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La Feria Internacional de Santa Cruz fue todo un éxito.
Cerca a mil empresas nacionales y del exterior – América Latina, Europa, Asia - medio millón de visitantes y cerca de 200 millones de dólares como intención de negocios culminaron una fiesta productivo-empresarial y de participación ciudadana como nunca antes se había visto.
Una señal positiva fue la que dio el gobierno del Presidente Morales que no tuvo una sola nota de agresión a la fiesta ferial cruceña que movilizó la economía regional y nacional sin atenuantes.
Impactó no solamente la solidez de la muestra multisectorial sino el sentimiento regional de afirmación de la identidad cultural de pueblos originarios concentrados en la manera de ser de los cruceños y de sus conquistas emblemáticas, como ser la de haber construido las bases de un modelo productivo de amplia base social en donde el estado y la iniciativa privada se dieron la mano hace cinco décadas incorporando en su seno a la migración campesina y de clase media venida de todos los confines de la Patria.
La Feria Internacional se vistió de verde y blanco, de sones y música oriental, de juventud practicante del ballet folklórico regional semejando la nación autonómica de la llanura incluyente de naciones y culturas de un país en su hora más critica de perfiles de identidad y de sustentabilidad histórica.
Trascendió de lejos la muestra del desarrollo agro-pecuario-industrial no sólo de todas las regiones del país sino de América del Sur impresionando entre muchas la muestra de la industria argentina bajo la representación oficial de sus provincias como se llaman por ser un país federal.
La ubicación geográfica estratégica de Bolivia en Sudamérica y del oriente en particular le dieron otra vez un espaldarazo a este país que a veces se lo percibe sin rumbo ni Puerto seguro en el horizonte.
Se vivió durante diez días un clima de paz democrática, de tolerancia y de optimismo.
La Feria y su trascendencia, consolidaron a un empresariado boliviano y sudamericano en plena expansión bajo el perfil de un modelo productivo plural que nada tiene que ver con la demagogia despiadada de ser la región dominada por oligarquías terratenientes, terroristas y separatistas.
Sin negar en absoluto la existencia de grupos de poder.
Es un social-capitalismo vinculado al mundo globalizado del Siglo que comienza en donde el rol de la empresa privada, bajo el amparo del estado nacional, se transforma en la principal fuente de empleos y de generación de una riqueza que hay que re-distribuir a tarvés de sistemas modernos de tributación y de la función social y humana de las empresas y de los empresarios,
Desde las trincheras del Chaco, la formulación del Plan Bohan, el triunfo popular de abril del 52, la construcción de la carretera troncal ahora extendida a las fronteras de Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Perú, hasta la consolidación de un mercado consumidor y una región productiva, sellaron, creíamos pasa siempre, la unión e integración de los bolivianos.
Los diez días de Feria y regocijo en medio de exhuberante belleza de todo género fue una señal positiva de convivencia democrática.
Felicitaciones a los organizadores y al gobierno central.
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