Marcelo Miranda
marce_miloa@yahoo.com
Se dice que un Estado Laico es aquel que se mantiene INDEPENDIENTE de cualquier confesión u organización religiosa, por ende NINGUNA autoridad política puede adherirse PUBLICAMENTE a ninguna religión y mucho menos que esta influya de una u otra manera en la toma de decisiones dentro del aparato estatal.
La nueva C.P.E de Bolivia sostiene en su Art. 4 "que el Estado es independiente de la religión", por más que en un principio haya existido algún tipo de susceptibilidades por parte de algunas autoridades eclesiales el gran conjunto de la sociedad boliviana entendió que la transición a un Estado Laico era algo oportuno y necesario ya que las creencias y la FE de las personas no pueden ni deben sujetarse a una gradación de calidad u oficialidad debido a que estas se refieren únicamente al aspecto intimo – personal de cada sujeto.
Lo Curioso de todo esto es que a partir de la promulgación de la Nueva Constitución Política del Estado se han venido sucediendo varios actos públicos en los que sin temor a equivocarme se ha incorporado sutilmente una especie de "nueva religión oficial" con Evo Morales como sacerdote supremo, sino como se entendería la entronización del actual presidente en el Templo de Kalasasaya (Tiwanaku) nombrándolo "Líder Espiritual" de Bolivia, o los famosos matrimonios masivos donde fungió como "padrino" de bodas de mas de 300 parejas y ni que decir de las múltiples ceremonias pseudo indígenas en las que Morales participa por todo el país.
No creo que se ponga en duda el reconocimiento que merece las distintas costumbres y creencias ancestrales que conforman la cosmovisión andina ya que estas encierran un sin numero de riquezas culturales que en definitiva toda Latinoamérica debería valorar, lo que si pone en tela de juicio es la implementación de simbologías y ritos con Evo Morales como figura máxima o sumo sacerdote, inclusive pareciera que el presidente se vea a si mismo como una figura mesiánica liberadora que viene a salvar no solo al pueblo boliviano sino al mundo entero de las funestas garras del capitalismo.
Cuando una persona reclama para si no solo el poder político sino también el poder religioso – espiritual se cae en el peligro de que se este en puertas de un régimen extremadamente totalitario, lastimosamente puede más el aparato de propaganda estatal que el sentido común ya que vivimos en una especie de romanticismo quinceañero con el famoso proceso de cambio, lo cual esta impidiendo ver con claridad las tristes señales de que nos estamos encaminando a un totalitarismo altamente peligroso.
Definitivamente el mundo entero se ve en figurillas por la crisis del mundo capitalista, de eso no queda duda y que poner el dinero o el capital por encima del ser humano y del planeta tierra también es criminal, pero dejarnos llevar por falsos mesianismos es también un error, todo aquel que piense en ABSOLUTOS y que no existe camino alguno si no es el señalado por el LIDER en cuestión tiene una venda en los ojos la cual no deja ver la realidad con claridad y sana critica.
Vivimos en un Estado Laico pero con religión oficial, una especie de incanato donde el presidente Morales ejerce de jefe máximo, el cual solo oye lo que quiere oír y excluye a los que no lo siguen ciegamente como corderos al matadero.
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