viernes, 27 de marzo de 2009

Encuentro clásico

Hernán Zeballos H.
hernanzeballos@yahoo.com

El reciente Foro Permanente del IBCE - CEPB, encaró el tema: "Exportaciones, competitividad y tipo de cambio en Bolivia", tuvo como en los denominados clásicos del fútbol a dos contendores muy importantes, por el sector público a Gabriel Loza Tellería, actual Presidente del B.C.B y por el privado a Armando Mendez Morales, ex presidente de ese Banco y economista destacado, con juicios siempre claros sobre estos temas y valiente en sus puntos de vista. Hoy se necesita valor por la posibilidad de ataques y represalias.

Loza, con profesionalismo, defendió mediante un arsenal de elementos que permitieron visualizar las políticas monetarias de nuestros vecinos, la mayoría un tanto erráticas, se apoyo en informes internacionales que aparentemente conducen a la conclusión de que lo que hace el gobierno, en los últimos meses es lo mejor.

Su enfoque estuvo centrado en la defensa de que el tema principal en la política monetaria es la lucha contra la inflación, por ser ésta un mal mayor, y la bolivianización de la economía que ha permitido que la mayor parte de los depósitos bancarios sean en nuestra moneda. Pero se olvidó mencionar que en la última década se tuvieron dos experiencias catastróficas al mantener la paridad entre el dólar y una moneda nacional, la del período Menem, que hizo estragos en el aparato exportador argentino y la del Ecuador que todavía se mantiene igualmente con efectos adversos para esa economía.

La artillería de Armando Mendez, fue dirigida a explicar, en primer lugar, los efectos del contexto internacional, caracterizado por la crisis financiera internacional y la crisis económica mundial, con caídas en el PIB en USA, los países de la Unión Europea , Japón, Brasil y China acompañada de fuertes disminuciones en la producción industrial, deflación y fuerte dosis de desempleo, el problema mayor. Los datos en la caída de exportaciones por parte de Colombia (café), México, Japón y China son simplemente espectaculares.

El argumento central: "llegó la crisis económica a Bolivia y terminó el boom económico liderado por las exportaciones, pero se mantiene fijo el tipo de cambio desde Octubre del 2008" . Como todo economista sabe desde Economía I, la tasa de cambio es simplemente un precio más, es el precio de la moneda, en consecuencia, al tener un dólar barato se desincentiva las exportaciones y se incentivan las importaciones, con la secuela de menores ingresos y pérdida de empleos. Las importaciones del 2008 fueron las más altas de los últimos tres años y empieza a darse el resultado de que las importaciones superen el valor de las exportaciones, volviendo al modelo de balanza comercial deficitaria. A ello hay que añadir el empeño del gobierno por destruir el aparato productivo agroindustrial con las importaciones subsidiadas de harina de trigo, arroz, maíz y prohibir las exportaciones de ciertos rubros que impidieron a los productores aprovechar los precios altos de una coyuntura de muy corta duración.

Mendez demostró que la variación en el tipo de cambio real con socios comerciales y multilateral ha sido negativa para Bolivia en lo casos de Brasil, USA, Argentina y multilateral, sólo favorable en el caso de Venezuela, país con el cual nuestro comercio es muy limitado y sujeto a caprichos administrativos.

La conclusión de Mendez es muy clara: "el mantener fijo el tipo de cambio no es el medio para luchar contra la inflación, no elimina las expectativas de devaluación, es un modo artificial de impedir la dolarización. Hay necesidad de volver a la política de la devaluación cambiaria que tuvo pleno éxito en el período 1980 - 2005, aplicando las "minidevaluaciones".

Se puede concluir como lo afirmó Ernesto Antelo, que la pertinaz bolivianización de la economía, no se ha reflejado en un menor costo de vida y "el sector exportador se ve afectado por ella y se enfrenta a un escenario dantesco en lo interno y externo". Por tanto, el cambio es necesario.

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