¿Y ahora podremos hablar si los chilenos son malos, o decir que los capitalistas son los culpables de nuestra ignorancia? ¿O deberíamos llamar a tribunales internacionales para que expliquen al triunvirato Morales-Linera-Choquehuanca qué es lo que pasa en nuestra patria? ¿Pero qué idioma irémos a utilizar si las definiciones básicas las andamos pisoteando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario