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En primer lugar debemos comprender que las fuerzas armadas de cualquier país, son parte de la superestructura de la sociedad, es decir está sujeta a la estructura económica dominante. Por lo tanto las acciones de las fuerzas armadas se basan en políticas estatales definidas por los gobiernos que son el resultado del régimen económico imperante.
En el caso de los países atrasados, en concreto de los de Latinoamérica y en especial las Fuerzas Armadas de Bolivia, estas, después de la revolución de 1952, que destruyo las bases ideológicas del ejercito feudal burgués, fueron reconstruidas 8 años más tarde, bajo imagen y semejanza de la entrega al imperialismo norteamericano por parte del Gobierno pro imperialista de Víctor Paz Estensoro (MNR).
Fue así que los oficiales del nuevo Ejército Boliviano, fue moldeado a imagen y semejanza del imperialismo yanqui, en la Escuela de las Américas de Panamá, dando como resultado que estas no tengan contenido ideológico propio, es decir nacional, y que estén preparados, no para la guerra externa, sino para la guerra interna o de baja intensidad. La guerra de baja intensidad, es la preparación militar para cuidar los intereses imperialistas en cualquier país dependiente de la metrópoli imperialista, es decir aplacar y eliminar cualquier brote de insurrección o descontento interno, para así garantizar la aplicación de políticas económicas dirigidas por Washington y monitoreadas por el Pentágono. Muestra de ello son las masacres permanentes desde Barrientos hasta Sánchez de Lozada, pasando por Ovando, Banzer, Natush, García Meza, etc.
La arenga Subordinación y Constancia, fue implantada para que sea un ejército que no delibere a su interior y que acepte subordinadamente las políticas imperiales manejadas por los gobiernos de turno, así como constancia en los principios de baja intensidad, eliminando a cuanto se oponga a la doctrina imperial. El cambio de esta arenga, por la de Patria o Muerte, significando Patria un genérico, que responde también a la presente estructura económica capitalista, solamente con cara indígena, discurso socialista y actos completamente en defensa de la propiedad privada (Nueva Constitución Política del Estado, decretos y leyes de sociedad con las transnacionales para el saqueen del país), y Muerte que expresa que esa patria descrita líneas arriba, será defendida a muerte, es decir siguiendo con la guerra de baja intensidad, con la guerra del enemigo interno, que mas tarde que nunca se revelara contra la impostura masista burguesa.
Como se ve el cambio de Arenga o Grito, no alterara las acciones represivas que tiene el actual ejército boliviano, vaciado de ideología propia y preparado para eliminar al enemigo interno, fundamentalmente pobres, hambrientos, desempleados, trabajadores y campesinos que buscan liberarse del yugo burgués y que en su camino barrerán con este ejército para llevar a acabo la revolución socialista e instaurar el gobierno propio de obreros y campesinos, a fin de construir el Socialismo; es entonces que a partir de los revolucionarios emergerá un nuevo ejército, el ejército rojo boliviano, el ejercito de obreros y campesino
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