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No deja de ser paradójico que el sr. Mariaca, notable y valiente opositor que no hace mucho me tildaba de estar al servicio del régimen masista, escriba ahora una Carta abierta al Presidente de la República para defender a Pablo Cingolani.
Y digo que es paradójico porque si alguien ha estado, abierta y militantemente, al servicio de Evo morales y del masismo ha sido el Sr. Cingolani, que dispuso incluso de oficina en el Palacio Quemado al lado de su amigo Walter Chávez y que no dejaba pasar publicación, foro ni oportunidad para ensalzar la figura del "hermano presidente" y las reales o supuestas bondades extraordinarias, históricas e irreversibles del proceso de cambio. La diferencia, pensará el sr. Mariaca, es que Pablo es su amigo y a Choquehuanca ni lo conoce, y pensará bien, pero ¿es eso éticamente correcto? No, sr. Mariaca, si don Cingolani es tan amigo suyo, entiendo que no lo critique, pero tampoco lo defienda, quedese ud. callado y guarde su lengua donde no le de el sol, porque si resulta que usted detesta a los masistas que no son sus amigos, pero comprende, admira, ampara y protege a los que sí lo son, eso sin duda habla muy bien de su sentido de la amistad, pero da una imagen muy pobre de su coherencia política. Y éste es un foro político y no una lista de facebook.
Respecto al Sr. Cingolani, yo diría, con Pierre Vergniaud, que la revolución se come a sus hijos. Pablo Cingolani tiene todo mi respeto y ojala salga bien de todo este entuerto.
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