viernes, 12 de marzo de 2010

!Ay los Ovimientos!

Virginia Amelia Antezana
pisulina1@yahoo.com

El Ovimiento sin Iedo y el Ovimiento al Socialismo, empiezan a sacarse la M, utuamente.

Juan del Granado sabe que si hace un Ovimiento en falso, le destrozan su bella ciudad en una sola pasada y chau 10 años de desvelos. No necesitamos orilla de ar para estar amenazados de tsunami. En cualquier caso que no se les de gusto a los tiranuelos, la ciudad entera caerá bajo la embestida de los furiosos y tupidos.

Ana Aria Romero vive posiblemente el sendero que luego seguirán los incautos buenones.

Esto ya no lo endereza nadie, solo queda seguir trabajando honradamente mientras podamos. Luego cerrar la propia lápida desde adentro. Abrir la puerta del libre pensamiento y dejar de vivir pendiente de las afiebradas controversias y debates, propuestas y arengas patrióticas. Es patético ver cómo la población en su adormecedora ignorancia sigue mirando al lado que no es real sino una puesta en escena. Hay no menos de 3 millones de aspirantes a gobernar porque han sido postergados históricamente, no van a parar hasta no ocupar un espacio en la función pública porque de trabajo ya no quieren ni oír ya que fueron explotados más de 500 años; saben que pueden asustar a todos. Los occidentales ya deberían recoger su pensamiento lineal y mecánico, meterlo en un saquillo para ir a abonar tierra.

Todo lo que sucede es consecuencia de tantas causas que realmente hay que ser muy estriñido para señalar un solo culpable o un par. No hay culpables de nada, todos han actuado según las circunstancias como mejor les convenía a sus intereses, que es lo que debemos hacer. La cacareada oral con orígenes osaicos y dizque cristianos, cuando no tomistas y siempre partiendo de los conceptos griegos, se ha hecho oco hace mucho. Una sola situación no cambia: es que la gente honrada y honesta, pueden todavía hacer tratos entre ellas. Confiando uno en el otro y dándose mutuamente nuevas oportunidades.

Se ha perdido la cultura de sentarse a dialogar e intercambiar ideas, para estimular la generación de discursos -pueden ser discrepantes, ojalá- que recojan elementos para enriquecerse -no fosilizarse- mutuamente, conceptos desmenuzados para ser comprendidos o nuevos, desarrollados a partir de las nuevas vivencias que anonanados percibimos y algunos adoptamos nacidos de la tecnología y de las propuestas de disfrutar de la existencia ya no más de sacrificios y renuncias al cuete, que no le hacen bien a nadie -como no sea a los mercaderes de las religiones- desarollando responsabilidades en proporción al desarrollo de una conciencia de la dinámica del todo. ¿Qué tiene que pasar para que hagamos conciencia que las armas son la prueba de la necedad y estupidez infinita, que todo lo que se consigue mediante la violencia puede conseguirse de maneras benévolas y justas. ¿Qué más tiene que suceder para que recuperemos -si alguna vez tuvimos- el sentido de proteger a los niños, auxiliar a los que sufren y apoyar a los que desean vivir cada vez mejor?

Pero, no señor, seguimos emocionados y a punto de eyacular cuando un cretino dice una huevada más grande que el otro, y un notable perpetra un despropósito máyor al que perpetró el otro. Y estamos patinando en vacío, sacando chispas a nuestros zapatos sin movernos de sitio, para ganar velocidad y soltando nuestros frenos largarnos a otra payasada como si en ello nos fuera la vida, una y otra vez, una y otra vez y las mismas caras, el mismo discurso, las mismas escenas, una y otra vez, una y otra vez... hasta que nos pille la parca sin que hayamos alcanzado a vislumbrar la plenitud reservada al humano pensante.

Esta anécdota es verdad: La nietita de mi compañera de curso entró corriendo a llamar a su abuela, "!Nona, Nona ya estan haciendo caca!..." Mi compañera me explica que ya están en un debate los candidatos o políticos por TV, y que ella siempre comenta "¡Estos cagones siempre hablando cagadas!". Y que le había encargado a su nieta que le avise cuando ellos aparezcan, porque a continuación viene su novela. Opiné que debía usar otro vocabulario porque una niña no debería tener ese léxico. Me dijo con toda la razón del mundo: por lo menos va a ubicarse intelectualmente en la dimensión exacta de la política.

¿Que tal emocionante? ¿Que tal obnuvilante? ¿Que tal novedoso?

El Ovimiento sin Iedo y el Ovimiento al Socialismo, se están sacando la M... mutuamente.

!Santa Teoría de los Quanta! ¡quanta imbecilidad!.

Con mis mayores condolencias, (levanto mi lápida) les saludo atentamente,
(Cierro por dentro)

Su compañera de Aula,

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