lunes, 27 de abril de 2009

Bolivia: El socialismo como causa perdida.

Jaime Durán Chuquimia
duranchuquimia@gmail.com

En esta suerte de mini ensayos me tomaré la libertad de continuar un debate con Walter Reynaga Vasquez (1). Este modelo, creo permitirá darle continuidad a las ideas especialmente para aquellos que no siguen el tema. En cierta forma cada documento espera ser autónomo. Veamos hasta donde resulta.

Como se notará el tema que aquí tratamos es el del socialismo. Desde ya adelanto que no defiendo una forma particular de socialismo, en todo caso expongo "mi versión" del asunto, por tanto, si se encuentra alguna idea no ajustada al modelo clásico, debe tomarse así, como una idea mia y, si el caso amerita, descuartizarla en función a su capacidad de sostenerse como tal.

Entremos al asunto.

Física y ciencia social

El estudio de los fenómenos sociales encuentra su mejor asidero en la "concepción materialista de la historia". Esta permite ver que el despliegue de la realidad no es otro que el despliegue del mundo material, dónde los "espíritus celestiales" sólo reflejan las ideas de las personas que observan dicha realidad. Por tanto, no tiene nada de raro que varias cuestiones que plantea la física moderna sean aplicables a la vida social. La dialéctica de los átomos así lo demuestra (un neutrón puede estar en dos lugares al mismo tiempo), en otros rumbos, la "teoría de la relatividad" o la moderna "teoría de las cuerdas" nos muestra que tiempo y espacio no son aspectos únicos. De la misma, manera que nuestro materialismo dialectico invita a analizar la realidad como el despliegue de contradicciones (capital y trabajo, fuerzas productivas y relaciones sociales de producción, etc.)

Por tanto, insisto en decir que el hecho de que el socialismo haya fracasado en la Unión Soviética no es suficiente para declarar que no funcionará nunca. En una época la gente pensaba que el Universo se encontraba en expansión y que volvería a contraerse, hoy se acumulan pruebas que indican que nuestras nociones de principio y fin, sólo son validas en "nuestro mundo", por decirlo así. Empero no huyamos al argumento central "no existe de parte de los marxistas evaluación alguna aceptable que permita entender las causas del fracaso y la forma de enmendarlas". Hasta para un juez muy severo, esta sería una afirmación demasiado dura. Tomando en cuenta además el gran caudal de literatura marxista que se ocupo de analizar la caída del "socialismo real".

Exploremos sólo una de ellas: La troskysta. Tempranamente Leon Trosky denunció la degeneración de la Revolución de Octubre. Denunció el creciente papel de la burocracia y cuestiono que Stalin llevaría al hundimiento a la Revolución en la medida que se concentraba en un solo país, cuestionó el hecho de sacar a las masas de la conducción del proceso y de crear una "nomenklatura" que únicamente preservaba sus intereses. Cuestiono los límites de la planificación centralizada al "estilo estalinista" y de cómo se estaba abandonando criterios de productividad. Aspecto, que mucho años después los teóricos neoliberales, de la mano de Rudiger Dornbusch, explicarían desde la chabacana concepción del "natural egoísmo" y la "búsqueda del interés personal" que en los noventa se convertiría en la biblia de los economistas.

Que no hay mecanismos para enmendar estas cuestiones, muestra un soberano desprecio por la ciencia. Y para muestra tomemos un botón: La planificación. ¿No se cuestiona actualmente que uno de los factores que profundizaron la crisis del capitalismo actual es la anarquía del mercado? ¿No es posible sustituir esta por un plan? Se dirá que esto es imposible. Pero, yo invito a ver a las modernas transnacionales, que ni siquiera utilizan dinero para sus transacciones internas, dónde no hay el "interés personal" que tanto admiran los amigos de "la libre competencia" sino que todo se organiza bajo un estricto plan que se controla por medios electrónicos. ¿No son estas mismas técnicas las que se aplican para guiar la marcha de los mercados induciendo la demanda? En verdad ese capitalismo de texto, según el cual el "consumidor es el soberano" no existe en la realidad. Varios aspectos actuales de nuestras "necesidades" son cuidadosamente inducidos por poderosas transnacionales. Transformar estos instrumentos en beneficio de un Estado socialista no parece descabellado, de hecho, es lo que proponen gente como Lenin y el Che Guevara.

El papel de las nacionalizaciones

Que las industrias estén en manos del Estado no tiene absolutamente nada de malo. Hay ejemplos en el mundo que muestran que empresas estatales son eficientes y funcionan muy bien. Así como hay empresas privadas que funcionan muy mal, estafan y roban a sus accionistas. Casos como Enron o Madoff deberían llevarnos a dejar de pensar que el mundo se divide entre buenos y malos.

Pensar que las empresas estatales fracasaron porque estuvieron en manos del Estado es reducir demasiado la realidad. En el fondo, es una explicación cómoda muy práctica porque ya no requiere entrar a otros aspectos. Veamos algunos casos. La COMIBOL durante mucho tiempo financio al Tesoro General de la Nación (TGN) por tanto, sus posibilidades de inversión se vieron drásticamente reducidas, asimismo, buena parte de sus ingresos permitieron la constitución de Yacimientos Fiscales Bolivianos. Asimismo, lo que con frecuencia se olvida es que fue la pronunciada caída del precio del estaño lo que llevó al cierre de las operaciones minera. Así hubiese estado manejada por "eficientes empresarios privados" la empresa no hubiese resistido la debacle ya que el estaño se cotizó en 7,86 $us/LF en 1980 y 2,56 $us/LF en 1986. Una caída del 67% ¿Hubiese existido un empresario privado eficiente que sobrepase esta monumental caída tomando en cuenta que nuestra explotación es subterránea y es mue difícil hacerlo a cielo abierto? Yo lo dudo, pero claro es más cómodo pensar que todo se debió a la "natural ineficiencia del Estado".

Un caso parecido aparece con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que se constituyó en una autentica empresa nacional únicamente bajo el manto del Estado, tras la nacionalización de la celebre Gulf Oil Company. Y creció bajo su amparo. Es cierto que no invirtió gran cosa, pero ¿Cómo podía hacerlo si destinaba 60% de sus ingresos al TGN? Se podría decir que hubiese sido muy fácil cortar esta sangría, pero es que ¿Existía el empresariado privado capaz de soportar con sus impuestos las labores del Estado? Yo lo dudo.

No niego, que defectos como la empleomanía, el considerarlas "botín político" hayan existido. Tampoco que en un país pobre como el nuestro se vea la política como un medio de enriquecimiento. Lo que si pienso es que no es privatizando que se solucionan las cosas. YPFB se "capitalizo" y el resultado fue que las transnacionales se llevaban al menos el 70% de los ingresos brutos por venta de gas ¿Este es el precio de su supuesta eficiencia? Lo propio ocurrió con la Ley de Pensiones ¿Se volvieron más eficientes en la atención a sus clientes? No, tanto es así que actualmente de los pagos que realizan las AFPs 80% provienen del Estado vía compensación de cotizaciones.

Lo que yo pienso es que para que las cosas funcionen se requiere la intervención del Estado vía regulación. Este mecanismo puede permitir que las empresas estatales funcionen. Y ese es un instrumento que el socialismo por supuesto puede utilizar.

Clase y revolución

Intencionadamente Reynaga olvida, o quiere olvidar, que el proceso iniciado en 1952, era, por su contenido, democrático – burguesa. Esto es que el horizonte planteado era la construcción de una burguesía nacionalista. Tarea en la que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) fracaso. Las razones estriban en que intento consolidar una clase que nació subordinada al capital transnacional, por lo que desde este punto de vista es comprensible que pocos años tras consolidarse terminará en los brazos de la "Alianza para el Progreso" norteamericana.

Ciertamente, desde el punto de vista clásico los indígenas no forman una "clase", por cuanto la misma se define desde el lugar ocupado en el proceso productivo. Sin embargo, es el concepto lo que interesa y no la forma. Desde ya tratar de encajar las cosas en la nomenclatura clásica sería un error. ¿Es obrera la revolución actual? ¿Es eminentemente campesina? Dejemos a los anticuarios revisar estas cuestiones.

El contenido de la revolución democrático cultural actual debe entenderse desde un contenido de clase diferente. Y este es la conjunción de obreros y campesinos, que por las características propias de Bolivia, asume un matiz indígena, concretamente áymara, quechua y guaraní. Reclamará acá Reynaga acá que a contrapelo de lo expuesto intento encajonar a la sociedad boliviana en la matriz marxista clásica. No es así, la sociedad boliviana posee un capitalismo atrasado, por tanto, no sólo muestra las contradicciones propias de dicho modo de producción, también muestra las que se presentan por su falta de desarrollo.

Ya anotaba que en Bolivia nunca se constituyo una autentica burguesía, por tanto, tampoco se constituyo un autentico proletariado. De ahí que se encuentre más bien el dominio de formas intermedias: pequeños productores, cuentapropistas, microempresarios, etc. Por esa razón es que las luchas sociales por fuerza debían encontrar una salida en asuntos étnicos. En efecto, la pregunta que guió el devenir histórico fue ¿De qué color es el rostro de los explotados? Y la respuesta fue única: Moreno. Por eso la historia de los últimos tiempos fue la de la destrucción del "apartheid" que caracterizo durante mucho tiempo la sociedad boliviana.

Esta característica dejo su impronta en la gestión de gobierno. ¿Es socialista? ¿Capitalista? ¿Si es lo primero porque no se lanza a una expropiación total de los medios de producción? ¿Y si es lo segundo porque no se abre totalmente a la inversión extranjera? Es un bodrio responden aquellos cuya pereza intelectual les impide descifrar las claves del devenir histórico. Por mi parte, yo creo que es un gobierno que tiene clara la perspectiva nacionalista, y socialista si se quiere, pero que también aprende del pasado y se inmiscuye en aquellos aspectos que son estratégicos y deja al resto a la iniciativa privada. Un modelo que en la literatura marxista (expuesta por uno de nuestros iconos José Valenzuela Feijoo) se conoce como secundario – exportador, pero de eso hablaremos en otra ocasión.

Corrupción, nacionalismo y empresas estatales

¿Es la corrupción patrimonio exclusivo del Estado? No lo creo, porque basta dejar cualquier arca abierta para que los amigos de lo ajeno lo tomen. Se calcula que Robert Madoff malversó $us 50.000 millones de dólares, más de tres veces la producción de un año de Bolivia. ¿Según Reynaga hay diferencias sustanciales entre una forma de corrupción y otra? Yo no lo creo.

Pero Reynaga hace una pregunta interesante ¿Qué tiene el gobierno actual que le impediría seguir el mismo camino de anteriores administraciones que tomaron el poder para robar? En este punto me permito brindar la respuesta de Ernesto "Che" Guevara" el decía en síntesis que no esperemos que nuestros empleados no roben, sólo porque se los pidamos, llamaba la atención sobre la pobreza de las sociedades latinoamericanas dónde con frecuencia el único camino para "salir adelante" es robar de las arcas del Estado. Su respuesta ante esta lacra era la educación y la participación activa de las masas.

Educación porque pensaba que la única forma de crear buenos empleados públicos era que asumiesen que estábamos construyendo un futuro mejor, que en verdad se construía una revolución que transforme las estructuras caducas del poder. Pero por otro lado, decía que esto no es suficiente, que las masas deben involucrarse, que se debe rendir cuentas al pueblo, que cada oficina debe estar abierta para que el pueblo vea que se está haciendo con el dinero de la gente.

Me dirá Reynaga que con Santos Ramirez demostramos todo lo contrario. Pero notesé que en este caso no hubo impunidad. Vea a Fernando Kieffer que sólo tras la caída del Dictador Banzer fue encarcelado, vea a "Chito" Valle que ahora se encuentra prófugo como un vulgar ladrón. En fin, vea a todos los impunes y luego compare con el hecho de que fuimos capaces de cortarnos una mano para erradicar este mal. Asimismo, también podrá entender la participación de los "movimientos sociales" que de seguro también desprecia.

Neoliberalismo y economía

Reynaga en este punto comienza a dar saltos de carnero para sostener sus apreciaciones. "El neoliberalismo fue mal aplicado" nos dice. Veamos cada uno de los puntos expuestos.

El "Consenso de Washington" efectivamente busca reducir la participación del Estado. Cuando Gonzalo Sánchez de Lozada decreto el "impuestazo" en febrero de 2003 lo hizo agobiado por una reforma claramente neoliberal, esto es la eliminación del Sistema de Reparto que trajo tras suyo un apabullante déficit fiscal, es cierto que la Reforma no creo la deuda, pero ¿Qué necesidad había de sacarla en un solo momento del tiempo? ¿Qué urgencia había de privatizar la seguridad social y no crear un sistema mixto? En verdad, fue esta medida la que provocó un aumento del gasto, siendo además que producto de la "capitalización" los ingresos del Estado cayeron.

La "capitalización" es una forma de privatización. A plazos pero privatización al fin y al cabo. En el diseño que acompaño a este proceso está la creación del Bonosol, que debía financiarse con las utilidades de las empresas y con las "ganancias de capital" resultantes de la venta de las acciones que en teoría debían pasar a manos privadas en aproximadamente 60 años. En esto Goni fue fiel al Consenso.

El Bonosol, el SUMI y otras medidas "populistas" son consistentes con el ideario neoliberal, que salvo que Reynaga crea en un capitalismo salvaje, son consistentes con el rol del Estado en este modelo, Según el cual debe inmiscuirse en actividades en las que los privados no tienen interés, por ejemplo, la atención a los ancianos, la salud pública ya que por sus características se trata de sectores que no tienen la suficiente capacidad de "demandar".

Reducir la historia a pensar que los que abrazaron el mercado ahora están adelantados es una reducción extrema. Se menciona a China ¿Pero que sería de este país sin su "particular comunismo"? ¿Qué sería de los tigres asiáticos sin la intervención del Estado? Lo que ha mostrado el mundo es que la combinación de Estado y mercado es la más saludable, y en todo caso cuando se ha dejado al mercado a su libre albedrio, que es lo que parece soñar Reynaga, ha provocado estragos.

Sólo en Norteamerica, la crisis financiera provocada por mercados desregulados ha generado 30 millones de desempleados ¿Qué sería de ellos si no gozasen de las prestaciones "socialistas" por desempleo otorgadas por el Estado? Me imagino que estarían pendientes de la mano de Dios, porque de la mano invisible del mercado no creo reciban nada.

La Paz, 26 de abril de 2009

Notas: (1) La posicion de Walter Reynaga se encuentra en la nota de opinion Cambio, pero no hacia atras.

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