miércoles, 27 de febrero de 2013

EL MAS Y SANTA CRUZ, DIFERENCIAS DE FONDO

Oscar Ortiz Antelo
oscar.ortiz.articulos@gmail.com

Durante las últimas semanas, los medios han resaltado los intentos del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) de acercarse a Santa Cruz para conquistar más apoyos en el principal departamento de la oposición democrática y autonomista. Es obvio que intente conquistar simpatías electorales entre los cruceños, pues sabe que frente al proceso de deterioro político que sufre y a su ineficiencia gubernamental, corre el riesgo de jugarse la reelección en una segunda vuelta. Sin embargo, no es cierto que esta estrategia vaya a cambiar la relación de apoyos electorales en Santa Cruz, pues existen profundas diferencias entre los valores y principios con los que la mayoría de los cruceños conciben el futuro de la sociedad y de la patria boliviana.

Libertad. El orgullo de sentirse libres es uno de los fundamentos centrales de la identidad cruceña. El derecho a vivir en libertad para pensar, emprender y actuar ha sido profundamente menoscabado por el MAS y esto afecta significativamente el sentir ciudadano. La libertad de pensar y ser diferentes es central en una democracia y por lo tanto incompatible con el autoritarismo masista.

Democracia. Santa Cruz ha sido la punta de lanza de la profundización democrática, rompiendo con el centralismo que caracterizó a Bolivia desde su fundación, promoviendo y consiguiendo la elección directa de alcaldes y gobernadores, por lo que no puede aceptar que el MAS desconozca el voto ciudadano, atropelle los derechos humanos y persiga con juicios a quienes piensan diferente. Éstos son abusos que lastiman profundamente el sentir ciudadano.

Autonomía. La causa autonómica es un sentimiento de libertad y progreso profundamente arraigado en la ciudadanía y no depende de las coyunturales controversias políticas. Es la convicción de que el centralismo es el gran culpable de la pobreza y el atraso nacional y de que sólo cuando los recursos sean administrados desde cerca, por las autoridades directamente electas por la gente, se invertirá bien y se avanzará hacia el desarrollo anhelado. El MAS, por el contrario, confisca y centraliza constante e ilegalmente los recursos regionales y los servicios públicos, negándose a una transferencia efectiva de competencias y recursos.

Modernidad. En Santa Cruz se trabaja con visión de futuro para superar la pobreza y alcanzar el desarrollo. El MAS sigue anclado en el pasado, utilizándolo para justificar su populismo y su desatención por la gestión pública. El pueblo cruceño aspira mayoritariamente a que Bolivia se convierta en una sociedad próspera y moderna. Esto significa tener una educación que prepare a la juventud para competir en el mundo, para triunfar en la economía global. El MAS continúa apostando a una educación politizada (revolucionaria y descolonizadora dicen) porque la concibe como un sistema de dominación social para perpetuarse en el poder.

Mestizaje. Santa Cruz se considera una sociedad mestiza y así entiende a la nación boliviana. Vive y profundiza su mestizaje en un proceso de incorporación continua de migrantes de todo el territorio nacional, que se encuentran y unen en la aspiración común de vivir mejor y heredar mejores condiciones de vida a las nuevas generaciones. El MAS, por el contrario, procura generar y profundizar diferencias raciales, discriminando y menospreciando a la inmensa mayoría poblacional mestiza y urbana de la Bolivia del siglo XXI.

Producción. Santa Cruz es un departamento eminentemente productor agropecuario y con gran vocación industrial y de servicios. El MAS ha implementado una política de sometimiento y de asfixia a la producción, prohibiendo exportaciones, generando inseguridad jurídica sobre la propiedad privada y volviendo al productor enteramente dependiente de arbitrariedades de la burocracia centralista. El resultado es una oportunidad perdida para el crecimiento productivo, con niveles de áreas cultivadas, hato ganadero y exportaciones de manufacturas estancados en los volúmenes previos a la subida de los precios internacionales.

Integración con el mundo. Santa Cruz quiere integrase al mundo, desarrollar nuevos mercados y atraer inversiones para impulsar el crecimiento económico, pues entiende que uno de los principales medios para superar la pobreza es la creación de empleos estables y sostenibles basados en las exportaciones. El MAS, por el contrario, apuesta al aislacionismo porque sabe que en la medida en que la Bolivia se integre al mundo los ciudadanos que rechazan el estatismo populista que atrasa al país serán mayoría y votarán por alternativas que conduzcan al nivel del progreso de las sociedades desarrolladas.

Seguridad. Santa Cruz quiere vivir en una sociedad segura, libre de la violencia y del narcotráfico, porque ya sabe lo que esto significa, lo que sufrió como sociedad y de lo que se libró en los años 80. Sin embargo, es a lo que estamos volviendo durante el gobierno masista, gracias a la perniciosa mezcla de desatención y permisividad con este problema.

Este artículo analiza las diferencia entre los sentimientos y valores de la mayoría votante en Santa Cruz con los que propone el MAS, porque ése es el tema que se ha agitado en los últimos días. Sin embargo, las mismas diferencias existen con una creciente parte de bolivianos de todos los departamentos que entienden que el MAS no representa una opción de unidad y progreso para la patria en su conjunto. Algunos nunca votaron por el MAS, otros lo hicieron cansados de los errores y escándalos de los antiguos partidos.

Al Presidente todavía le queda la imagen positiva, su partido ya no se diferencia de los anteriores.

Es verdad, la economía todavía demora una demanda contundente de cambio de gobierno. Podrá apresurarse o demorarse, según cómo evolucionen la economía, los escándalos del Gobierno y la capacidad de la oposición para convertirse en una alternativa. Lo que no hay duda es que el MAS cada día que pasa pertenece más al pasado.

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