jueves, 27 de junio de 2013

LA CULTURA DEL PEREJIL

José Pastén Burgoa
pastenburgoa@hotmail.com

El amable lector relacionará el término "perejil" con aquella persona que sin ser inteligente es astuta y saca provecho de una determinada situación. En términos populares o grotescos, es el "vivillo", el "pendejo" que siempre sale bien parado pero con un valor agregado: Beneficio. Hay perejiles en diferentes formas, tamaños y contextos. Los hay encubiertos, doble discurso, identificados como salvadores de la patria, victimas de la política, perejiles que tratan de explicar lo inexplicable aunque causen risas y críticas por sus aviesas alocuciones.

La dramática realidad parece indicar que para triunfar en la vida la persona debe ser "perejil", de lo contrario, con los consabidos principios y valores las telarañas crecerán y el cuerpo sufrirá el embate del consumismo. En el diario vivir y trayendo a colación una noticia fresca y reciente, algún perejil, por ejemplo, sustrajo dineros provenientes de una incautación y nada menos que en poder de la menguada Fiscalía o Ministerio Público. Lo cierto es que el dinero desapareció y punto. ¡Una verdadera perejileada!

Otros, seguramente hicieron de un momento de diversión rociado con licor y samaritanas del amor una circunstancia que derivó con un cadáver femenino y nada menos que en repartición militar. ¡Que perejiles! En la fauna política, la consigna es SER PEREJIL de lo contrario es tratar de sobrevivir peleando unos con espadas de plástico y los otros con misiles tierra aire. Cuestión de perejiles, sin duda. Muchos diputados y senadores antes de ejercer este noble cargo, tomaron una decisión de verdaderos "perejiles" postulándose a un escaño y…les resultó, aunque se hayan convertido en simples levanta manos o lacayos de su superior indigenista o empresario financiador.

La moda o tendencia de los perejiles lo ha invadido todo, desde el chofer de taxi que tratando de ejercer la condición de perejil cobra la tarifa que le da la gana. Un robo a plena luz del día y sin antifaz. ¡Súper Perejiles! Hasta la vendedora de comercio informal a momento de ponerle precio a un Flash Memory o el adolescente que lustra calzados que ha visto a su cliente con corbata, todos ellos cobran más de lo que se debe. Puros perejiles.

Los "perejiles" eternos y permanentes adquieren experticia o maestría cuando por el transcurso del tiempo se han afianzado a un árbol robusto pero en decadencia. ¡Estrategia de Perejiles! Van por apoyar a su líder nonagenario que difícilmente controla sus extremidades superiores y apetencias carnales de este mundo pecaminoso (¿?). Esto es frecuente en el oriente boliviano y las y los perejiles de estos feudos saltan a la altura que su jefe les ordena. ¡Funcionales Perejiles!

¡Vamos, avívate!, ¡Despertá!, ¡Ponte las pilas!, ¡Pensá en grande! parecen ser los alicientes y exclamaciones motivadoras para que el o la Perejil actúe como corresponde mientras los otros, aquellos limitados, timoratos, idealistas siguen pensando que ganarse la vida honesta y honradamente en un faena diaria mientras amistades, familiares y conocidos están nadando en el éxito material todo por haber sido Perejiles. Finalmente, en el ejercicio de la filosofía del siglo XXI, aunque muchos censuren o denosten a los libre pensadores, esto demuestra que estamos viviendo una Cultura de Perejiles.

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