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En medio del horror y la tragedia de pueblos y países hermanos que sufren el castigo severo de la madre naturaleza, hay hechos que constituyen no sólo referencias ineludibles sino la certeza de que aún hay espacio para la esperanza: es el caso de Nelson Mandela en Sudáfrica y de José "Pepe" Mújica en el Uruguay.
¡Dos héroes de la libertad y de la democracia!
Mandela, 27 años encarcelado e incomunicado la mayor parte de ellos, por uno de los regímenes más crueles que ha podido existir jamás en la historia bajo el sistema represivo del "aparheit" racista, criminal e inhumano.
"Llegó la hora del perdón, de la unidad nacional y de la reconciliación", fue una de las primeras frases del prisionero ilustre ante un pueblo de color, sediento de venganza, y con todo el poder del voto ciudadano en sus manos.
"Uds me han elegido como su líder; déjenme conducirlos ahora" "Este país necesita de gloria, y de grandeza".
Su instrumento fue el rugby, deporte nacional de Sudáfrica, que utilizó el héroe con sabiduría extraordinaria pulida en años de cautiverio, para encender la autoestima y la integración racial en un país devastado por la violencia.
La fuerza de las convicciones democráticas de este líder excepcional, que sobrevivió a las tenebrosas sombras de la noche racista, hizo posible la transformación de un país sin esperanzas. La Sudáfrica moderna de hoy, la del mundial de fútbol, es un estado democrático próspero.
Las imágenes que mostró el sistema mediático, de la sobria pero solemne toma de posesión del ex Guerrillero José "Pepe" Mújica en Uruguay, fueron conmovedoras: el septuagenario "tupamaru", arropado por todos los factores del poder unidos por el asombro y la admiración ante este auténtico héroe de la libertad.
Sobrevivió a trece años de prisión de los cuales ocho fueron de incomunicación total; tan sólo en las madrugadas daba de comer migajas de pan a una "rata" amiga, único ser viviente que le recordaba que mientras se vive hay esperanzas.
Su esposa y compañera, guerrillera como él, Presidenta de la Asamblea Nacional y Senadora, la más votada, impuso la banda presidencial a "Pepe Mujica", luchador inclaudicable, acribillado durante la dictadura con seis disparos que fracasaron en su intento de quitar la vida a este "espiritu" superior.
El nuevo Presidente pronunció un discurso cuyo contenido es la esencia misma de una plataforma democrática moderna válida para todos los gobiernos que están asumiendo ahora de manera correcta la nueva realidad del mundo.
La lucha contra el hambre y la pobreza, la vigencia del régimen constitucional y el estado de derecho, la necesaria pluralidad política y económica, la justicia social, la inseguridad ciudadana, el narcotráfico, la lucha contra el fanatismo y la intolerancia…
"Que las prisiones no sean un instrumento de martirio para los pueblos que luchan" decia el líder ante una la multitud enfervorizada.
Mientras existan en el mundo héroes de la libertad como Mandela y"Pepe" Mujica, sin duda, que aún no ha muerto la esperanza.
El 'Cambio' está en el Espíritu, en el sentimiento. Ojala pronto tengamos un ejemplo como el de la 'carrera'.
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