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Nacieron durante los años turbulentos de la década de los ochenta.
El pueblo organizado, los partidos políticos en proceso de consolidación luego de cinco años de transición y elecciones ganadas al militarismo, había logrado al fin la transferencia del poder desde los cuarteles hasta el Palacio Legislativo, "templo" de la democracia".
Fue el 10 de octubre de 1982.
Los bolivianos que nacieron bajo el manto protector del sistema democrático tienen ahora entre 25 y 27 años; son la generación emergente que creció bajo el paradigma de la libertad, del respeto a los derechos humanos y la vigencia del estado democrático.
Desde entonces, la deficiente administración del sistema político corroído por la burocracia, la corrupción, el caudillismo y el "cuoteo", ha corrido "mucha agua bajo los puentes".
Surgió el Movimiento al Socialismo, MAS, partido hegemónico de gobierno y el liderazgo carismático, con trazos de caudillismo autoritario, del Presidente indígena Evo Morales.
Una vez arrasado el sistema de partidos tradicionales y destruida casi totalmente lo que el marxismo clásico denomina como "la superestructura" de una determinada formación social, es pertinente preguntarse ¿qué pasa con el millón de jóvenes de clase popular, media, urbana y profesional?.
Nacieron, crecieron y se formaron viviendo en un estado republicano, el mismo que fue liquidado por Decreto; ahora son un factor esencial del novísimo Estado Plurinacional empeñado en imponer en el país un régimen comunitario delineado bajo los principios del Socialismo del Siglo 21.
¿Estará el Estado Plurinacional en condiciones de responder a las inquietudes más profundas de estos jóvenes que anhelan incorporarse al mercado de trabajo, tener una familia y vivir de acuerdo a los cánones universales de bienestar y progreso material y espiritual?.
La generación de la utopía socialista de los años sesenta, que fue inspirada por la Revolución en Cuba y las imágenes miticas de Fidel Castro, el "Che", Raúl Castro, Camilo Cien Fuegos y las columnas guerrilleras bajando victoriosas de la Sierra Maestra, fue sacrificada más adelante por la represión criminal del militarismo.
Los guerrilleros bajaron de la Sierra entonando su grito de guerra: "Patria o muerte, venceremos" y se transformaron luego en el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.
¿Qué tipo de estado y sociedad ofrece el Estado Plurinacional en Bolivia al millón de jóvenes de la generación de la democracia, nacidos y formados bajo el influjo de la libertad y de los valores universales de la democracia demoliberal y de la civilización occidental?.
¿Se mutilarán las esperanzas e ilusiones de miles de jóvenes, hombres y mujeres, que surgen en los espacios de la producción cultural y de la imagen en los medios de comunicación, las pasarelas y las empresas corporativas del sector servicios, el comercio internacional y el turismo?
El gobierno trató de establecer una comuna campesina en Yapacany.
El intento fue rechazado.
Los campesinos exigieron titulación individual.
Es claro que el Gobierno quiere formar una nueva generación de jóvenes, olvidándose de lo que quieren hoy los nuestros, pero que responsabilidad tenemos nosotros sobre esa juventud, cuando no les hemos enseñando ni recordado a esta nueva generación lo que costó ( sangre y muerte ) conquistar la Democracia?, cuando no hemos sido capaces de generar nuevos políticos con real vocación de servicio a su país y no que se sirva de éste?, que no les hemos enseñado que tener oposición es bueno?, por que no podemos hablar de Democracia si desconocemos una oposición constructiva, para que cuando estemos enceguecidos por el poder nos abran los ojos y nos indiquen que nos estamos saliendo de nuestro rumbo para volver a encarrilarnos y no perder nuestros objetivos por los que alguna vez luchamos?.
ResponderEliminarTodos los extremos son malos y la Democracia me parece el mejor equilibrio en el que todos podemos convivir, expresarnos libremente, y saber que de acuerdo a nuestros esfuerzos lograremos nuestros objetivos en la vida, lo que siembras cocechas dicen, es bueno preocuparse por los más pobres, por los más necesitados, pero sin romper la Institucionalidad.
Creo que todos somos responsables, por hacer o por dejar de hacer, no podemos construir sobre el sufrimiento de otros, así como no podemos ser felices cuando hacemos daño al otro.