miércoles, 25 de septiembre de 2013

EVO EN LAS NACIONES UNIDAS

Julio G. Alvarado Aguilar
julgas@gmx.net

Varias razones hacen que la visita del Presidente Evo Morales a la Asamblea General de las Naciones Unidas no sea de las más auspiciosas, entre ellas podemos señalar:

• La compañía del cuestionado embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, Sacha LLorenti, por ser el presunto autor intelectual de la violación de los derechos humanos de niños y mujeres indígenas del TIPNIS, sin que hasta la fecha se haya determinado responsabilidades.

• La detención de la máxima autoridad anticorrupción de la Policía Boliviana en los Estados Unidos, por presunta extorsión a un empresario boliviano.

• La matanza de más de 30 detenidos en una cárcel boliviana, sin que hasta la fecha haya una renuncia de las autoridades responsables del sistema penitenciario.

• La forzosa salida de un senador boliviano en un automóvil de la Embajada brasileña para recibir asilo político en el Brasil, como si hubiese salido de un guión de Hollywood.

• La noticia sobre la requisa y detención de aeronaves oficiales brasileñas en tres oportunidades en territorio boliviano, justo cuando la maquinaria de propaganda del Gobierno del Presidente estaba en plena campaña victimizando a Evo Morales por la prohibición de vuelo del avión presidencial por el espacio aéreo de algunos países europeos.

• La molestia generalizada de países vecinos por la producción y el contrabando de droga a través de las fronteras bolivianas, que obligó a varios de ellos a reforzar sus fronteras con la presencia de efectivos militares.

• El presunto ajusticiamiento de un presunto grupo de terroristas en el Hotel Las Américas. Naturalmente, el Presidente Evo Morales no es novato en estas lides, lo que él tratará de hacer en Nueva York, sede de las Naciones Unidas, será desviar la atención de todos estos problemas internos e internacionales, utilizando la famosa táctica de que la mejor defensa es el ataque, a través de:

* Una defensa a ultranza de sus aliados "ideológicos y políticos": Siria, Venezuela e Irán.

* Un frontal ataque en contra del "enemigo común": El Imperialismo Norteamericano.

* Una exposición sobredimensionada de los "éxitos económicos y sociales" alcanzados por las "políticas públicas bolivianas", sin mencionar el contexto económico favorable por los altos precios de las materias primas que exporta Bolivia.

Naturalmente, que el Presidente Evo Morales sabe que no estará hablando a los militantes del MAS, ni de los movimientos sociales afines a su Gobierno, que todo lo que él dice, reciben un aplauso cerrado seguido de jallallas. No, él estará hablando ante jefes de Estado y de Gobierno que están muy bien informados.

El protocolo diplomático señala que no se deben llevar a los medios de comunicación enfrentamientos verbales por las visiones divergentes que tienen los jefes de Estado y de Gobierno. Las críticas se las realiza en reuniones reservadas, por lo que la maquinaria propagandística del Gobierno de Evo Morales presentará la visita del Presidente a la Asamblea de las Naciones Unidas, como un logro diplomático extraordinario.

Sin embargo, al final del día, los asesores y el mismo Presidente Evo Morales comprobarán que aquella imagen del Presidente indígena, defensor de los pobres, luchador en contra la corrupción, proyectándose como un Nelson Mandela de los Andes quedó atrás, quedó en los años 2006 y 2007. Mucha agua corrió bajo el puente de la historia desde aquellos años, ahora el Presidente Evo Morales lleva el desgaste natural de una gestión de casi ocho años de gobierno, acompañada de serios indicios de violaciones a los derechos humanos, de corrupción y de ineficiencia estatal.

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