Colectivo Rebeldía
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¿Irresponsabilidad? ¿Mediocridad? ¿Apego a lo grotesco y desagradable? ¿Desprecio y burla?
Son todas estas y muchas cosas más, mi modesto balance de lo que acontece en el escenario electoral, a partir de una decisión increíble que el hoy Senador por Santa Cruz, Isaac Ávalos, tomó en el marco de la Campaña Electoral Nacional, cuando mostró a un grupo de sujetos con una ficha de racistas consumados y violentos, como aliados al proceso de cambios.
Hay que reconocer que quienes armaron esa estrategia por lo menos cuidaron de la estética, y se esforzaron por colocar su decisión como parte de una re comprensión del Departamento, el país y de lo que estaba en juego en el proceso de cambios, a pesar de que nadie les creía, ni a los nuevos "camaradas" ni a quien les llamó a juntarse.
Pero los políticos educan, con sus actos, con sus silencios, con sus aprobaciones y desaprobaciones, y lo que significó un hecho inexplicable y rechazable, se reproduce de peor manera hoy multiplicado.
Atrás se queda cualquier cuestionamiento a la práctica política tradicional donde vale todo, se demuestra que vigente esta divisa de "el fin justifica los medios" tan cuestionable, entre los y las progresistas.
Personajes de la misma talla de los anteriores tristemente célebres por violentos y racistas, apegados a los más tristes episodios de odio y rencor acontecidos en Santa Cruz en los últimos años, hoy se muestran aliados a los candidatos del Gobierno de Evo Morales, y el silencio de todos y todas otorga el permiso para seguir enlodando a las colectividades que se callan. Pareciera que sólo molesta a los que se sienten traicionados, es decir se ha hecho público el rechazo por parte de sus grupos de golpeadores racistas, sólo ellos critican sus actos, los golpeados y golpeadas y atropellados y atropelladas preferimos el silencio.
Pienso que el silencio está asociado a que no se abran rendijas por donde pasen los monstruos asalariados de la CIA y de los grupos de poder hegemónico en el mundo, sin embargo el silencio ante estas prácticas políticas es obediente al desprecio y al sin sentido político. Por este rumbo sin enemigos ni esfuerzos del Imperio nos debilitamos desde adentro, tanto o más de lo que somos capaces de imaginar.
Este estercolero político supera mis posibilidades de proyección. Que sensaciones más perversas producen una señora que dice defender a Santa Cruz, burlándose de campesinos e indígenas, mujeres y hombres trabajadores/as, cuando pretendían ingresar a la plaza, amenazarles y hasta pegarle a los y las que pensaban diferente, y que hoy declara recibir mil dólares por apoyar a Roberto Fernández, quien al mismo tiempo es el aliado de Evo Morales como candidato a alcalde de Santa Cruz.
Hoy estamos recogiendo lo no sembrado, es decir la nada, los protagonistas de los cambios no tienen nada que hacer ni buscar en Santa Cruz, eligen a pésimos candidatos y candidatas, facilitan y silencian cualquier cuestionamiento a las Demetris y Gandarillas, seguramente porque en nuestro medio no tenemos fuerza, ni criterios, ni estatura real para impedir el atropello al que hoy estamos sometidos y sometidas.
Mi balance no pretende ser pesimista, pretende rechazar toda esta inmundicia y tomar las fuerzas para seguir avanzando en una sociedad que no acepte estas prácticas por ninguna razón, donde la estética y la ética de la política tengan un lugar para poder hablar de algo que hacemos los seres humanos.
Donde No le dejemos la representación de nuestros intereses y proyectos de sociedad a los que usan la política para defender sus privilegios, tierras y bolsillos, como lamentablemente ocurrió en la reciente historia del robo de la causa de las Autonomías por terratenientes fracasados.
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