miércoles, 12 de febrero de 2014

EXPANSION DEL GASTO PUBLICO


Armando Méndez Morales

La CEPAL en su reciente informe: "Balance Preliminar de las economías de América Latina y el Caribe", correspondiente al año 2013, en uno de sus cuadros estadísticos indica el notorio incremento del gasto público en Bolivia en estos últimos años. Sin considerar a las empresas públicas, este gasto representa el 39 por ciento del PIB para 2013, cuando el año 2010 significaba el 31 por ciento. Bolivia ocupa el primer lugar en Sud América y el segundo si se considera a toda la región, superada sólo por Cuba, que se mantiene en primer lugar con un 42 por ciento del PIB, pero contrariamente a Bolivia presenta una reducción, en este mismo periodo, ya que en 2010 representaba el 49 por ciento. Esto refleja el paulatino retorno de Cuba al capitalismo liberal.

Hay que diferenciar el Presupuesto del Estado, que anualmente y formalmente se lo aprueba, con el presupuesto ejecutado. Es menester distinguir los sectores que componen un gobierno cualquiera y que son: el gobierno central, instituciones descentralizadas y regiones. La agregación de estos se denomina Gobierno General.  

El Ministerio de Economía y de Hacienda define como parte del gobierno central a todas las entidades descentralizadas, a las universidades y al Tesoro General de la Nación (TGN). Al incluir al TGN como parte del gobierno incorpora todas las transferencias que el gobierno realiza a las regiones. En verdad el TGN no es una entidad que recibe recursos, simplemente es el receptor y pagador de los recursos públicos.

Una forma más adecuada de presentar el Presupuesto del Estado Boliviano, tanto en la forma de aprobación como de ejecución, es hacerlo en las siguientes cuatro categorías: Gobierno Central propiamente dicho, entendido como la suma del Organo Ejecutivo, Organo Legislativo y Organo Judicial; entidades descentralizadas, empresas públicas, y regiones (departamentos, municipios y universidades).

Con información que registra el SIGMA del Ministerio de Economía y Hacienda para 520 entidades públicas- excluyendo el TGN- y para el año 2012, se concluye que el presupuesto agregado y aprobado inicialmente estuvo en el orden de los 126 mil millones de bolivianos, monto muy alejado con el que cerró el año, que fue de 180 mil millones. Esto implica que el presupuesto que aprueba el Congreso Nacional, a principios de gestión, no pasa de ser una simple formalidad.

Con la misma información aludida en el párrafo anterior, se concluye que el presupuesto ejecutado, que es el que interesa porque se refiere al verdadero monto que se gasta, únicamente alcanzó a 141 mil millones, lo que representa un 12 por ciento más del inicialmente aprobado, pero sólo el 78 por ciento del presupuesto final para la gestión. Este ejecutado final difiere en su composición institucional del inicialmente aprobado por el Congreso, lo que ratifica que la aprobación congresal del presupuesto es una formalidad, y no como se podría pensar, consecuencia de la negociación política de los "representantes del pueblo".

Del presupuesto total ejecutado se debe destacar lo siguiente: El 57 por ciento correspondió a las empresas públicas. Si excluimos a las empresas del análisis se concluye que el presupuesto ejecutado tuvo la siguiente composición: El primer lugar ocupan las regiones con un 60 por ciento del total, le sigue en importancia las entidades descentralizadas y luego el gobierno central, cada uno, con un 20 por ciento del total.

Hoy las empresas públicas (sobre todo YPFB) han vuelto a ser lo fundamental en el presupuesto público. Sin embargo, este hecho puede no estar reflejando la realidad económica del país, porque la actividad hidrocaburífera sigue en manos de las transnacionales – en buena hora- porque la última "nacionalización" del sector, en verdad fue un cambio de contratos. Excluido este sector, se debe destacar que los recursos públicos se gastan principalmente en las regiones y no en la actividad del gobierno central.

La gente no se percata que en la práctica los recursos públicos dominantemente ya están en las regiones y hace rato. El encargado de hacer llegar estos recursos es el TGN, que presupuestariamente se lo cataloga como parte del gobierno central, cuando simplemente es un recaudador y pagador y no un ente presupuestario. De esta manera lo que se hace es abultar el presupuesto del Gobierno Central.

El problema es otro. Estamos en un año electoral. ¿Será que Evo Morales para asegurar su reelección "tirará la casa por la ventana" durante el año 2014 aumentando el gasto público en dos puntos porcentuales del PIB, como, en Venezuela, lo hizo Hugo Chávez el año 2012 con relación al año anterior, lo que le permitió su reelección? Se ubicaría en un 41 por ciento del PIB, muy cerca a Cuba.

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