martes, 28 de junio de 2011

El Amado Imperio

Jorge Marquez Meruvia
jorgermarquez17@hotmail.com

Me llamo mucho la atención un titular del matutino La Razón, ya que decía: "Evo pide ayuda europea para acuerdo con EEUU". Al parecer, el gobierno entro en razón y está rompiendo con los mitos. El primer mito es, que el occidente es malo, que Europa en su auge de conquista fue destruyendo la cultura y agotando la riqueza de la América. El segundo mito es, que el Imperio Norteamericano es un chupa sangre de la periferia y que simplemente mira al sur para explotar sus recursos, y hacerse de mano de obra barata. El tercer mito, probablemente es el más importante, la idea de poder vivir sin la ayuda de los Estados Unidos de América.

Estos tres mitos, los cuales me atrevo a decir que eran una especie de trinidad sagrada en el discurso del gobierno van desapareciendo con el paso del tiempo. El primer mito empieza autodestruyéndose, ya que pedimos ayuda a los colonizadores, a la culta y arrogante Europa, que lo único que hace es mandar sensacionales equipos de antropólogos para estudiar nuestras costumbres; supongo que pedimos ayuda a Europa, ya que está debe saber que sé debe hacer, y el cómo hay que hacerlo.

El segundo mito cada día sufre un sigma más grande, la economía boliviana se encuentra en uno de sus mejores momentos de su historia, lamentablemente las inversiones en el país no son las adecuadas. Tarde o temprano, como ya es costumbre nacional, esperaremos con los brazos abiertos a los inversores imperiales bajo el lema: "Yes We Can".

El tercer mito, más que un mito parece una novela. En la historia del país tenemos la costumbre de dejar de lado a los Estados Unidos de América, éste gobierno no es la excepción. Sin ir muy lejos, hace mucho que se expulso al embajador norteamericano, a la DEA y siempre estamos con la constante amenaza de expulsar a USAID, es más ya expulsamos a USAID del Chapara y uno de estos días probablemente la amenaza se vuelva realidad y USAID se vaya del país. Sin embargo no podemos vivir sin el imperio, ya que siempre está presente, es más queremos nuevamente entablar relaciones diplomáticas, será que extrañamos de sobre manera a tener un embajador del imperio en Bolivia, o probablemente hay una larga cola de candidatos a embajadores en los Estados Unidos. Sea cómo sea, no podemos vivir sin los Estados Unidos de América, al parecer no sólo lo extrañamos, sino también los necesitamos.

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