miércoles, 24 de marzo de 2010

Eficacia de una estrategia tramposa

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

"Hemos llegado para quedarnos toda la vida"

Esa fue la premisa que sintetizó el contenido de una estrategia de poder sin precedentes.

El voto ciudadano fue además, desde el inicio, la "piedra de toque" fundamental.

Surgió así el modelo boliviano de la "democracia plebiscitaria" en reemplazo de aquella otra "pactada "del ciclo neoliberal.

El "modelo boliviano" tiene por lo menos seis pilares de sustentación que, combinados entre si, dan aparente solidez al sistema:

Un activo núcleo político ideológico. Está en el centro del debate de las ideas "democráticas", trastocándolas, manipulándolas en función del proyecto de poder autoritario y caudillista. El Vicepresidente Álvaro García Linera sería el impulsor de este pilar.

Un liderazgo carismático, como factor único y supremo de unidad, organización y convocatoria del "pueblo", base social electoral inapelable. El "caudillo Presidente" es el centro gravitacional del modelo, es el "mito viviente", el Jefe Supremo que "todo lo puede".

Un aparato de publicidad y propaganda de primer nivel con capacidad de respuesta inmediata, que construye en laboratorio la "credibilidad tramposa" de las acciones y políticas de gobierno. El "cerebro" de este pilar estratégico sería un ciudadano peruano conocido y reconocido en los medios de comunicación como también en el canal oficial, el 7, y las cadenas radiales comunitarias "Patria Nueva".

Un "aparato de inteligencia cualitativo" con equipos modernos, sofisticados y autonomía de acción en materia de "pinchazos" telefónicos y seguimientos. Este sofisticado "aparato de inteligencia" tendría asesoramiento directo de potencias extranjeras.

Un "sistema" represivo hacia la sociedad civil, dirigido de manera sistemática y preferencial a la destrucción de la base económica, empresarial, social e institucional del modelo productivo y autonómico del Oriente Boliviano.

Todos los instrumentos clásicos de la democracia tradicional son funcionales a esta política de estado plurinacional: Ministerio Público, Poder Judicial, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, leyes draconianas y juicios diversos para encarcelar a opositores y potenciales adversarios.

La vigencia del estado prebendal y de soborno social de la política de bonos, es uno de los pilares de mayor eficacia del modelo vigente. Aunque sin sostenibilidad económica en el tiempo es una buena política redistributiva.

Este modelo político "sui géneris"puede, sin embargo, inclinarse peligrosamente hacia la implantación en Bolivia de un "estado policiaco" de corte fascista estaliniano. ¿Tendrá este modelo, en proceso de implantación, suficiente sustentabilidad histórica?

Es una interrogante válida.

Mientras tanto, el líder campesino intelectual académico Félix Patzi, anunció desde Cochabamba el lanzamiento de su propio partido: el Instrumento Político del Cambio, IPC.

Patzi, tal vez prematuramente, es el primer candidato de opción al Presidente Evo Morales en las elecciones del 2015.

Sin embargo es posible que algún juicio y/o una celda política se crucen más adelante en su camino.

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