jueves, 4 de marzo de 2010

El Otro Bono

Flavio Machicado Teran
flaviomachicado@gmail.com

En 1985, Jeffrey Sachs ayudó a sacar a Bolivia de la hiperinflación. Veinte años más tarde admite que aunque la estabilidad de precios y reformas de mercado restablecieron el crecimiento --el impacto fue limitado y benefició a los más privilegiados; "un impacto demasiado desigual para sacar al conjunto de la población de la pobreza extrema". Es irónico que el prólogo a su libro "El Fin de la Pobreza" esté escrito por Bono quien, además de ser uno de los cantantes más famosos del planeta (U2), es también el mantra (bono) que reemplaza al dogma de la desregularización.

El bono y ego más grande del mundo --en su acento irlandés --dice que resolver la pobreza requiere compatibilizar "los objetivos estratégicos del mundo rico y un nuevo tipo de planificación en el mundo pobre". Tal vez sea una exquisitez conceptual, pero creo que la planificación siempre busca lograr objetivos estratégicos. Los objetivos estratégicos pueden ser diferentes para los países ricos y pobres. Pero Bono habla de "un nuevo tipo de planificación". ¿Acaso proféticamente se refiere a una planificación que carece de objetivos estratégicos?

El primer objetivo estratégico del MAS --al igual que cualquier partido --es ganar elecciones. Para ello nos abrumaron de enemigos; algunos muy bien definidos, otros abstractos, los más recientes identificados en la medida que anuncian su entrada al ruedo político electoral. Ahora que de oposición el MAS pasa al oficialismo, es hora que haga menos proselitismo y empiece a gobernar. ¿Cuál entonces es el nuevo objetivo estratégico del MAS? Sin un objetivo estratégico, ningún "tipo" de planificación es posible, amigo Bono. Propongo que el objetivo estratégico que ha ganado el corazón y esperanza de los bolivianos es lograr precisamente lo que Jeffrey Sachs admite fue un fracaso: cerrar la brecha de la desigualdad.

Según Sachs, 500 millones de chinos e indios dejaron de ser pobres desde 1990 gracias a la inversión extranjera directa (IED). Una pésima capitalización en Bolivia no obstante, los países con niveles más altos de IED también son las naciones en vía de desarrollo con mayor PNB per cápita. En vez de intentar subsanar las desigualdades a base de bonos, amigo Bono, nuestro gobierno debería empezar a planificar para atraer inversión extranjera en Bolivia. Algunos en el gobierno tienen muy claro este objetivo, evidencia de ello es un desfile de delegaciones chinas, rusas, iraníes, francesas, venezolanas, etc. que ocupan las ocupadas agendas de algunos mandatarios. El problema, amigo Bono, es que el "nuevo tipo de planificación" carece de un componente "estratégico", debido a un viejo tipo de esquizofrenia ideológica que nace del comprensible, pero ya trillado, trauma socio-existencial.

Lejos de ayudar a los pobres, ese dolor solo crea la percepción que Bolivia es enemiga del mercado, que no entiende los beneficios de la inversión e intercambio comercial y que su nuevo "tipo" de planificación se limita a administrar la pobreza; en vez de promover el desarrollo industrial. Una planificación de largo plazo requiere incentivar la inversión. Sin este componente estratégico, el objetivo de cerrar la brecha de la desigualdad y pobreza jamás será logrado. Si bien crear enemigos imaginarios y surtir un bono tras otro ha surtido un buen resultado electoral, sacarnos de la pobreza necesita hacer muy claro que en Bolivia el mercado y la inversión son bienvenidos. Incendiar el terreno económico con una retorica que sataniza al mercado e inversión no es un "nuevo tipo de planificación", amigo Bono. Es una pésima estrategia.

1 comentario:

  1. Alberto Bonadona Cossío5/3/10, 10:19

    Bravo querido Flavio. Me alegra encontrarte en las filas criticas al gobierno pero no en la derecha. Es ahí donde debemos estar. Te adjunto un escrito mio para refelxionar sobre lo que puede hacer este gobierno, lo escribí para El Deber económico. Un abrazo.

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