jueves, 28 de marzo de 2013

REFLEXIONES SOBRE EL COMERCIO EXTERIOR DE BOLIVIA Y EL ENCLAUSTRAMIENTO MARITIMO

Eduardo Campos Velasco
Asambleísta Departamental – UN
eduardocamposdc@yahoo.es

Será la necesidad de responder con urgencia a las condiciones coyunturales que casi siempre nos apremian o la falta de reflexión serena y responsable que nos permita diferenciar lo urgente de lo importante sobre nuestro futuro, lo cierto es que de manera invariable, acabamos asumiendo medidas que antes de favorecernos, casi siempre nos perjudican. Esta es una constante en el país que se repite de manera perversa; no sólo en temas como la reivindicación marítima o el comercio exterior, sino en casi todos los aspectos del acontecer nacional.

Diríamos que Bolivia, más allá de los problemas estratégicos no resueltos: pobreza, desigualdad, baja producción y productividad y esa lejanía de los circuitos económicos mundiales, arrastra de manera histórica una dificultad para identificar su visión de futuro, en términos políticos, económicos y técnicos, que cumpla el requisito de representar los intereses de todos y tenga posibilidad de éxito. Cada nueva gestión, cada nuevo gobierno, cree tener derecho a experimentar una serie de medidas destinadas a superar los problemas, sin reparar que no se trata de hacer la prueba y morir en el intento, sino de revertir de manera sostenida y efectiva las condiciones de sub desarrollo en la que nos encontramos. A esa situación se la denomina la falta de políticas de estado.

En ese sentido se inscriben muchas de las acciones del actual gobierno, que cree tener el derecho a ensayar soluciones - sobre todo – en los temas más sensibles, como es el caso de la necesidad de recuperar la cualidad marítima del país y mejorar la vinculación económico comercial de nuestra economía con el mundo.

La famosa agenda de los 13 puntos acordada con el gobierno de Bachelet a partir de 2006 - como todos sabemos - acabó en punto cero una vez que se produjo el cambio de gobierno en el vecino país. Cosa similar sucedió en el ámbito de las relaciones internacionales, cuando desde una postura francamente político-ideológica, se priorizaron alianzas con regímenes como los de Cuba, Venezuela, Irán y otros - todos ellos - fuertemente cuestionados en el contexto internacional por su conducta poco democrática.

Estas experiencias, claramente nos muestra que no será, haciendo la prueba que se puedan resolver, no sólo el enclaustramiento marítimo de Bolivia, sino el mejoramiento del intercambio comercial de nuestra economía con el mundo, factor este último que resulta fundamental para superar la baja producción y productividad que están impidiendo revertir de manera cierta y efectiva los niveles de pobreza y desigualdad.

Bolivia requiere generar riqueza, elevando sus niveles de producción y productividad, lo que a su vez, resultan fundamental para superar efectivamente los altos niveles de pobreza y desigualdad de sus habitantes. Los bonos y subsidios, en sí mismos, no resuelven el problema, porque mientras el futuro y las expectativas de una gran parte de la población dependan de la voluntad discrecional del gobernante de turno, nada cambiara. Hace falta generar condiciones para la reactivación del aparato productivo y la generación de empleo, única vía por la que los niveles de pobreza y desigualdad puedan ser superados. Como dice el refrán: "no es dándoles comida a los pobres, que dejaran de serlo; hace falta enseñarles a pescar (a generar su propia riqueza)

Entonces, cuando estamos hablando de comercio exterior y reivindicación marítima, no estamos hablando de preferencias político-ideológicas o un sentimiento histórico reivindicativo; nos estamos refiriendo a los factores que pueden facilitar la resolución de los verdaderos problemas de enfrenta nuestra sociedad: hambre, miseria, desesperanza, falta de oportunidades, pobreza, desigualdad. Solo visualizando que el mejoramiento de las relaciones internacionales de nuestra economía con el mundo - lo que incluye la recuperación de la cualidad marítima del país - estaremos en mejores condiciones de enfrentar los verdaderos problemas que nos aquejan como sociedad. No visualizar de esa manera ambos temas, es francamente no asumir con responsabilidad el futuro del país.

Si el análisis anterior es correcto, corresponde plantearse la necesidad de mejorar en términos globales, las relaciones internacionales de Bolivia con el Mundo. No puede ser que siendo tan pequeños - en términos económicos y poco relevantes en términos políticos - pretendamos influir en el contexto internacional con idearios sobreideologizados pregonando la muerte del libre intercambio comercial. Es inadmisible que el gobierno apueste por romper relaciones con las principales economías del mundo y privilegie acuerdos de tipo político ideológico que no le reportan beneficios concretos, cuando nuestros vecinos - particularmente Chile - forman parte de los más importantes circuitos comerciales.

El aislamiento y peor aún, el alinearse con regímenes fuertemente cuestionados por su poca actitud democrática, reducen y perjudican la participación de nuestra economía en el contexto global y tiene repercusión - como lo estamos comprobando - en el propio tema de la reivindicación marítima. Más temprano que tarde esos regímenes poco democráticos de los cuales el gobierno se jacta de ser aliado, perecerán en el ámbito del contexto internacional, comprometiendo peligrosamente al nuestro. Pequeñas economías como la nuestra, no pueden plantearse objetivos tan descomunales como revertir las relaciones de libre intercambio que rigen las relaciones del mundo; plantear desde Bolivia - como el nuevo ideario mundial - el abandono del sistema de libre comercio internacional, no sólo que no tiene posibilidades de éxito, sino que compromete la imagen del país en el contexto internacional.

Bolivia, si quiere mejorar sus relaciones internacionales - lo que implica aprovechar eficientemente el intercambio comercial con el mundo - no puede privilegiar relaciones con unos y perjuicios con otros; peor aún, si estas relaciones se privilegian con aquellos países con los que los intercambios comerciales son insignificantes y dependen de compromisos político-ideológicos. Bolivia mantiene relaciones muy fluidas con Cuba, con la que el intercambio comercial es ínfimo y desecha mejorar las relaciones con EE UU, economía que importa bienes desde Bolivia por un valor superior a 1.700 MM de $us/año.

Pero los errores y falsas alternativas no sólo se manejan en el ámbito político, también el ámbito técnico. Se habla de los corredores bioceánicos, como parte de una estrategia de integración subregional, cuando lo que corresponde es referirse a la vinculación carretera y férrea del corazón del continente sudamericano con los puertos del Pacífico. No es evidente que el comercio sub regional dependa de la conclusión de la carretera que une Santos (Brasil) con a Arica (Chile); lo que hace falta es vincular la producción – principalmente agropecuaria - de varios Estados brasileros del oeste (centro y sud), colindantes con Bolivia a los puertos del Pacifico, pasando por territorio boliviano. Rondonia, Matogroso y Matogroso del sur, los tres más importantes productores agropecuarios del Brasil, requieren acceder al Pacifico para facilitar y mejorar sus exportaciones a países asiáticos, principales importadores de sus productos. En términos generales, Brasil exporta a las economías asiáticas unos 30.000 millones de $US/año. Por su parte, Paraguay, otro vecino urgido de salir al Pacifico, el año 2011 exportó un total de 11.000 millones de $US solo en oleaginosas. Es esta producción destinada a la exportación que requiere salir al Pacífico para dejar de hacer lo que en la actualidad hace, salir al Atlántico, teniendo luego que realizar una vuelta ya sea por el canal de Panamá o pasando por el estrecho de Magallanes.

Esto es lo que se pretende superar con la consolidación de los corredores del centro de Sudamérica al Pacifico; permitir bajar costos y tiempos en el creciente incremento de la exportaciones de Sudamérica a las economías asiáticas. Otras alternativas, como los puertos fluviales sobre el rio Paraguay (Puerto Aguirre) y la zona franca en Rosario (Argentina) sin ser desdeñables, no resuelven el sentido del flujo comercial privilegiado, que es llegar al Pacifico.

Ahora bien, si esto es así, la salida a los puertos del Pacífico, se constituye en un imperativo de nuestros vecinos, Brasil y Paraguay fundamentalmente, en incluso el norte argentino, a los que se suma la aun pequeña producción boliviana que también tiene el mismo sentido. Es ese impulso económicos comercial del continente, que Bolivia debiera aprovechar para resolver el tema del enclaustramiento marítimo, considerando que los puertos más cercanos y viables para facilitar las exportaciones con rumbo a los países asiáticos, son los puertos de Antofagasta, Mejillones, Iquique y Arica. No ver así la situación económica comercial y la reivindicación marítima de Bolivia, es no entender lo que está sucediendo. Plantearse el traslado de las exportaciones por puertos peruanos, en estricto sentido no es una solución, sino apenas una amenaza, que difícilmente podrá hacerse realidad.

Las rutas de comercio, ahora y antes y en cualquier parte del mundo, privilegian siempre los tramos más cortos y accesibles. Suponer que una decisión de carácter político, producto de las malas relaciones del gobierno de Evo Morales (Bolivia) con el régimen de Piñera (Chile) podrán cambiar el sentido del comercio exterior es esta parte de la sub región, adicionándole 300 kilómetros, con los consiguientes perjuicios en tiempos y cotos, es no entender el comercio internacional y lo peor para nuestro país, es postergar una gran oportunidad para que en el ámbito de esa emergencia económica comercial favorable podamos recuperara la cualidad marítima perdida.

Bolivia, en el marco de una autentica política de estado, concertada con todos los actores internos del país, debiera proponer una solución al enclaustramiento, aprovechando esa presión que ejercen intereses económicos de nuestros vecinos, principalmente el Brasil, planteando con la mayor claridad posible, la recuperación de su cualidad marítima y no "enredarse" en iniciativas como esa de la estrategia concéntrica que no pasan de ser un juego de palabras. Recuperación de la cualidad marítima y mejoramiento del comercio exterior, son partes de un todo que significa el mejoramiento de las posibilidades de resolver los problemas históricos de Bolivia.

Todo esto no será posible, si a la vez, no se dispone de una política de estado que se plantee en términos globales mejorar nuestras relaciones internacionales con todos los países del mundo. Como en toda disputa, Bolivia requiere aliados, pero no aliados político-ideológicos, sino y sobre todo económico comerciales. Esa es la diferencia con el pasado y esa es la posibilidad que peligrosamente estamos desaprovechando.

LA ALBA FRENTE A LOS DERECHOS HUMANOS

Oscar Ortiz Antelo
oscar.ortiz.articulos@gmail.com

A última hora, la Asamblea Extraordinaria de la OEA logró un acuerdo para aprobar la reforma para el fortalecimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Esta ha sido duramente cuestionada por los países miembros de la ALBA, que pretendieron aprovechar ese proceso para limitar sustancialmente su capacidad de actuación y, especialmente, acabar con la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, que ha emitido informes críticos sobre los abusos contra los medios de comunicación independientes cometidos en estos países.

Injustificadamente, países gobernados por partidos que se definen como de izquierda buscan debilitar hasta la inoperancia a una entidad que fue uno de los principales órganos de protección a las dictaduras militares de los 70 y 80, incluyendo a varias personas que hoy ocupan espacios de poder importantes en esos gobiernos. Venezuela ha denunciado a la CIDH, según expertos, para evitar ser alcanzada por las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a la que han acudido diversas víctimas de los atropellos del Gobierno de Hugo Chávez. Bolivia y Ecuador han amenazado con retirarse de la CIDH, a la que han llegado, por ejemplo, grupos indígenas por el conflicto del Tipnis y perseguidos políticos (caso Bolivia) y medios de comunicación (caso Ecuador), cuyo presidente los enjuicia y demanda por millonarias indemnizaciones que los obligarían a cerrar.

Sus críticas no son sinceras. Tanto la CIDH como la Corte Interamericana son compuestas por siete miembros elegidos por la Asamblea General, en la cual los países latinoamericanos tienen mayoría. Incluso Chávez controló la mayoría de los votos en las últimas elecciones gracias al petróleo donado a naciones del Caribe. El financiamiento recae principalmente sobre Estados Unidos y Canadá, porque muchos otros países no cumplen con sus aportes, especialmente los de la ALBA. La ubicación en Washington, otro de los argumentos, no es el tema de fondo. La Corte tiene sede en Costa Rica e igualmente está siendo desconocida por Venezuela.

El Sistema Interamericano de Derechos Humanos, con la Comisión y la Corte, necesita ser fortalecido. Reconocido por su desempeño frente a las dictaduras militares, este ha sido poco efectivo frente a los abusos contra los derechos humanos infringidos por gobiernos que, teniendo origen en elecciones democráticas, gobiernan autoritariamente, como sucede en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Este debiera ser el fondo de la discusión.

EL DÍA 23

Carlos Tony Sánchez
tonysanchez_77@hotmail.com

Después del desfile del 23 de marzo, los desfilantes de las reparticiones del Estado, solían congregarse – por acuerdo previo – en la multitud de locales de las calles laterales al Prado paceño, mismos que eran más expertos en el expendio de bebidas alcohólicas que en el arte culinario. Esto ya era una Institución. Del paso campante del civismo al remate de los mortales. Bien decían que estos locales "hervían" hasta que el alba convocaba a los parroquianos al retorno, en una lenta y dolorosa cofradía, dejando a su suerte y enlazados en los postes, a quienes proferían, embebidos y con mayor estertor que el propio Abaroa, el famoso "que se rinda".

Entonces ahí, por entre medio de la bruma del cigarrillo, se podía observar en derredor de una mesa verdeando de cerveza, pues antes las botellas eran verdes, a los funcionarios de Estado que se daban a la tarea de jugar "cacho", llamado también "generala" por los más encanecidos, vaya a saber porqué. El bullicio de los dados, el tintinar de las botellas y el salud-salud, eran tales, que aún hoy los escucho – a las veras del Piraí – a pesar de las distancias y las decenas de años transcurridos.

Allí, no se hablaba del mar, ni del amor, ni cosa parecida. Ocupábanse (los hombres, pues las mujeres "decentes" estaban resguardadas en sus casas) del próximo partido del Strongest o del Bolívar y de las recientes aventuras libidinosas de la Susanita con el nuevo jefe (pues siempre existe una Susanita (y un nuevo jefe), como Secretaria, donde sea que uno vaya) y conforme los influjos de Baco tomaban cuerpo, el sueldo bajo y los ascensos administrativos generaban agrias discusiones, interrumpidas invariablemente, por la intervención divina de alguno al espetar " ¡ya!, juguemos"… entonces los dados volvían a revolotear en la mesa, dando por finalizado el round.

Yo ya no vivo más allá, en la ínclita ciudad de El Illimani, llamada así por quienes creemos en la paternidad de la montaña milenaria, hermano mayor de otras magníficas montañas nevadas de las cuales devienen el Choqueyapu y los ríos "Jahuira" que cruzan soberanos, por arriba y por abajo, la ciudad renombrada por unas huestes de bandidos ibéricos como "Nuestra Señora de La Paz" (no faltaba más), popularizada como "Chuquiago Marka" por los fecundos Kjarkas y final e inevitablemente con el mote de "sede de gobierno", los más, desventurados.

Ya entrado en años y en contienda permanente con los lípidos abdominales, amén de la prueba mensual de fe, al considerar mis ingresos y los gastos de mis hijos y mi mujer (pese a que no es dispendiosa), me pregunto si el feriado del 23, cambió de forma o de fondo (por usar la trillada frase parlamentaria). Hoy, la palabra "festejo" es reemplazada por "recordatorio" y está bien, es más pertinente, a pesar que para los individuos que pasan 40 horas semanales detrás de un escritorio, este recordatorio le dé –comprensiblemente- pie al festejo.

Hoy prefiero hacer comparaciones, remembranzas de aquella fecha magna, empapado por el fervor cívico que renace en mi alma infantil al sonido de las marchas de bandas militares y volviendo a traer a mi memoria, los sentimientos de mi padre y mis maestros (excombatientes de otra guerra) quienes inculcaron en mí no solo la pasión por Bolivia, sino también, la xenofobia hacia los chilenos y las sardinas enlatadas de industria chilena.

Claro, ya no me permito ser xenófobo ni ignorante, pero sí, dejo que el patriotismo me invada. Lo hago porque me gusta sentir admiración por el Juancito, encarando con un fusil su destino; por el arrebato grandioso de la Genoveva abrazada a mi bandera; por el Mamani a quien solo el Hades apagara su corneta y por Don Eduardo, su Winchester y los 128 combatientes en las orillas del río Loa y en el puente más famoso de Bolivia. Este hecho es – ciertamente - más cercano a mí y a ellos; nuestros muertos más "machos" que el espartano Leónidas y sus 300 hoplitas en el desfiladero de Las Termópilas.

Y hago esto (las comparaciones y remembranzas) sentado también en una mesa, con refresco de k´hisa y mocochinchi, rodeado de mis descendientes, esperando que éstos – a su vez – así lo hagan un día, con los suyos. Asimismo advierto epistolarmente, la necesidad de la lectura y aprendizaje de la historia, como la mejor manera de evitar escuchar a los mismos espíritus mentirosos del señorío imperial y sus vasallos, que hoy y siempre, aquí, allá y acullá, relativizan y tuercen los motivos verdaderos del desgarro de la integridad territorial de Bolivia.

Y dejo que el patriotismo me nutra a pesar de los consejos anti-patriotismo de algunos insignes escritores, desilusionados por los emprendimientos bélicos de sus líderes, allá en el viejo continente.

Aquí en el Sur, decía el mágico García Márquez, que uno no es de ningún lado, hasta que no tenga a alguien suyo bajo la tierra. Y aunque el héroe del Topáter pariente mío no es, corono a él y su esposa, Doña Irene Riveros, al niño soldado Juancito Pinto, a la niña abanderada Genoveva Ríos, al corneta Mamani y todos los muertos en esa contienda, como mis antepasados. Por voluntad propia y con la mediación de las imágenes y sonidos de mi niñez y juventud.

He ahí, un viril hombre, un nombre ejemplar, que asumía la dura respuesta de sus labios como un reto a la muerte. Qué lejos está el epíteto glorioso de Abaroa, de las palabras gratuitas e insolentes de los escudados en la democracia y el apego propio a una vida disoluta y sin grandeza. Más, he allí unos niños gigantes, de un valor tan insigne que averguenzan nuestros más elevados emprendimientos. Y "elay", un músico sin más armas que la fuerza de sus pulmones, la determinación de su alma y una corneta.

Ecce hommo (he aquí el hombre) y su gloria. Aquí está nuestra historia, el vívido relato de la grandeza de hombres y mujeres muertos en combate, de los antónimos de las gentes reposadas y cobardes, refugiadas – de antaño - en sus sillas cardenalicias y sus cuentas bancarias.

El 23 es para mí, como una flor que se renueva cada año. La historia del 23 me sigue alumbrando, como faro en las tinieblas de la anarquía colectiva. La conducta sacrificial de los caídos con gloria trasciende los cielos, derrota el miedo cobarde y jala a pocos a las cumbres del Olimpo.

Hoy, erguido y en mi sano juicio, puedo vivar a los héroes de la guerra.

miércoles, 27 de marzo de 2013

EMABARA-SOZA Y VERGON-SOZA SITUACION

Walter "Puka" Reyesvilla Méndez
aguadoble@yahoo.es

No sé si yo me cruzo en su camino o ellos en el mío. Cierto día, mientras comía una llaucha por la calle, prácticamente me choqué con el corrupto Santos Ramírez quien se suponía que estaba entre rejas. Comenté el hecho a través de las redes sociales, y en minutos era noticia nacional y las autoridades carcelarias salían a dar apuradas "explicaciones".

Algo parecido me sucedió la noche del 17 de diciembre de 2010. Caminando por la plaza España, casi me doy de cabeza con el fiscal Marcelo Soza. Al día siguiente, lo hice constar colocando una fotografía y un comentario: "Anoche, justo mientras los medios daban a conocer la lista de los 39 (imputados en el caso "terrorismo"), me crucé en la calle con este personaje. Hablaba por celular y soltaba sonoras carcajadas....".

Con el paso del tiempo, esas risotadas cobraron sentido: era como sacarse el gordo de la lotería, ¡39 sujetos a quienes extorsionar!. Mientras, la figura mediática del "afortunado" operador del régimen crecía en influencia hasta que una grabación puso en evidencia el abyecto proceder suyo y de el entorno que gubernamental que tramó el caso "terrorismo".
Las carcajadas quedaron atrás y el hombre ha puesto los pies en polvorosa: sabe demasiado y el Gobierno sabe que sabe demasiado. De niño mimado podría pasar "buscado vivo o muerto" -¿le suena esta frase?-.

Es que, más allá del maquillaje discursivo del régimen, las entrañas del monstruo están en descomposición producto de la podredumbre ocasionada por su insaciable sed de poder, borrachera incluida.

Ejecuciones extrajudiciales, siembra de "pruebas", extorsión a manos llenas, soborno y terrorismo de Estado son parte del festín con el que el Gobierno hizo su propio "vivir bien", a costa de la violación de los derechos humanos, y del dinero ajeno.

Ahora, el régimen se encuentra en una embara-Soza y vergon-Soza situación: la estantería se cae y los ajustes de cuentas dentro de la mafia se están haciendo frecuentes.

De nada le servirá invocar al neoliberalismo, al imperialismo, a la oligarquía, a la Iglesia, a la prensa o a la "embajada" para zafarse del pantano en el que se encuentra.

Está con el lodo hasta el cuello y con las entrañas putrefactas. Imposible disimularlo.

JUGANDO AJEDREZ EN LA HAYA

Mario Requena Pinto
mwrp55@yahoo.com

El mensaje del presidente Morales en relación a la política de Estado que a partir de ahora los gobiernos bolivianos seguirán en el tema de la recuperación de la soberanía marítima envuelve una amplia gama de acciones tanto en el tema legal como en lo geopolítico.

En esta entrega analizaremos el tema legal que se manejaría en el tribunal de La Haya y en una próxima columna el efecto económico y la viabilidad de desviar carga boliviana desde puertos chilenos hacia puertos peruanos.

En lo legal, si bien no se conoce la forma específica de la demanda que el Gobierno presentará en los siguientes 30 días, las declaraciones del director de Diremar, Juan Lanchipa y del Vicecanciller Alurralde dan indicios de cuál sería dicha estrategia.

En efecto, el director Lanchipa declaró: "La cuestión territorial es uno de los componentes del Tratado (de 1904), pero que se halla íntimamente relacionado con el cumplimiento de las obligaciones y precisamente Bolivia, para habilitar todos los mecanismos de solución pacífica de controversias, ha visto por conveniente retirar la reserva del artículo 6º del Pacto de Bogotá" .

Adicionalmente, en la misma conferencia de prensa el Vicecanciller Alurralde afirmó que antes de la ratificación sin reservas del Pacto de Bogotá, el país no podía recurrir a tribunales internacionales para solucionar temas como el desvío del río Lauca, el uso de las aguas del Silala o de los soldados que fueron apresados injustamente cuando luchaban contra el contrabando.

Por otra parte, tanto juristas nacionales como chilenos reconocen que al no ser retroactivos los pactos, significa que la base de la demanda boliviana sería sobre acciones o cuestiones posteriores a 1948 donde Chile habría incumplido o simplemente no habría respetado los derechos bolivianos. Estas cuestiones serían: el desvío de las aguas del Río Lauca, el uso de las aguas del Silala, el desminado de fronteras, el libre tránsito establecido en el Tratado de 1904 y la cuestión marítima definida en el mismo Tratado

Con todos estos elementos es sencillo deducir que la estrategia que seguiría Bolivia será "envolvente" y de largo plazo. Envolvente porque en un principio se demandaría a Chile por varios temas, entre ellos las cuestiones del río Lauca, el Silala, el desminado de fronteras y el libre tránsito, donde Bolivia tendría las pruebas suficientes para demostrar que ese país no ha cumplido las normas internacionales ni los tratados o convenios establecidos. Una vez obtenidos resultados favorables a Bolivia y particularmente en el tema del libre tránsito (que corresponde al Tratado de 1904) quedaría demostrado que Chile no cumple sus compromisos y por lo tanto sería válido que Bolivia pida una revisión completa del Tratado de 1904.

El plan es de largo aliento debido a que no se tendrán resultados concretos en los siguientes cinco a ocho años y por eso el presidente Morales ha pedido que se siga una política de Estado, ya que los gobiernos futuros deberán continuar con los juicios establecidos en La Haya

Si bien no se puede asegurar que se tenga un 100% de éxito en La Haya, la estrategia es astuta ya que se estaría atacando a Chile donde más le duele, que es su afirmación que dicho país cumple a la cabalidad los Tratados que firma, pero si se llegara a demostrar lo contrario en uno o más de los contenciosos nombrado más arriba, la imagen internacional de ese país quedará empañada y Bolivia habría conseguido no sólo compensaciones económicas, sino simpatía internacional para tratar el tema sustancial que es la recuperación de la soberanía marítima. Adicionalmente, al ser una estrategia de largo aliento, se tendría en jaque permanente a la política exterior chilena y a la sinceridad de su discurso sobre la integración latinoamericana.

Las debilidades de esta estrategia surgen del hecho que el tema de fondo para Bolivia – que es la recuperación de la soberanía marítima – por más que Chile pierda en todos los contenciosos que nuestro país presente ante La Haya, seguirá dependiendo de una negociación bilateral ya que en lo referente a territorios, el Tratado de 1904, según el Pacto de Bogotá, no se puede tocar. El obstáculo definitivo para poder llegar a algún tipo de solución en el tema marítimo es la negación de Bolivia de entregar compensación territorial si es que Chile considerara ceder parte de su territorio y es por eso que las declaraciones de los sucesivos gobiernos chilenos referentes a este problema remarcan insistentemente que se puede negociar muchas cosas excepto el tema de territorio con soberanía, peor aún si Bolivia no toma la iniciativa de entablar conversaciones ofreciendo un área geográfica equivalente a la que Chile estaría dispuesto a entregar.

El presidente Morales tienen la esperanza que el nuevo gobierno de Chile - que con alta probabilidad será dirigido por Michelle Bachelet y con quién nuestro Presidente tiene mucha afinidad- sea más abierto al diálogo relacionado con el problema marítimo, pero es probable que, dado que el libelo en La Haya estaría iniciado hasta fines de año, el nuevo gobierno de Chile no cambie la política definida por su actual administración que es que mientras haya contenciosos en los tribunales de La Haya, Chile no establecerá ningún tipo de diálogo sobre los temas que están siendo discutidos en esa jurisdicción, lo que obligará a que Bolivia deje en "status quo" cualquier proceso de complementación económica y comercial con ese país que incluya algún aspecto de lo discutido en dicho Tribunal. Se puede vaticinar, por lo tanto, un largo período donde las relaciones gobierno-gobierno entre Chile y Bolivia se enfriarán y es de esperar que se cumpla el deseo del presidente Morales que estos contenciosos no afecten la amistad entre los pueblos de ambos países.

CONDOR DE LOS ANDES POR UNA CAMISETA

Gamal Serhan Jaldin
www.gamalbolivia.com
gamalserhan@yahoo.com

La sola idea de Evo Morales de condecorar al capitán del equipo contrario de la selección nacional, me causo mucha bronca. Si a eso le sumamos que contra los gauchos, no solo nos jugábamos la última posibilidad de seguir aspirando llegar al Mundial del Brasil 2014, sino que además es un duelo aparte por sus constantes quejas de la altura y por la última paliza que se llevaron en el Hernando Siles.

Mi nivel de indignación fue subiendo cuando averigüe que el Cóndor de los Andes, es la máxima condecoración que impone el Estado Boliviano a quienes hubiesen prestado grandes servicios a la nación. Distinción que debe ser entregada en un acto protocolar a la altura de las circunstancias.

Está claro que Messi es sin duda hoy el mejor jugador del mundo, pero yo me pregunto ¿qué servicio le presto a Bolivia? Decir que en la altura no se puede jugar?, que porque el pasto estaba seco no pudo meter un gol? como dicen sus compatriotas "andaaa".

Después de terminado el partido y habiendo sentido como todo el Hernando Siles rechiflábamos a Messi; por la bronca que ha todos había generado el anuncio presidencial, y un poco con el sabor amargo del empate, no pensé que quedaría más espacio para más rabia.

Pero grande fue mi sorpresa al ver por televisión argentina, que el Presidente de Bolivia se había salido con la suya y había ido como quinceañero a la puerta del vestuario de la selección argentina, a declararle a Messi su admiración y a entregarle un regalito a nombre del Estado boliviano, poncho incluido.

Messi despeinado, sudado y descalzo lo recibió. Sin saber la importancia que tiene tal presea para los bolivianos ni siquiera la porto en su pecho, simplemente la guardo y se la entregó a su utilero. Me sentí humillado y me dije gracias a Dios Messi no es chileno, porque si no el mar hubiese dejado de ser un derecho y recuperarlo un deber, todo a cambio de una camiseta del 10 argentino en sus manos.

El Presidente se equivocó de vestuario agraviando a nuestros jugadores de la selección. Hasta Sánchez de Lozada que no sabía mucho de futbol iba a saludar a nuestros jugadores en el camerino porque entendía la importancia de ese acto. Si usted fuera jugador, como se sentiría al saber que su Presidente fue al otro vestidor? Yo también me siento así.

Los cóndores fueron Marcelo Martins Moreno que voló para clavar el único gol al arco contrario y Sergio Galarza que voló para salvar dos goles y se plantó en un mano a mano con Palacio y Messi para salvar otros dos más. Eso bolivianos, al igual que muchos otros más nos sentimos, cuando menos con rabia, con un Presidente que entrega nuestro orgullo por una camiseta.

lunes, 25 de marzo de 2013

REPLICA A FELIX HUANCA

Felix Huanca
felixhuanca_99@yahoo.es

Personalmente considero inadecuado llamar "doctor", licenciado, etc., pero es frecuente en nuestro medio, yo simplemente soy Félix Huanca. Por otra, con relación al humanismo superior no sé que es ni la réplica lo dice habla de unos principios, pero cuales?, bueno al menos será un punto de vista y con ello estoy de acuerdo.

El fondo es la respuesta a la réplica Bolivia o Estado Plurinacional de Bolivia es un estado liberal aunque algunos artículos hacen referencia al multiculturalismo y multinacionalismo. En Bolivia aunque el MAS se presente como gobierno de los indígenas y de los más pobres no es más que gobierno liberal, en términos prácticos significa unidad nacional por sobre todo y reconocimiento precario de lo multicultural (diversidad) y menos de los autogobiernos; por tanto, Bolivia sigue siendo un Estado centralista con gobierno de la “mayoría”, en ella no encuentro gobierno malo ni bueno, los gobiernos siempre son contra los ciudadanos, por eso existe el derecho para limitar.

Para finalizar, sobre la observación de problemas de lenguaje eso es un problema del siglo XX cuando estaba de moda la ciencia analítica hoy eso no pesa, con eso no niego que el lenguaje que cumpla con las reglas será más comprensible alguna idea o algo parecido.

Si marx fue el geni o del siglo XIX, si que discrepo profundamente, pero a lo mejor es nostálgico de marx es cuestión de gustos, pero con la idea de por qué no se debate temas como porque somos el país más pobre de Sudamerica? Porque no tenemos a un Vargas Llosa? Etc., sigo con lo mismo hasta cuando?

EL CONTROL DE INCONSTITUCIONAL DEL TRATADO DE 1904

Franz Rafael Barrios Gonzalez
franzrbarrios@yahoo.com

Reafirmando que la declaración unilateral (boliviana) de la inconstitucionalidad, tanto precedente como sobreviniente, del Tratado de 1904 es la única alternativa soberana y constitucional que tiene Bolivia, debo vislumbrar a continuación cuál el camino a seguir.

La Constitución Política del Estado (CPE), en procura de resguardar la regularidad de los Tratados para con nuestro sistema constitucional, en su Disposición Transitoria Novena dispone que "Los tratados internacionales anteriores a la Constitución y que no la contradigan se mantendrán en el ordenamiento jurídico interno, con rango de ley. En el plazo de cuatro años desde la elección del nuevo Órgano Ejecutivo, éste denunciará y, en su caso, renegociará los tratados internacionales que sean contrarios a la Constitución."

Al respecto, debe señalarse que nuestro ordenamiento jurídico tiene presupuestado un control previo de constitucionalidad de los Tratados, o lo que denominaremos un control de constitucionalidad ex ante. La CPE, en su artículo 202 dispone "Son atribuciones del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), además de las establecidas en la Constitución y la ley, conocer y resolver: (…) 9. El control previo de constitucionalidad en la ratificación de tratados internacionales.

Dicha atribución del TCP yace legislada a detalle en la Ley N° 027 del Tribunal Constitucional, cuyo artículo 149 (OBJETO) establece que "Cuando en los tratados o convenios internacionales exista duda fundada sobre su constitucionalidad, la Presidenta o el Presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional, con resolución expresa, enviará el mismo en consulta al Tribunal Constitucional Plurinacional antes de su ratificación.

Asimismo, según infiero, la CPE tiene presupuestado también un control posterior de constitucionalidad de los Tratados, o lo que denominaremos un control de constitucionalidad ex post. Y éste se halla contenido en la misma Disposición Transitoria Novena precitada ut supra. Dicha Disposición dispone, primeramente, que "Los tratados internacionales anteriores a la Constitución y que no la contradigan se mantendrán en el ordenamiento jurídico interno, con rango de ley. (…)"; y el control ex post yace expresado en lo que sigue: "En el plazo de cuatro años desde la elección del nuevo Órgano Ejecutivo, éste denunciará y, en su caso, renegociará los tratados internacionales que sean contrarios a la Constitución."

En este último caso, si bien la Ley especial del TCP -expresamente- dispone que "Cuando en los tratados o convenios internacionales exista duda fundada sobre su constitucionalidad (…) el Presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional, con resolución expresa, enviará el mismo en consulta al Tribunal Constitucional Plurinacional antes de su ratificación." Es indiferente que, por mandato constitucional de la Disposición Transitoria Novena, el Órgano Ejecutivo, se entenderá su Máxima Autoridad Ejecutiva, denuncie y, en su caso, renegocie "los tratados internacionales que sean contrarios a la Constitución", aplicando por analogía legis el mismo procedimiento que el descrito por la Ley especial del TCP.

No obstante, si uno pone más atención a la primera parte de la disposición transitoria novena de la CPE de 2009. En realidad, si se la interpreta a contrario sensu esa primera parte, por principio e ipso iure, el Tratado de 1904 está abrogado.

Y por la naturaleza inconstitucional (ilícita) del contenido de sus obligaciones, de la intención y motivo (ilícitos) de una de las partes intervinientes y de la falta de capacidad absoluta del Estado boliviano para ceder territorio, dicho tratado no podría, bajo ningún concepto, ser "renegociado"; y, una vez declarada su inconstitucionalidad internamente, ya ni siquiera debería ser "denunciado". Luego, si Chile exigiera su cumplimiento, recién se debería discutir su "vigencia" (nulidad e inexistencia) ante alguna instancia internacional. Pero, con sustento en su "nulidad o inexistencia", ya se habría declarado su inconstitucionalidad internamente.

Con tal sustento, los bolivianos, podríamos ingresar a nuestro territorio (secuestrado) "cuando nos diere la gana", pero, una acción semejante, tendría como inmediato e inevitable efecto, la guerra.

__________________________________
Considerando que LA DECLARACIÓN UNILATERAL (BOLIVIANA) DE LA INCONSTITUCIONALIDAD -tanto precedente como sobreviniente- del Tratado de 1904, es la única alternativa soberana y constitucional que tiene Bolivia, agrego que, si quieren pueden denunciar el Tratado ante La Haya; pero sugiero a la par, INTERRUMPIR EL ARTIFICIAL DESVÍO DE LAS AGUAS (BOLIVIANAS) DEL SILALA.

En consecuencia, técnica y tácticamente se tendrían dos acciones:

1) Una DE DERECHO, como sería la RESOLUCIÓN UNILATERAL del Tratado 1904 (y tal vez la DENUNCIA);

2) Y una DE HECHO, que sería la INTERRUPCIÓN DEL ARTIFICIAL DESVÍO de las aguas manantiales.

domingo, 24 de marzo de 2013

PUERTOS Y COMERCIO INTERNACIONAL

Óscar Ortiz Antelo
oscar.ortiz.articulos@gmail.com

Frente a la próxima inauguración de la carretera Santa Cruz – Puerto Suárez, con lo cual se concluye el Corredor Bioceánico Central, y en medio de la polémica suscitada entre los gobiernos de Bolivia y Chile por la detención de tres soldados bolivianos que inadvertidamente cruzaron al territorio vecino, el Gobierno boliviano ha anunciado que desviará progresivamente el comercio nacional hacia puertos peruanos.

Es un error tomar una decisión de éstas al calor de una controversia coyuntural; Bolivia necesita una política de acceso a puertos marítimos con visión estratégica, que le ayude a diversificar las opciones para su comercio exterior y a consolidarse como un espacio de contacto e integración internacional que transforme su ubicación en el centro sudamericano en una ventaja y no en un factor de aislamiento.

Las circunstancias en las cuales se toma esta decisión tienen relación con la falta de avances que ha experimentado el Gobierno del MAS y los anteriores gobiernos en la reivindicación marítima, causa que es apoyada por el conjunto de los bolivianos. Sin embargo, esta decisión además de no ser realista no es la más conveniente para el desarrollo nacional. Bolivia no puede seguir apostando a un solo puerto o a una sola región como punto de acceso al transporte marítimo, sino que debe tener acceso a varios puertos, los cuales serán utilizados por los operadores de comercio exterior según las ventajas que ofrezcan, la cercanía a las diversas partes de nuestro territorio y la eficiencia de su servicio.

Una política integral y estratégica de puertos debe combinar la concreción de Ilo, en el Perú, que hasta hoy sigue sumando firmas de acuerdos sin avances concretos, con la construcción de Puerto Busch para acceder al Atlántico por la Hidrovía Paraguay – Paraná, la habilitación de nuestros acceso fluviales al Amazonas para convertirlo en una nueva hidrovía que nos conecte al mar por una ruta que ya Bolivia utilizaba a principios del siglo XX. Igualmente, bien haríamos en aprovechar las zonas francas que tenemos en Rosario, Argentina, que ha quedado como un monumento al abandono y otras zonas francas que ya se nos ha concedido en Uruguay y Paraguay.

Esta multiplicidad de opciones contribuiría a nuestro desarrollo y se convertiría en un nuevo y poderoso elemento de negociación para asegurar que los puertos chilenos nos den todas las ventajas comprometidas en los tratados bilaterales y nos permitiría exigir con mayor fuerza un acceso soberano al mar, porque las condiciones del desarrollo del norte de Chile así lo requerirían.

Por otro lado, apostar a los puertos del Sur del Perú es una opción para la producción del norte boliviano, pero no para el oriente y el sur, para quienes son más convenientes los puertos de Chile, además de que se deben aumentar como opciones Iquique y Antofagasta y no depender de Arica, insuficiente para atender la demanda nacional y el incremento de los volúmenes de mercancías transportadas por nuestro territorio que debe generar la concreción de los corredores bioceánicos que deben pasar por Bolivia.

También se debe tener claro que no sería posible indicarles políticamente a los productores y transportistas internacionales a qué puertos deben dirigirse, algo que tampoco funcionará con el comercio nacional, pues para un país mediterráneo ubicado en el centro sudamericano lo que se necesita desesperadamente es disminuir los costos logísticos para poder competir en los mercados internacionales.

Los corredores bioceánicos deben ser uno de los principales instrumentos para lograr el progreso de Bolivia y de esta manera, mediante el desarrollo y el crecimiento de la economía nacional, tener la fuerza suficiente para lograr la reivindicación marítima.

viernes, 22 de marzo de 2013

REPLICA A FELIX HUANCA

Álvaro Jordán
aaojordan@gmail.com

Replica del Humanismo Superior a Felix Huanca

Recibí de Aula Libre un c.e. con un comentario de Felix Huanca, el que parece haber sido vertido en un momento de ofuscación, alimentado por el sectarismo político que emana de una apropiación de la verdad, típica del llamado infantilismo académico. Por tocar críticamente un trabajo personal ruego a Aula Libre me permitan el derecho a la réplica.

A modo de introducción debo decir que considero un desconocimiento de la realidad el acusar al círculo pensante de Aula Libre. De sus escritos, dice: "es lamentaciones y quejas ninguna idea de construcción o cambio". Bolivia como parte del planeta, está inmersa en una crisis multifacética y la faceta más importante de esta crisis es la ausencia de propuestas políticas de parte del pensamiento crítico. La ausencia de aportes para el cambio no aparece, no solo en Bolivia, sino en todo el mundo. Esa es la característica de la crisis política. La existencia de trabajos desmenuzando el problema, es la búsqueda de alternativas, que se hace, en la etapa del conocimiento del problema. Este es el trabajo que están haciendo nuestros pensadores. Después, ojala aparezca un iluminado y nos ilustre sobre lo que se debe hacer. Los genios, lamentablemente, aparecen cada cien años, Einstein fue el genio del siglo 20, Marx el genio del siglo 19, ojalá Huanca sea el genio del siglo 21. Por el momento hay que tener la paciencia ecesaria para encontrarlo. Plantear el cambio por el cambio es aventurero, cuyos resultados son las terribles frustraciones que sufren los pueblos por la irresponsabilidad del pensamiento infantil y la arrogancia del poder.

En la introducción de su comentario, ilustra al lector de que: "he vuelto a este medio para aportar con algo". La verdad es que todavía no encontré el aporte ofrecido, solo crítica negativa, del profesor que se pone por encima de sus alumnos para juzgar a sus menores, con la antigua pedagogía del dueño del poder, de avergonzarlos en vez de estimularlos.

En forma apresurada y sin mayor reflexión seria, lanza el juicio censor: "lo del humanismo superior no lleva a nada, pues somos un país multicultural y multinacional dese propuestas en esa línea", así, comiéndose la coma y con la autoridad del que sabe, sentencia: "dese propuestas en esa línea".

Si el Dr. Huanca hubiere reflexionado un momento sobre el humanismo superior se habría dado cuenta que es en él donde se encuentran las bases sólidas para fortalecer el pluriculturalismo y el plurinacionalismo que distingue al conjunto boliviano. Cuando el humanismo superior reivindica el derecho de las bases a ejercer la autoridad con el nombramiento de sus representantes y coordinadores, así como el derecho a revocarlos, está tomando en sus manos el destino de sus pueblos ya sean estos con una identidad étnica, cultural o nacional. Visto en conjunto, podremos distinguir la pluriculturalidad y la plurinacionalidad.

La diferencia de fondo con Huanca es que él distingue el poder malo del poder bueno, el primero es el que ejerce el estado que discrimina a los indígenas (así llaman a los nativos los viejos españolistas), los que según él defienden a Juan Mendoza. El poder bueno es el del estado que "pasa por una posición de trato igualitario entre las culturas", el que se supone es el del gobierno de don Evo Morales, por eso el nombre de Evo Morales, para el aeropuerto de Oruro.

Después de la masacre de Chaparina no se puede hablar de un trato igualitario a los pueblos de la llanura, después de la marcha de los Urus no se puede hablar de un trato igualitario a estos pueblos del altiplano, después del avasallamiento de las tierras del norte de La Paz por las exploraciones petroleras no se puede hablar de trato igualitario a los Panos y Lecos. ¿De qué estamos hablando, Dr. Huanca? el pretender meter estas yucas al sector pensante es un insulto a la inteligencia, que no podemos aceptar.

La posición del humanismo superior es muy clara. El poder es el mismo, ya sea de los discriminadores de los nativos o de los que dicen defenderlos. En la esencia del poder está la degradación humana, la pérdida de la dignidad, la ausencia de valores morales y éticos, así como el irrespeto a los principios que sustentan la convivencia humana. Es el origen de la criminalidad, de la corrupción y de ausencia de seguridad ciudadana y lo que es más grave el poder es el responsable de la expropiación de los beneficios del trabajo, de la ciencia, la tecnología y las riquezas naturales a favor de las minorías privilegiadas. Es lo que hay que eliminar para lograr una sociedad de contenido humano, en la que podamos un día aspirar a la felicidad.

Agradezco a Aula Libre por la oportunidad para la réplica.

En las tierras del Libertador Grigotá, Marzo 2013

jueves, 21 de marzo de 2013

MUTUAL LA PRIMERA

Armando Méndez Morales
amendezmo@yahoo.es

Un hecho destacable en la historia económica boliviana fue la creación, ya hace medio siglo, de la organización social denominada "mutualismo" para atender las necesidades sentidas de la población de poder tener acceso a un crédito para la construcción de su vivienda. Antes no había este servicio, la banca que también era elemental, difícilmente podía atender estas operaciones, porque el financiamiento de la vivienda es una operación bancaria que implica el largo plazo. El mutualismo en el sector de la vivienda surgió con un correcto planteamiento, para tener acceso a un crédito de vivienda previamente había que ser ahorrista en esa institución. De esta manera, con la expectativa de tener acceso a un crédito para la vivienda la gente comenzó a depositar sus ahorros en la Mutual.

Precisamente, la primera fue la que hasta ahora lleva adecuadamente su nombre: "Mutual de Ahorro y Préstamo La Primera". Luego aparecieron otras que se ubican en las diferentes ciudades del país como Cochabamba. Oruro, Potosí, Trinidad y Cobija. Mutual la Primera también decidió ampliar su radio de acción fuera de la ciudad de La Paz. Hoy tiene agencias en la ciudad de El Alto, Santa Cruz y Tarija.

Mutual La Primera es la más importantes entre todas las demás. Hasta fines del año 2012, mantiene un patrimonio del orden de los 67 millones de dólares, lo que representa al 57 por ciento del total de patrimonio de las mutuales y un total de activos que supera los 285 millones de dólares y que representa el 48 del total.

Cabe la pregunta ¿De donde salio este patrimonio? Comenzó con muy poco, con el aporte de los pocos mutualistas que emprendieron la titánica tarea. La respuesta, de la continua reinversión de sus modestas utilidades.

Una característica de la Mutual La Primera, ha sido siempre la prudencia en tus actividades crediticias previniendo de esta manera las crisis que muchas entidades financieras enfrentaron para no tener que enfrentar problemas financieros. Sin exageración se podría calificar de milagroso el hecho de haber continuado con operaciones luego de la hiperinflación de la década de los años 80 del siglo recién pasado, dado que como sus préstamos eran a largo plazo, sin ningún mecanismo de ajuste a la inflación, los préstamos otorgados fueron recuperados completamente devaluados.

Mutual La Primera, luego las otras, aprendieron que en el negocio financiero es imprescindible la diversificación de la cartera de préstamos, porque quién pone todos los huevos en una sola canasta corre demasiados riesgos. De esta manera comenzó a otorgar préstamos, por ejemplo, para el amoblado de una vivienda.

Hoy, Mutual la Primera presta a para otras actividades económicas, pero dominante sigue siendo su nicho la construcción de viviendas y los servicios inmobiliarios. El financiamiento para estos dos sectores representa el 82 por ciento de sus colocaciones totales.

No se cuántas soluciones habitacionales logró alcanzar Mutual La Primera en su medio siglo de vida, pero con toda seguridad son miles de miles. Un indicador, que puede servir para medir la magnitud de la inquietud, es el número de cuentas en caja de ahorros que administra Mutual La Primera. Para fines del año 2012 superaba las 186 mil cuentas. Como el requisito para acceder a un préstamo de vivienda es tener previamente un ahorro en la Mutual, todos los que se beneficiaron abrieron en su momento su cuenta, quienes seguramente han continuado manteniéndola luego de que honrasen el préstamo. Adicionalmente, hay que destacar que el 85 por ciento de los ahorristas son gente que mantiene en sus cuentas el equivalente a menos de 1000 dólares.

Con motivo de la presentación del gobierno del Presidente Morales del proyecto de Ley de Entidades Financieras se abre la discusión del crédito a la vivienda, en la cual están sumergidas las Mutuales. Dado que hay la intención que por Decreto Supremo se regulen las tasas de interés para la "vivienda social", es importante previamente definir que se entiende por este concepto. No se podría plantear que un crédito de 100 mil o 120 mil dólares pueda ser calificado como un crédito para gente de bajos ingresos, ya que no tienen la capacidad de repago. El hecho es que el 89 por ciento de los créditos otorgados por Mutual La Primera son de montos menores a los 50 mil dólares.

ANTES MUERTOS

Julio Aliaga Lairana

Lo de Oruro no tiene parangón, la gente está en las calles y tirando piedras, si no se ha integrado a un piquete de huelga de hambre de los que emergen nuevos todos los días; las oficinas y colegios están cerrados, los maestros y universitarios bloqueando calles y caminos, la producción paralizada, mientras un grupo de campesinos dice amenazar con cercar la ciudad y llevar las cosas al extremo del enfrentamiento. Me recuerda la Edad Media europea, cuando las ciudades se movilizaban en defensa de su libertad, frente al poder de los príncipes feudales que imponían sus designios fuera de algunos burgos, desde el campo y con el apoyo de los campesinos, sus vasallos; una batalla superada hace décadas en el mundo, pero que mantiene atávica vigencia en la estepa altiplánica boliviana, perdida en medio de los Andes.

[ACLARACIÓN: escribo esto de "perdida por los Andes", en un esfuerzo por recalcar la marginalidad de estos rencores, en un mundo que ha encontrado caminos para superar pasadas rencillas coloniales y camina, como nuestro subcontinente, hacia la modernidad, la democracia, la igualdad, la integración y el desarrollo; proceso del cual seguimos siendo marginales.]

Pelea en Oruro

Todo porque a un grupo de asambleístas plurinacionales del aquel departamento se le ocurrió, sin que nadie los llamara (según versión del propio interesado), cambiarle el nombre al aeropuerto de esa ciudad y ponerle, cómo no… ¡Evo Morales Ayma! Ya les han dicho de todo y quiero sumarme a los gritos de improperios que se han hecho escuchar por todos los rincones patrios para calificar a esa caterva de llunkus.

De allí en más las protestas y las agresiones. Protestas contra el abuso y agresiones contra la historia y la memoria colectiva de una ciudad. Hemos escuchado a los masistas denostar la memoria de ese Juan Mendoza, que vaya uno a saber bien quién nomas sería, pero que por voluntad y reconocimiento de sus contemporáneos, terminó con su nombre identificando el aeropuerto orureño y siendo parte constitutiva de su identidad urbana. Han borrado su nombre argumentando que este es otro aeropuerto y que ahora es internacional, aunque dicho apodo no se si le sienta bien, porque habrá que esperar algún vuelo internacional que llegue y veremos desde donde; mientras tanto es pura demagogia gubernalemntal, sigue siendo el aeropuerto de siempre, con unos ladrillos más.

Pero en el Estado plurinacional nada es de sorprender y todo puede pasar, no sorprende tampoco esta singular actitud en la Villa de San Felipe de Austria. Lo que indigna es la actitud del Presidente de este estado de cosas, quien no se conmueve ante la posibilidad de que los ciudadanos orureños estén a "un pelo" de agarrarse a pedradas por su nombre. Ese es Evo Morales Ayma retratado de cuerpo entero, cuya popularidad ha actuado como un "canto de sirenas" para seducir y ocultar la realidad ante el mundo entero.

¿Y es a ese déspota insensible, que le importa poco la suerte de su pueblo, que miente, maniobra, engaña, incumple lo que dice y vaya uno a saber cuántas otras cosas más, al que le estamos pidiendo que cumpla su palabra y de un ejemplo de honorabilidad dejando su candidatura en las próximas elecciones, para cumplir con la democracia y con las leyes y para el bienestar de la nación?

Antes muertos… no él… todos nosotros, si fuera necesario.

INCApaz

DECLARACION DEL HUMANISMO SUPERIOR

Álvaro Jordán
aaojordan@gmail.com

Convencidos, que el crecimiento descontrolado de la riqueza ha llevado a una fase de estancamiento y agotamiento de la era de la civilización.

Seguros, que la característica principal de la era de la civilización es la consolidación del poder del estado como sustento de la clase hegemónica, sea esta esclavista, feudal, capitalista o imperialista.

Conscientes, que estos sectores minoritarios de la población, se constituyen en beneficiarios abusivos del producto del trabajo, la ciencia, la tecnología y las riquezas naturales del conjunto de la sociedad.

Alarmados por el creciente uso de la coerción a fin de lograr el sometimiento de las mujeres, nativ@s, campesin@s, trabajador@s, profesionales, universitari@s, estudiantes, cuentapropistas, comunidades, juntas vecinales, cooperativistas, gremios, sindicatos, instituciones, organizaciones de bases, indignados del mundo, de los sectores mayoritarios a los intereses de los sectores minoritarios de la población.

Impresionados por el crecimiento, moralmente inaceptable, de la brecha entre ricos y pobres.

Azorados ante los degradantes efectos generados por el poder sobre la sociedad, que se expresan en la pérdida de libertad, la pérdida de dignidad, el desprecio a los derechos humanos, la conculcación de los principios y valores que la sustentan, el genocidio y la destrucción masiva de las guerras, el crecimiento descontrolado de la corrupción con su secuela de criminalidad, inseguridad ciudadana, violencia física y sicológica y el desprecio por la hermana naturaleza.

Preocupados en impedir que el poder, sostén de la agonizante civilización, ponga en riesgo la existencia del género humano y su equilibrio con la naturaleza por su vocación violenta y sus políticas de despilfarro y consumistas.

Impulsados por el fracaso del capitalismo y del socialismo en la distribución privada y social, respectivamente, de las riquezas.
Compelidos por la simultaneidad del carácter individual y social del ser humano.

Persuadidos de la necesidad de una distribución equitativa y justa de las riquezas, la que exige su apropiación directa a los sectores de bases, esto es la entrega de los beneficios del trabajo, la ciencia, la tecnología y las riquezas naturales al individuo, intermediado por la región .

Comprometidos con la defensa de los derechos individuales, al margen de las diferencias de razas, color, género idioma, ideológicas, intereses económicos, culturales, religiosos y reconociendo la complementariedad de l@s diferentes, el respeto al otro, la equidad, la reciprocidad, la solidaridad y el diálogo como instrumentos de consenso.

Fortalecidos por la experiencia histórica y la claridad del pensamiento de nuestr@s herman@s nativ@s , cuya propuesta fundamental para garantizar el respeto humano y de la naturaleza es la generación de la autoridad desde las bases.

Viviendo la humanidad un intenso proceso, determinado por el agotamiento de la era de la civilización, el ingreso a una etapa de transición y el inicio de la nueva era del Humanismo Superior.

Reconociendo a la experiencia de casi 200 años del centralismo presidencialista como responsable del continuo achicamiento de Bolivia y de su incapacidad para alcanzar una convivencia equilibrada de la diversidad cultural.

Aceptando que ni el centralismo republicano ni del estado plurinacional ha podido armonizar la diversidad étnica y la complejidad mestiza del país.

Identificando al colonialismo interno como los portadores de recurrentes factores de fricción y origen de permanente discriminación y exclusión.

Protestando por la sostenida debilidad económica del país y la permanente amenaza a la unidad por causa del colonialismo interno.
Respaldando el reconocimiento que hace la Constitución Política de los tratados internacionales sobre los derechos y deberes en relación con la defensa de los derechos humanos.

Persuadidos del ineluctable fin de la era de la civilización y de la responsabilidad de los humanistas para ofrecer una solución objetiva, racional y equilibrada, en interés de todos.

Seguros de que la filosofía del Humanismo Superior contiene los elementos suficientes para la sustitución del poder por un instrumento pacífico en la búsqueda de soluciones.

Proponemos las bases, que el Humanismo Superior considera indispensables para facilitar el proceso de cambio en beneficio de cada un@ y del conjunto de l@s miembros del país, del equilibrio con la hermana naturaleza y sean garantía del fortalecimiento de la unidad.

Bases del Humanismo Superior para un Acuerdo de Unidad

1- Reconocimiento de los derechos individuales, consensuados mediante el diálogo constructivo de hombres y mujeres, trabajador@s, campesin@s, nativ@s, profesionales, cuentapropistas, universitari@s, estudiantes, juntas vecinales, cooperativas, gremios, sindicatos, instituciones, organizaciones de bases, en la comunidad, en el municipio, en el departamento y/o en la región como cimientos para un Acuerdo de Unidad.

2- Reconocer el carácter individual y social de los beneficios del producto del trabajo, la ciencia, la tecnología y de las riquezas naturales consensuados en cada nivel regional en base a la democracia directa y/o participativa, complementada con la democracia representativa en estricto cumplimiento del diálogo constructivo y haciendo uso de los principios de equidad, de complementariedad de los diferentes, el respeto al otro, la reciprocidad, y la solidaridad.

3- Reordenamiento de la estructura de coordinación y administración de servicios en función a los intereses de las bases, consensuados regionalmente.

4- Nombramiento, control y revocatoria desde las bases de todos los representantes y coordinadores en los distintos niveles administrativos, legislativos y coordinación en atención a sus cualidades de servicio y capacidad.

5- Actualización de la Autonomía regional en reconocimiento al derecho de la autodeterminación de los pueblos y en el marco de la unidad del país.

6- Respeto de las competencias regionales, libremente autodeterminadas.

7- Conformación del Concejo de Coordinación, en cada nivel regional, responsable ante las bases.

8- Reconocimiento del Primer Servidor (de carácter honorífico). Nombrado en forma rotatoria, entre los miembros del Concejo de Coordinación Regional.

9- Actualización de la Constitución Política del Estado.

10- La realización pacífica de estos cambios fundamentales sólo será posible con la participación consciente del conjunto de la población. Es indispensable generar la movilización de cada ciudadano, por lo que todo promotor del humanismo superior se debe transformar en un activo difusor de la conciencia humanista y organizador de las bases de vecin@s, trabajador@s, estudiant@s, culturales, profesionales y otras.

Marzo, 2013

miércoles, 20 de marzo de 2013

PRESO O ASILADO POLITICO

Gamal Serhan Jaldin
gamalserhan@yahoo.com

Han pasado cerca de 10 meses desde que el Senador pandino Roger "Chonta" Pinto, tomo la difícil decisión de solicitar asilo político en la Embajada del Brasil. A pesar que dicha solicitud fue aceptada por el gobierno brasileño, Evo Morales y su administración se han resistido a otorgarle el salvoconducto que le permita abandonar la Embajada en La Paz, con dirección al vecino país.

Las razones que obligaron a Chonta Pinto a tomar esta difícil decisión, las describí en un artículo previo que lo titule ¿Cuál es el límite?

Lo que ahora me motiva escribir este nuevo artículo, es describir las condiciones humanas en las cuales ha tenido que mantener este cautiverio de alrededor de 300 días. Roger está en una oficina de la Embajada y no en la casa del Embajador, por lo que cuento con un espacio de 5x5 metros que se han convertido en su dormitorio, su sala, su comedor, en resumen su estar permanente.

A diferencia de una cárcel, no tiene "compañeros" con los cuales compartir una charla o peor aún un café. Ni hablar de una copita de trago, que todos sabemos circula en los diferentes centros penitenciarios del país. No tiene visitas conyugales, pues su esposa tuvo que huir al Brasil para resguardar su vida.

A raíz de la última visita del Ministro de Relaciones Exteriores; Patriota, se tuvo que reconocer que parte de los asuntos pendientes entre los gobiernos de Bolivia y Brasil es el caso Pinto, para lo cual se determinó conformar una comisión, en especial debido a la probable visita de la Presidenta Dilma Rousseff el próximo mes.

Está claro que Evo se quejó a Patriota respecto a las visitas que recibía Chonta en las oficinas de la Embajada del Brasil en La Paz. A raíz de eso, el gobierno brasileño ha decidido restringir las visitas a sus familiares y a un abogado.

Ante esta circunstancia me fue imposible visitar al Senador Pinto, aunque recibí las explicaciones que he detallado por personal de la Embajada del Brasil. La ironía es que día anterior tuve la oportunidad de visitar al preso político más importante de nuestra historia moderna; Leopoldo Fernández, que debido a una grave complicación de salud tuvieron que darle detención domiciliaria, tras cuatro años y medio de cárcel sin sentencia.

Imagínese usted estar peor que preso durante casi 10 meses, con el status diplomático de asilado político, y encima que el propio gobierno que le ha otorgado esa categoría comience a restringir sus derechos humanos.

Es no solo lamentable, si no deplorable que nuestro principal vecino, más allá de las coincidencias ideológicas con el gobierno actual, siendo su Presidenta una víctima de las dictaduras, otorgue semejante trato a un Senador de la República cuyo único pecado fue -cumpliendo su mandato constitucional- denunciar los vínculos de funcionarios del gobierno con el narcotráfico y con la red judicial que se ha usado para amedrentar, perseguir y extorsionar a cuanto sujeto hayan querido y podido.

En estas condiciones no sé ¿qué es mejor ser en este país?, si un preso con condena cuyos derechos (excepto la locomoción libre) están en ejercicio o un asilado político.

martes, 19 de marzo de 2013

ENTRE DIOS, REYES Y DEIDADES

José Pastén Burgoa
pastenburgoa@hotmail.com

¡Confirmado! Los bolivianos problematizamos todo. Casi por arte de magia o un simple milagro en el siglo XXI, en breve tendremos la buena nueva que el Rally París Dakar el 2014 pasará por Bolivia pero mientras tanto, la ciudad de Oruro se convulsiona y adormece con medidas de presión radicales exigiendo la devolución del nombre de su aeropuerto.

Mientras tanto, con una sesuda declaración de que ¡yo no sabía lo que esta sucediendo en Oruro! el presidente de los bolivianos pretende hacernos creer que él ignoraba la situación de ese departamento como si los servicios de Inteligencia de la Policía, FF.AA. y el Ministerio de Gobierno estuvieran de descanso. Quiérase o no, una desacertada postura pese a que su entorno y algunos(as) de su gabinete tratan de enarbolar, adornar y exaltar las acciones del mandatario mostrando una situación tremendamente obsecuente que hasta el propio Juan Evo debe sentirse incómodo.

Lo de "yo no sabía" es como pretender hacernos creer que la Coca Cola es originaria de Ucrania, que los sacerdotes están felices con el celibato o que los fraternos de grandes hermandades ayudan a todos y no solo entre ellos. ¡Por favor! Hace muchísimo tiempo hemos aprendido a "decodificar" posturas y discursos. Como dicen en el departamento líder "Aquí no nos la charlan".

La discusión del tema del nombre del aeropuerto orureño pese a que puede interpretarse como un impase de forma más que de fondo, en realidad tiene mucho que ver con la autonomía y respeto a las formas de pensar. Los orureños son únicos con su forma de expresión y se los debe respetar sin invadir su privacidad, su contexto. Mientras tanto, los masistas militantes y puestos en función de gobierno hacen una y mil piruetas cual si fueran verdaderos arlequines para agradar y congraciarse con el hermano Evo.

Finalmente esta atención honrosa colocando el nombre de Morales al aeropuerto demuestra que el líder cocalero es resistido en su propio bastión. No en vano gran parte de la ciudadanía del pagador esta apoyando esas decisiones de hecho. ¿Acaso el movimiento del cambio no se "da de cuenta" que ya en campaña para el siguiente año con la visión de perpetuidad de poder, hay que trabajar no solo en Santa Cruz, también en Oruro porque el "hermano no había sido tan querido"?.

Dos cosas están claras. Morales Ayma no sigue el libreto, discurso y estrategias de sus asesores o sencillamente sus asesores son unos incapaces. ¿Pero mientras tanto qué? Nuestro itinerante Presidente con una sola orden puede revertir la situación porque día que pasa se genera mas anticuerpos y eso es P E L I G R O S O para sus aspiraciones longevas. Con o sin el nombre de Juan Evo, el aeropuerto seguirá existiendo. Los masistas están trabajando orgánicamente y se quedaran en el poder por lo menos 20 años mas. Por el momento dejemos de endiosar, divinizar, enaltecer, encumbrar a simples hormonales mortales. Solo hay un Dios y luego reyes, deidades, caciques y otros que subsisten en la vorágine política.

APOTEGMA (II)

Walter H. Zuleta Roncal
bebuzu@yahoo.es

La decisión de la Asamblea Departamental de rebautizar al Aeropuerto de Oruro con el apelativo de Evo Morales Ayma ha provocado la justa reacción del pueblo orureño en pleno, decidido a sostener el nombre de "Juan Mendoza", verdadero héroe nacional e impulsor de la aviación boliviana que para demostrar la factibilidad de la aeronavegación en el país realizó, en condiciones precarias, el iniciativo vuelo de quince minutos y aterrizaje en una pampa de la región, el 21 de noviembre de 1921, cuando la Aeronáutica se encontraba todavía en ciernes en el mundo.

Las dos últimas semanas han sido por tanto de gran turbación en el ámbito nacional, por el enfrentamiento entre la noble actitud de orureños y la posición intransigente de empleados públicos, militantes del MAS, empeñados excesivamente en canalizar, desde todos los niveles, lauros a su líder Evo Morales Ayma, posiblemente para exculpar la apropiación de su nombre en un bautizo ilegal de obra pública.

Y por tal motivo, además de todo lo que ya sabíamos acerca de la grandeza e idoneidad de don Evo Morales Ayma, se nos ha añadido noticias sobre sus dotes de visionario , pues el gran nacionalizador de empresas extranjeras ha pronosticado que nuestra progresiva importación de hidrocarburos y gas licuado generada por el renacido Y.P.F.B. será ya cosa del pasado. Y que la explotación del hierro del Mutún y la del litio de Uyuni anunciadas hace cuatro años como pilares de la industrialización del país se hallan bastante avanzadas. Y que la creciente importación de frutas, legumbres y hortalizas –impensable en la República de Bolivia- hoy no significa nada preocupante gracias a la inteligente política agropecuaria de don Evo Morales que ha colocado al país en la condición de primer productor mundial de coca, ubicación que no pudimos conseguir ni cuando principalmente producíamos estaño. Y que, del mismo modo, debemos agradecer que su política internacional haya logrado la despenalización de la hoja de coca, lo que garantiza la inexistencia de daños a la salud de los bolivianos. Y que finalmente para que su nombre sea honrado en el aeropuerto de Oruro don Evo Morales Ayma ha dejado atrás a Juan Mendoza que el 21 de noviembre de 1921 apenas realizó un vuelo de quince minutos, en cambio, el hermano Evo Morales Ayma, sin contar sus viajes en aviones comerciales y en los de la FAB, sólo con su reactor intercontinental Falcon 900 Ex que los bolivianos le obsequiaron, a partir del 2010 ha debido acumular siquiera unas 10.000 horas de vuelo viajando a todos los países en beneficio del Estado Plurinacional.

Y así este afán deíficador extremo o "llunkerio" desmesurado –dicho en parla vernacular- se ha afianzado en las últimas semanas en las que dirigentes locales del MAS –a modo de rebatir el pensamiento general de los ciudadanos de Oruro- decidieron enaltecer las actividades del Gobernador Santos Veliz quien a su vez, en representación de sus correligionarios dirigió las mismas y otras lisonjas al Jefe de Estado, sumándose a los halagos de los miembros del Gabinete Ministerial y del mismo hombre fuerte del régimen don Alvaro García Linera, el que entre otros encomios calificó de patriótica la decisión reelectoral de don Evo Morales Ayma.

Y seguramente de modo sucesivo el ensalzamiento generalizado en el M.A.S. alcanzará su más alto grado de melifluidad cuando don EMA se refiera públicamente a su mentor recientemente fallecido en Venezuela o a su "abuelito sabio" todavía vivo en Cuba.

Reconozco que tal retahíla de ditirambos y expresiones empalagosas me dejaron con profundo desaliento. ¿Es que en Bolivia el juicio recto y el comportamiento ético se han sustituido por la improvisación mediocre y la ordinariez en la convivencia nacional? ¿Tendremos que admitir acaso que aquellos versos "no hay aplazaos, ni escalafón, lo mismo un burro que un gran profesor" del conocido tango Cambalache se han hecho más evidentes en nuestro país en los casos de asignación de honores públicos? ¿Habremos olvidado los bolivianos que el endiosamiento de hombre público en funciones, coloca internacionalmente a cualquier país en un alto sitial de mentecatez, en tanto que el favorecido con los elogios resulta a mediano plazo, siempre el mayor damnificado?

Felizmente mi desánimo y desmoralización quedaron desmotivados por la noble conducta del pueblo orureño y la buena pasada que me hizo la memoria al devolverme de improviso el recuerdo de ese aforismo que en todo tiempo se utilizó para identificar y reprobar la adulación exagerada a hombre público: ASINUS ASINUM FRICAT, antigua locución latina que literalmente significa EL ASNO REFRIEGA AL ASNO.

EL PAPA FRANCISCO Y LOS SUEÑOS INCUMPLIDOS DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA

Pedro Portugal Mollinedo
pedro-portugal@periodicopukara.com

Dos sucesos, dos imágenes, dos señales… El primero, el más reciente: Una autoridad religiosa recientemente elegida, el papa Francisco, el 14 de marzo, pocos días después de su nombramiento, rechaza el coche de lujo con el que debía dirigirse a un santuario mariano. Un gesto de sencillez y pobreza que contrasta con el boato que el común público espera de la investidura papal.

Esa actitud del Papa Francisco no es insólita, sino que integra su manera de ser. Manera de ser que se manifestaba ya cuando, dignatario en la iglesia argentina, se quedaba toda la noche al pie del lecho de los enfermos que visitaba; que se expresa más recientemente, cuando rechaza el oro para su anillo papal, eligiendo la plata dorada, con una imagen diseñada por un creador contemporáneo y no por un artista del Renacimiento.

Sin embargo, a ese Papa restaurador en su mismo país de procedencia varios ex combatientes de la izquierda de los años 70 intentan desacreditarlo, presentándolo como colaborador de las dictaduras militares, incluso como delator.

Y aquí viene el segundo suceso, la segunda imagen y señal, en una de las ceremonias laicas de izquierda de mayor estrépito en Europa, la Fête de l'Humanité (Fiesta de la Humanidad, por el nombre del periódico del Partido Comunista de Francia), el año de 1976.

Hacía apenas un año que había triunfado Vietnam del Norte: El 30 de abril de 1975, un tanque de los comunistas vietnamitas penetraba victorioso a través de las puertas del Palacio Presidencial en Saigón. Caía un símbolo de la reacción y se levantaba, gloriosa, la imagen de la resistencia de los pueblos y de la lucha contra el imperialismo y por el socialismo.

Tras pasar varios meses en el Estadio Chile, luego del golpe de Pinochet en septiembre de 1973, estábamos exiliados en Francia. Residiendo ya en París me encontraba, junto a un inmenso público, ese septiembre de 1976 en la Fête de l'Humanité. De repente un murmullo corre entre el gentío, se transmite una agitación, vibra una expectativa: ¡está ingresando a la Fiesta una delegación de los camaradas vietnamitas!

A empellones logro ubicarme a suficiente distancia para observar a los héroes recién llegados. Mi imaginación recrea la imagen del combatiente vietnamita, a la que me acostumbraron las películas de propaganda militante. Pero lo que veo ingresar no corresponde a esa esperanza: En tres lujosos vehículos ingresan los diplomáticos de la República Socialista de Viet Nam, de rostro impasible, vestidos de pulcros trajes de color oscuro y de impecable corte occidental…

Las revoluciones sociales del siglo XX, de inspiración marxista, cuando triunfaron se encumbraron en los faustos del poder que atacaban cuando iniciaban su lucha desde el llano. En donde las bases militantes no pudieron culminar su éxito, como el caso de Argentina, por ejemplo, no reprodujeron esa fatalidad, sino que parodiaron otra nueva. La mayoría de los gobiernos populistas en América del Sur son versiones posmodernas, con modalidades y reivindicaciones del siglo XXI —el caso de los matrimonios gay como distintivo de poses progresistas— que esos mismos militantes en el siglo XX hubiesen considerado parodia o deformación de su lucha.

De esa manera o de la otra, el izquierdismo, cuando asume el poder no concretiza los ideales que lo motivan: no se efectiviza la justicia social tal como sus sueños impulsores la diseñaban.

¿Será por ello que ciertos militantes tienen tirria hacia otros que, desde distinta vertiente y con otras modalidades, impulsan esos mismos ideales? ¿Puede explicar ello la aversión de algunos excombatientes argentinos de los años 70 a la actual autoridad católica? No lo sabemos, pero el tema es propicio para indagar.

En todo caso es importante seguir el procedimiento del nuevo Papa y las repercusiones que tendrá, sobre todo en nuestro continente. Tomando en cuenta, además, de nuevas actitudes de la izquierda hacia la religión católica que antes se hubiesen considerado extravagantes (sino contrarrevolucionarias y por ello merecedoras del paredón), como que un gran líder obligue a sus seguidores asistir a misa para orar por su salud y curarlo así de su (incurable) enfermedad, o que un país —que sigue siendo referencia de la resistencia al imperialismo— decrete feriado (aun sin explayarse en religiosas razones) el Viernes Santo.

EL DIA DESPUES

Oscar Ortiz Antelo
oscar.ortiz.articulos@gmail.com

La muerte del presidente Hugo Chávez ha concentrado la atención mediática y despertado infinidad de análisis sobre su impacto en la historia y el futuro de la región. Su control sobre la sociedad venezolana, su gran popularidad, su apoyo financiero a otras naciones y su activa y controvertida actuación internacional, lo hicieron un personaje importante de la política latinoamericana. Sin embargo, su legado es pobre y mayormente negativo; Venezuela progresivamente despertará a una realidad de pobreza, corrupción generalizada y oportunidades perdidas que cambiará sustancialmente el juicio de la historia sobre el mito que hoy se pretende construir alrededor de Chávez.

No se puede negar que muchos de los postulados que Chávez asumió como eje de su discurso eran ciertos. El sistema tradicional de partidos se había corroído por la corrupción y había perdido legitimidad y credibilidad frente a la ciudadanía. La lucha contra la pobreza y la movilidad social estaban distorsionadas por esa misma corrupción y por una economía mercantilista en la cual se protegía y creaba empresarios alrededor de negocios con el Estado.

Frente a esta situación, su discurso antisistema y su política de transferencia de rentas a los sectores más empobrecidos calaron en la sociedad venezolana. Son lecciones que hay que aprender. Se debe fortalecer la legitimidad de la democracia con una institucionalidad pública transparente y confiable, para evitar vacíos políticos que generen las condiciones propicias para la llegada al poder de los populismos. La lucha contra la pobreza debe evitar que las burocracias se engullan los recursos de los servicios sociales y contemplar mecanismos de transferencia directa y condicionada de dinero a la población más pobre.

Chávez benefició a mucha gente con estas políticas y tienen motivos para agradecerle. Sin embargo, no solo no solucionó los problemas por los cuales llegó al poder, sino que los profundizó. La corrupción ha empeorado, la inflación y la devaluación se combinan para empobrecer a la gente, las violaciones a los derechos humanos y la persecución a quienes piensan diferente ha dividido a la sociedad, la inseguridad ciudadana se agrava diariamente, la producción ha sido destruida con una economía que importa casi todo y acaba con los empleos. El cáncer se llevó a Chávez antes de que tenga que enfrentar todos estos problemas, que hoy representan enormes desafíos para una transición pacífica hacia una democracia plena y una economía sostenible.

lunes, 18 de marzo de 2013

EL FISCAL SOZA Y EL MODUS OPERANDI DE LOS ALLANAMIENTOS

Franz Rafael Barrios Gonzalez
franzrbarrios@yahoo.com

Elementos que eventualmente probarían la veracidad del contenido del documento audible que involucraría al -aún- fiscal Marcelo Soza, los encontré en un hecho noticioso que aconteció el 09 de abril de 2010.

Para empezar, en el documento audible, a partir del minuto 13.33, la voz que supuestamente correspondería al Fiscal Marcelo Soza narra lo siguiente: "(…) Ya, hay que hacer allanamientos, de esto de esto, nos pasó la información, yo hablé antes con el Sacha, le dije `puta' es lo que está pasando, lamentablemente se está filtrando la información, y (Nolberto) Clavijo está haciendo sus negocios, no queremos saber nada, `puta' voy al allanamiento y hermano…quién estaba esperando ahí?...el Clavijo, a la `mierda', `puta', qué `huevada', y hemos ido hacer allanamiento, a varias casas, donde unos viejitos hemos entrado, que sus pistolas. O sea el cojudo cuál la situación, cuándo…cómo el sacaba la información hermano, iban a tal casa: `sabes qué mañana te van a allanar a vos también, a vos también', y todo era creíble pues hermano, `puta' entrábamos nosotros íbamos a allanar a esas casas, y lo mismo pasó con Kudelca. Cuando llegó Kudelca nos enteramos que `nos mamó el cojudo', y vamos a hablar en una de esas salidas a Santa Cruz, el Johny, el qué se llama…el otro el Capitán…el Ocampo y yo. Vamos, y estaba el Clavijo y el Nuñez, Nuñez del Prado, y ahí estaba el Kudelca, y le he empezado a indagar: `cómo es de esto `carajo', nos hemos mamado y no se qué', `no que desde la unidad 10 de la logia allá vive fulano de tal, sultano, mengano', nos hemos dado la vuelta nos ha señalado toditos los domicilios, entonces al día siguiente ya vamos, vamos a notificar a esa gente, y cuando iba a notificar hermano el Johny los `cojudos' ya sabían que le estaban buscando, entonces ese tipo de trabajo ha hecho el Clavijo de `mierda', con el Capitán, el Larrea (...)."

Ahora bien, en función a los citados antecedentes, contextualicemos la noticia que publicó el matutino El Deber, bajo el titular "Soza hace allanamientos y se equivoca de investigado".

La referida noticia, cubierta por el periodista Pablo Ortiz, tiene el siguiente tenor:

"El fiscal que investiga el caso de supuesto terrorismo en Santa Cruz, Marcelo Soza, montó un megaoperativo para realizar citaciones y allanamientos a al menos cinco domicilios y una tienda de caza y pesca. EN EL ÚLTIMO QUE SE EFECTUÓ, SOZA EN PERSONA INGRESÓ EN UN INMUEBLE UBICADO EN LA CALLE GOBERNADOR VIDELA (SUR DE LA CIUDAD), PARA LUEGO RECONOCER QUE SE HABÍA EQUIVOCADO Y QUE EL DUEÑO DE CASA NO TENÍA NADA QUE VER CON LA INVESTIGACIÓN.

El fiscal del denominado caso Rózsa llegó con estruendo. Por la mañana reunió a varios grupos operativos y de Inteligencia de la Policía en la Escuela Básica de Policías de Santa Cruz. Desde allí, los agentes salieron divididos en siete grupos y se dispersaron por la ciudad. Los primeros rumores indicaban que Soza había venido a realizar 17 detenciones, sobre la base de nombres proporcionados por Marco Monasterio, y para apresar a personas que no se presentaron a declarar. Esto llevó al juez Luis Tapia Pachi a asegurar que él sería uno de los detenidos, pero al final de la tarde pudo irse a su domicilio.

Al mediodía, los agentes llegaron a un domicilio situado en la calle Las Garzas, detrás del zoológico, e INGRESARON EN UNA CASA DE UNA PERSONA IDENTIFICADA COMO WÁLTER CALDERÓN. UN ABOGADO QUE SALIÓ DEL DOMICILIO DIJO QUE NO TENÍAN ORDEN DE ALLANAMIENTO Y QUE HABÍAN SIDO INVITADOS A PASAR POR LA FAMILIA.

Casi al mismo tiempo, SOZA INGRESÓ EN LA TIENDA DE CAZA Y PESCA CASA ASBÚN, PROPIEDAD DE LA FAMILIA DE ALFREDO ASBÚN, preso en Miami por presunto tráfico de armas hacia Bolivia. Allí dejó una citación para que Ivette Cortez de Asbún, esposa de Alfredo, se presente a declarar el próximo miércoles en La Paz. También decomisaron 30 proyectiles calibre 7.65, 30 balas calibre 38 y 3.000 municiones calibre 32. Asimismo se incautaron de documentación. Soza investiga si hay nexo entre el supuesto grupo terrorista de Rózsa y este tráfico de armas, y para corroborarlo una comisión viajará a Miami.

OTRO GRUPO DE EFECTIVOS INGRESÓ EN LA CASA DE LA FAMILIA ASBÚN, EN LA CALLE 1 DE VILLA BRÍGIDA, Y EL OPERATIVO SE EXTENDIÓ HASTA EL CENTRO, DONDE INGRESARON A DOS CASAS, EN LAS ESQUINAS DE LAS CALLES QUIJARRO Y ARENALES Y QUIJARRO Y BOLÍVAR.

Al final de la tarde, SOZA ENFILÓ HACIA LA CALLE GOBERNADOR VIDELA Y ENTRÓ EN LA CASA DE CARLOS ASBÚN. PESE A QUE SE QUEDÓ CASI DOS HORAS EN EL INMUEBLE, CUANDO SALIÓ, ENFUNDADO EN UNA GORRA DE LA POLICÍA DE NUEVA YORK, RECONOCIÓ QUE SE HABÍA EQUIVOCADO.

`CORRESPONDE ACLARAR QUE ESTA FAMILIA NO TIENE NINGUNA VINCULACIÓN. APELLIDAN ASBÚN PERO NO TIENEN NINGÚN PARENTESCO (CON ALFREDO)', dijo y no quiso informar más. `Probablemente tengamos que seguir trabajando', acotó, antes de subir a una vagoneta que lo llevó a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen." (El Deber, 09.04.2010)

jueves, 14 de marzo de 2013

¿CASO CERRADO?

Walter "Puka" Reyesvilla Méndez
aguadoble@yahoo.es

Como si se tratase de un "reality show", con toda la chapucería que tal subgénero implica, el escenario del tiempo real nos sacudía con su implacable patetismo, superando ampliamente a producciones en las que se paga a quienes no tienen escrúpulos para involucrarse en truculentas historias tramadas por imaginativos guionistas.

En un caso, tuvimos la historia de un supuesto vivo al que, con justificadas razones, muchos daban por muerto. Dando información a cuentagotas, sesgada, y políticamente interesada, los sostenedores de la versión de la pervivencia del caudillo en cuyo nombre hablaban, no presentaban en ningún momento pruebas de vida convincentes, salvo burdamente trucadas.

Cuando el engaño se volvió insostenible, aunque manteniendo el mismo hermetismo informativo, tuvieron que admitir que el "occiso estaba muerto"… y bien muerto, tanto que ya no hablaba fuerte como solía hacerlo en vida –en realidad, ya no hablaba-.

¿Hay "Razón de Estado" tan poderosa que posibilite engañar a todo un país de esta manera? Al parecer, la hubo; y aplicando la misma será perpetuada cual faraónica cripta –contra la voluntad del futuro embalsamado, quien repudiaba estas prácticas-.

En otro caso, más cercano, tenemos el cuento de un supuesto muerto al que, con justificadas sospechas, muchos dan por vivo. Dando información unilateral, confusa, precipitada y "absoluta", los sostenedores de la versión de la muerte del asesino sobre cuyo caso hablan, presentan "pruebas" aparentemente forzadas, tratando de zafarse del problema cuanto antes.

Como la credibilidad de los portavoces de la versión oficial –Ministro, Ministra,Viceministro, Comandante de la Policía- se encuentra por los suelos, los familiares de la víctima del asesino "muerto" han dispuesto el envío de muestras de tejidos del hijo y de la madre de aquella. Hay un cadáver sepultado, pero, sintomáticamente, el titular del periódico La Prensa reza: "Sepultan cadáver atribuido a Jorge Clavijo". Ese "atribuido" es contundente.

¿Hay "muerto dentro del closet" tan comprometedor que posibilite jugar con la sensibilidad de la población de esta manera? Al parecer, la hay; y junto con éste, muchos otros casos serán cerrados sin haber sido esclarecidos con justicia.

¿Caso cerrado?

BOLIVIA: EL OCASO DE LA DEMOCRACIA CORTESANA

Ramiro Calasich G.
ramiro.calasich@gmail.com
http://ramiro-calasich.blogspot.com

¿De dónde viene este caudillo, arrogante y carismático, con el verbo dudoso y enardecido, con su prédica tóxica, sus amenazas apocalípticas y sus promesas infringidas? ¿De dónde viene aquel de la conspiración oscura, de la trampa y la emboscada, de la exaltación de la virtud de la intriga? ¿De dónde viene el opositor, armado de crítica áspera y de ambición encendida, esperanzado en su turno de medrar del mismo poder, bajo nuevas banderas raídas? ¿De dónde venimos todos, soberanos de una Democracia que no conocemos y a la que sólo recurrimos para saciar algún apetito roñoso? ¿De dónde? ¡Del pasado!

A diferencia de la liturgia oficial, ruidosa en pompa y discurso, en Bolivia no asistimos a ningún proceso de cambio que abra las puertas al esquivo progreso; todo lo contrario. El régimen político actual, expresado en el gobierno y la oposición, concentra todos los vicios de una cultura política pseudo-democrática, cuyas raíces se hunden en polvorientas prácticas coloniales, y que nos persigue, como fantasma penitente, desde 1825.

Convertido en extravagante máquina del tiempo, el gobierno de Evo Morales ha enfilado rumbo seguro; su norte, el pasado. En sus manos, las más abyectas y vetustas prácticas políticas se persiguen, remiendan y reproducen, acompasadas por ideologías esotéricas y despiadadas. La oposición, conservadora y estéril, se muestra melancólica, mascullando el ensueño de la restauración. El saldo provoca desaliento: el presente parece ser sólo una tradición que continuar, jamás un futuro a realizar.

Antes que revivir el pasado, por interés timador o por afán depravado, hay que tener la entereza de asimilarlo, con sus luces y sombras, pues es la única manera de trascenderlo, de una vez.

LA DEMOCRACIA CORTESANA

Del seno de la Real Audiencia de Charcas, Bolivia nació a la vida independiente como un Estado republicano, asentado en los pilares de la Democracia Representativa. Sin embargo, si en apariencia Bolivia daba sus primeros pasos a la sombra de postulados liberales, su consolidación estaba lejos de realizarse.

Al nacer, la economía se caracterizaba por la coexistencia de dos formas de producción, una precapitalisla –la más importante-, expresada en el latifundio, la comunidad campesino-indígena y los talleres artesanales; y otra capitalista, hondamente embrionaria, vinculada a la producción minera y a los talleres textiles (obrajes). Luego de 16 años de cruenta guerra, esta economía, de rostro combinado, mostraba señas de extenuación y abatimiento.

En el plano social, si bien indígenas, mestizos y criollos rebeldes habían sido activos protagonistas en el desmoronamiento del régimen colonial, no lo fueron en el proceso de fundación de la nueva República. Contrariamente, el nacimiento del nuevo Estado fue iniciativa, tenaz y sombría, de la aristocracia terrateniente, la cual migró al bando patriota ante la inminente derrota de las huestes realistas, a cuya sombra había existido.

Mientras los libertadores se afanaban por conducir a tientas a la nueva República por senderos liberales, incluso hacia la formación de una gran confederación de las naciones recién libertadas, la aristocracia terrateniente, erigida como clase dominante, era ajena a estas aspiraciones, debido a que afincada sus intereses en el latifundio y la servidumbre; el régimen democrático le era tan ajeno como los sueños continentales de Bolívar.

De esta forma, la ausencia de una clase social que materializara el sueño liberal del Estado Nacional (la burguesía), abrió las puertas a una contradicción que marcaría a fuego la historia de Bolivia: la existencia de un régimen democrático formal y la presencia de una clase dominante extraña a todo principios democrático, la cual apelaría a la Democracia sólo para legitimar su control abierto o embozado del poder.

Pronto, la negativa de la aristocracia terrateniente de participar del sueño liberal se transformaría en conspiración y luego en levantamiento explícito. Al final, los libertadores terminarían expulsados; la aristocracia criolla se afianzaría en el poder, dando origen a un régimen excluyente, caracterizado por la lucha de facciones y la acomodación del régimen democrático a sus propios intereses.

El hecho trascendental fue que, al nacer y en los primeros años, en Bolivia se moldeó una cultura política que combinó particularidades de la práctica política liberal, importada por los libertadores, y de la práctica política colonial, dándose origen a una cultura política liberal-colonial, expresada en una Democracia deformada, usada desde entonces para legitimar intereses de los poderosos de turno: la Democracia Cortesana.

La conclusión inevitable es que, desde siempre –y hasta hoy-, en el país se ha conspirado contra cada uno de los principios que perfilan un verdadero régimen democrático, hasta convertir a la Democracia en espectáculo pueril, una deslucida ficción, un espejismo maltrecho. La diferencia con el presente es que ahora esta profanación se practica con sigilosa pulcritud y con ostentosa alevosía.

¿Cuáles son estos principios, vilipendiados por tradición, y ahora envilecidos por convicción? La respuesta no sólo intenta describir cómo cada uno de ellos ha sido y es pervertido por gobernantes y gobernados, busca además desmenuzar las bases de la Democracia, las mismas que deberían servir como adhesivo para la formación de un verdadero movimiento de unidad democrática que ponga un alto al inveterado desgobierno y nos conduzca por sendas de libertad y progreso.

Abordar los pormenores de la Democracia, no es empeño fácil, acechan los sesgos ideológicos y las imprecisiones, pero es algo que se debe encarar con el apremio de lo ineludible; así que es preferible asumir el riesgo del aporte, aunque sea a vuelo de pluma, pero con rectitud e independencia.

1. EL PUEBLO SOBERANO

La Democracia es un sistema de gobierno y de organización del Estado en el que la soberanía reside en el pueblo. Es decir, y valga la redundancia, en Democracia el pueblo es el soberano.

Este principio implica un hecho que habitualmente pasa desapercibido. Para ejercer su condición soberana, el pueblo tiene primero que asumir consciencia de que es el soberano y luego desarrollar ciertas competencias que le permitan desempeñarse como tal. Sin duda, este proceso no se desarrolla por generación espontánea, sino que es, o debe serlo, consecuencia de una cuidadosa y planificada labor educativa. No es para menos, una Democracia asentada en un soberano ignorante de su rol está destinada al desvarío.

Debido a que el ejercicio de la soberanía requiere de cierto criterio y capacidad, quienes ejercen la soberanía son aquellos individuos mayores de edad, depositarios de competencias, responsabilidades y derechos, y a quienes se conoce como ciudadanos.

Así, la constitución de la ciudadanía implicaría la existencia de dos escenarios: 1. La formación de la "Ciudadanía En Sí", o la conversión del individuo en ciudadano formal a partir de alcanzar la mayoría de edad. 2. La formación de la "Ciudadanía Para Sí", o el desarrollo de consciencia de ciudadanía -de ser el soberano en ejercicio- y de las responsabilidades y derechos que ello implica (otra vez: fenómeno que sólo puede ser resultado de la educación del individuo).

En una sociedad marcada por el atraso y por el cultivo de la Democracia con fines utilitarios, la formación de ciudadanos "para sí" fue y es una tarea ausente. El resultado es pavoroso: un régimen democrático formado únicamente por ciudadanos formales (en sí), lejos de toda acción consciente sobre deberes y derechos (para sí). De este hecho se desprende una pregunta temeraria: si en la Democracia la soberanía recae en el pueblo, ¿cómo puede existir un régimen democrático si el ciudadano no tiene idea de que es el soberano? La respuesta estremece: sólo existe como simulacro.

La ausencia de una "Ciudadanía Para Sí" –de un soberano que se sabe y valora como tal- dio nacimiento a dos fenómenos igualmente infaustos: 1. El uso de la ciudadanía formal ("en sí") para la legitimación del poder, incluso contra sus propios intereses, al amparo de su exigua formación sobre su condición soberana que la empuja a habilitar gobiernos espurios a través del voto estimulado, carente de información/formación. 2. La formación de una ciudadanía deformada, caracterizada por la vocación acreedora y rentista; dueña exclusiva de exigencias –que no son lo mismo que derechos-, es renuente a asumir responsabilidad con el conjunto de la sociedad y con cada uno de sus sectores.

2. LIBERTAD E IGUALDAD

El pueblo soberano se halla constituido por individuos libres e iguales.

En sociedades premodernas, la sociedad se caracterizaba por la subordinación de la individualidad a toda clase de expresiones corporativas: estamentos, gremios, órdenes religiosas, comunidades, etc.; la vida civil sólo era posible a condición de pertenecer a algún tipo de comunidad o de ser súbdito de algún señor o del propio monarca; esta relación de pertenencia implicaba ausencia de libertad individual y sumisión ante la arbitrariedad.

El tránsito a la modernidad se asentó, principalmente, en la reivindicación de la individualidad, basada en la subordinación y la igualdad ante la Ley, a fin de garantizar los derechos mínimos y la realización plena del individuo (proceso conocido como individuación).

Al nacer Bolivia, y ante la presencia de una economía combinada -en la que coexisten un pequeño núcleo de modernidad y una amplia base de atraso-, el paso hacia la individuación o autodeterminación individual, se produjo a medidas, incluso en grandes sectores de la sociedad, aquellos asentados en prácticas económicas premodernas, el ser humano sigue definiéndose en base exclusiva a su pertenencia a una determinada comunidad.

Así, incapaz de erigirse sobre su propia individualidad, angustiado por una realidad borrosa, inestable y conflictiva, carente de una institucionalidad democrática que le otorgase seguridad y confianza, al nacer Bolivia el pueblo prematuramente abdicó de su potestad soberana, para abandonarse en los brazos de un ser aparentemente esclarecido, capaz de dar luz allá donde reinaba la oscuridad: el caudillo (populista o elitista), a cambio de que éste le confiscase el espíritu y la libertad. Desde entonces, y debido al persistente atraso, este hecho se mantiene inalterable, no sólo porque la acción política se la entiende como el perenne exhibicionismo del caudillo, sino también por la obstinada búsqueda ciudadana del padre protector.

Si en la base de todo el sistema democrático se halla el pueblo soberano, es decir, la comunidad de individuos libres -titular del poder-, y que de sus acciones depende la constitución y estabilidad del Estado y de sus poderes, queda claro que la piedra angular de la Democracia es –o debería serlo- la existencia de individuos no sólo libres sino competentes para asumir su papel y luego para desempeñarlo.

De ello se desprende que la libertad, aquella capacidad de autodeterminación que nos cobija y que da vida a la soberanía popular, se asienta en tres dimensiones esenciales:

Libertad de pensamiento. Capacidad para pensar con autonomía, sin ningún tipo de influencia externa que impida la incubación de pensamientos propios. Aunque resulta obvio, generalmente se pasa por alto que para actuar, en cualquier sentido y de cualquier forma (votar, comprar, opinar, protestar, etc.), el individuo experimenta primero, generalmente de forma inconsciente, un complejo proceso neurofisiológico al que llamamos pensar. Aunque resulte doblemente obvio, el proceso de pensamiento, en el que finalmente se asienta la libertad, es un fenómeno exclusivamente individual: no existe pensamiento que emane de colectivo alguno, menos del griterío de la muchedumbre, hecho que no niega que el pensamiento individual se nutre en la interacción. La libertad de pensamiento supone, además, el derecho a cambiar de opinión; ahí radica, por ejemplo, el derecho a dejar de pensar como la mayoría, para asumir como propia la opinión de la minoría, o viceversa.

Libertad de expresión. Es la continuación natural de la anterior. Es el derecho a expresar los pensamientos propios, sin restricción alguna (sólo aquella contemplada por la ley), libre de todo intento de manipulación o intimidación.

Libertad de acción. Nace de la secuencia de las dos anteriores. Se trata del derecho a actuar en concordancia con los pensamientos concebidos y expresados, siempre al amparo del Estado de Derecho. Actuar libremente significa actuar por uno mismo, no por coacción externa. Participar es moverse por sí solo, por convicción, no ser acarreado ni movilizado por otros. En tiempos en los que se exalta las virtudes de la participación ciudadana, entendida como proceso que puede iniciarse en la expresión y prolongarse en las acciones de hecho, debe recordarse que si no se halla precedida por el ejercicio consciente de la libertad de pensamiento (información/formación), ésta se reduce a meras acciones errabundas, generalmente manipuladas, fachada estéril de la que se alimenta todo manipulador.

En síntesis, la presencia de la libertad se expresaría en la existencia de personas con pensamientos propios, expresión libre y actuar consecuente. Sin embargo, la realidad dista en mucho de alcanzar este postulado. No se puede esconder que, la mayor parte de las veces, los ciudadanos actuamos con una incultura sobrecogedora en lo referente a los asuntos públicos, sembrada desde afuera y/o cultivada desde adentro. No otra cosa expresa el hecho que, de espaldas a toda noción de libertad, lejos de nuestro papel de titulares del poder, con asombrosa frecuencia nosotros, el pueblo soberano, nos entregamos sin decoro a caudillos de temporada, de los más dispares y disparatados pelambres ideológicos, quienes asoman su ambición en momentos de desesperanza, para mostrarse como los redentores largamente esperados.

3. CONSENTIMIENTO

En esencia, la Democracia es un régimen de consentimiento: el pueblo soberano "consiente" ejercer su soberanía a través de representantes y de mecanismos de participación (directos e indirectos).

Este "consentir" implica la existencia de consciencia de que se es el soberano, primero, y que para ejercer ese rol vital debe elegir a representantes idóneos y/o participar de forma razonada.

Sin embargo, desde su nacimiento, la Democracia –deformada por la pervivencia del atraso- mantuvo lejos de toda participación competente (consciente), y en silencio, a sus propios ciudadanos. Con una Democracia coja y una ciudadanía muda, las clases dominantes que se fueron alternando, hasta nuestros días, apelaron a fabricar el consentimiento ciudadano mediante el uso de una herramienta tan inefable como efectiva: la demagogia, práctica política destinada a inducir a la acción (votar, marchar, matar, morir, etc.) a través de la manipulación emocional (persuasión) y del bloqueo de toda acción racional (desinformación); verdadera arma de distracción masiva, tan letal como las otras. El objetivo final del demagogo, de ayer y de hoy, es simple y ladino: fabricar una realidad a imagen y semejanza de las aspiraciones ciudadanas.

Si en los primeros años de la República para la fabricación del consentimiento se apelaba a la arenga y al libelo (era suficiente, debido a que quienes votaban eran apenas unos pocos), a partir de la segunda mitad del siglo XX se hizo mucho más efectiva, debido al uso de los medios de comunicación. Este fenómeno llegó a su máximo grado de perversión en los gobiernos neoliberales, los cuales trasladaron la lógica del mercado a la arena política: la ciudadanía devino en "mercado político" al que debe sondearse –no consultarse- a fin de conocer sus aspiraciones -no sus opiniones-, información usada luego para fabricar y presentar programas y candidatos que ilusoriamente respondan a esta "demanda", aunque luego se haga o se deshaga en sentido contrario.

Pese a sus arrebatos antineoliberales, el actual régimen usa exclusivamente, y con frenesí, las más refinadas estrategias del marketing político, estimulando en la ciudadanía, una y otra vez, toda la gama de emociones -principalmente el miedo- para mantener viva la desesperanza, y por tanto el apego al caudillo, y el temor de pensar con alguna independencia.

Esta práctica de "neoliberalismo político", se halla sazonada con verdaderas e inefables prácticas coloniales. La más conspicua: hoy más que nunca la política deviene en espectáculo, en pompa y dramatización pública, hechos característicos del mundo colonial. La base de la gestión pública no es la eficiencia, sino más bien el manoteo extremo del simbolismo, de la ceremonia y del rito.

Pero el gobierno actual no sólo echa mano de estas armas, sino que las supera. Como nunca antes, con aséptica felonía, se ponen en escena complejos espectáculos dramáticos en forma de spots y concentraciones masivas, con el objetivo de aborregar al individuo, negándosele el derecho a la individualidad. Así, el lenguaje discursivo y visual convierte a la acción política en simulación y dramaturgia, cuyos protagonistas sólo pueden existir en uno de dos destinos: la santidad o la infamia.

Al final, el resultado ha sido –y es- una ciudadanía que no consiente delegar su soberanía, sino que es forzada, con sinuoso disimulo, a comulgar en el altar del simulacro político.

El hastío frente a este hecho explicaría las frecuentes explosiones ciudadanas que estremecen al país –incluso a diferentes regiones del mundo- y que, al ser inconscientes y no tener destino cierto, son rápidamente embaucadas por grupos y caudillos que las embozan y adormecen, hasta el siguiente estallido.

El hecho que despierta mayor preocupación es que sectores de la oposición, feroces en el discurso contra el actual gobierno y a favor de la Democracia (si es sincero, es muy reciente), apelan a las mismas herramientas –lo hicieron antes cuando florecían en el poder-, mostrándose que también habitan en el pasado. De ahí que no sea casual que unos y otros prioricen la propaganda como vehículo de relacionamiento con la ciudadanía, dejando a un lado todo contacto e interacción.

4. ELECCIÓN/SELECCIÓN

En los procesos electorales, el pueblo delega su soberanía a representantes a quienes elige mediante el voto.

Este principio explica que toda elección implica un proceso de descarte: se escoge a uno y se descarta a otro u otros. Este hecho supone que el ciudadano escoge, es decir, selecciona a una de las opciones contendientes. Para realizar esta selección, el requisito indispensable es contar con la información suficiente, y la formación básica, para que el votante pueda identificar las diferencias entre unos y otros.

Sin embargo, la realidad dista en mucho del ideal. Con la Democracia reducida a juego simbólico, en el que cada partido se esmera por posicionar, emocionalmente, a su caudillo a través de hábiles campañas propagandísticas, el ciudadano rinde su raciocinio ante la abrumadora aplanadora mediática, plagada de simplismo y sensiblería, y concluye votando por quien, "en apariencia", responde a sus aspiraciones. No selecciona: ello supondría un ejercicio racional que le permitiría comparar y contrastar las opciones en juego; al no contar con los insumos para tan importante labor, sólo vota, y a ciegas.

Este hecho plantearía que la legitimidad que emana de las urnas puede ser trucada, y con facilidad. Basta conocer que el cerebro de todo individuo funciona por defecto en modo emocional –no racional-, y que el raciocinio disminuye aún más en presencia de la propaganda o de la efervescente masa, para luego echar mano a las devastadoras armas de la demagogia (persuasión y desinformación) a fin de presentarse como la respuesta esperada.

5. PARTICIPACIÓN CIUDADANA

La participación ciudadana tiene el objetivo de influir en los asuntos públicos, a través de mecanismos directos, como las asambleas o las acciones de protesta, o de mecanismos indirectos, como el referendo. Para cumplir tan delicada labor, la población requiere de la información/formación necesaria para actuar de manera consciente.

Si bien la participación directa es efectiva en ámbitos reducidos, como una asamblea, no lo es en condiciones mucho más amplias, por dos razones: 1. Mientras la cantidad de personas aumenta, la individualidad tiende a declinar, limitándose la posibilidad de la acción racional, propia y exclusiva de los individuos. 2. El proceso de masificación directa es el escenario ideal, y favorito, del demagogo, quien congrega a su rebaño con dos objetivos: aborregar al individuo, impidiendo su discernimiento individual al calor de sentir una aspiración compartida, y bañar de legitimidad sus arbitrarias o descarriadas acciones. Si a ello se suma la ausencia de información sobre los temas a tratar, algo que también se planifica con incivil insolencia, la conclusión es funesta: la masa, negación de la individualidad, se constituye en cómplice de su propio sometimiento.

Con relación a la participación indirecta, principalmente a través del referendo o la consulta, ocurre lo mismo que con las concentraciones masivas: se la presenta como un avance en la Democracia –sin duda que lo es-, al tiempo que se la apuñala por la espalda al arrebatarle su condición esencial: información imparcial, oportuna y veraz. Sin ésta, es imposible que la ciudadanía pueda expresar su opinión, por la obvia razón de que no la tiene, por lo menos una opinión racional formada a través del análisis de las opciones a dirimir, no por la atroz acción manipulativa de los hacedores de la ficción política.

6. REGLA DE LA MAYORÍA

El pueblo soberano elige/selecciona a sus representantes en comicios libres y universales, mediante la Regla de la Mayoría: gana la mayoría, se respeta a la minoría y se gobierna para todos.

Bajo este principio, los partidos ponen a consideración de la ciudadanía sus programas y los candidatos capaces de materializarlos (en ese orden). En un proceso de convencimiento racional, las tendencias existentes al interior de la ciudadanía se inclinan en favor de determinadas opciones. El gobierno que se erige del voto mayoritario asume el poder político como gobierno de todos, respetando la voz disidente.

La regla es simple, como es simple quebrantarla. Basta con asentarse en la tendencia mayoritaria ciudadana y aparentar que se la representa, incluso puede que se la represente sin disimulos ni estafas. Al final, no importa si la inclinación mayoritaria sea o no ecuánime, lo que vale, para ganar, es decir lo que la gente quiere escuchar. Es el cinismo puesto al servicio de la toma del poder.

El paso siguiente es igualmente perverso: ostentar haber nacido del seno de la mayoría, para desoír, peor aún, para acallar a la minoría derrotada. El resultado: un gobierno que sólo apela a la mayoría, mediante la acción de una ruinosa maquinaria propagandística, para legitimar la persecución de todo clamor que desentone con el libreto oficial; de mejorar sus condiciones de vida, nada. Lo peor: confirmando su famélica formación democrática, quienes se reclaman de la mayoría, aplauden dóciles la supresión del "enemigo" (sin embargo, el ensueño cortesano toca a su fin cuando se osa pensar con alguna autonomía: sobreviene la pérdida de mercedes y dádivas, cuando no de la propia dignidad a través del ominoso y festivo linchamiento mediático).

No es todo. Invariablemente, detrás del escenario prefabricado de unos contra otros, los gobiernos antidemocráticos esconden un secreto incivil: claman encarnar a la mayoría, cuando en realidad responden a intereses taimados.

7. ESTADO DE DERECHO

Para evitar arbitrariedades y garantizar la convivencia en libertad e igualdad, la Democracia presupone la existencia de un Estado de Derecho –regido por la Constitución y las leyes-, al que se hallan subordinados, en igualdad de condiciones, tanto gobernantes como gobernados.

Durante la colonia, y al amparo de la angurria de poder y riqueza, cobró rango de institución el axioma "la ley se acata pero no se cumple", abriéndose las puertas a mayores iniquidades. Con el advenimiento de la República, y tomando en cuenta la existencia de una Democracia deformada e instrumentalizada, el respeto a la Ley se mantuvo condicionado por los intereses de los poderosos de turno. Aquel axioma cobró carta de ciudadanía. Así, y desde entonces, el Estado de Derecho es o no respetado según las conveniencias de temporada.

El manoseo estructural del Estado de Derecho tuvo su origen en los gobiernos militares que sembraron de iniquidades los primeros años de la República. El modus operandi frecuente consistía en legalizar cruentas asonadas golpistas, o impíos procesos electorales, con nuevas cartas magnas que arropaban de legalidad la asunción indecorosa al gobierno. Una vez en el poder, y con un Congreso amansado, se procedía a promulgar normas rígidas e inexorables pero de aplicación arbitraria.

Con el gobierno actual, la irreverencia frente al Estado de Derecho, además de continuar, adquiere formas extremas: no sólo que no se lo respeta, a la usanza colonial, sino que se lo desmantela ante el aplauso popular.

El primer eslabón de este pavoroso proceso fue convocar a una Asamblea Constituyente con el objetivo modificar las bases esenciales del Estado de Derecho, para abrir las puertas a un régimen autoritario de apariencia democrática. Aquella Asamblea Constituyente, mancillada por un sinnúmero de ilegalidades, se entregó de lleno a transcribir un texto constitucional que llegó desde afuera y por la ventana (de cónclave soberano, nada). El hecho emblemático fue que la nueva Carta Magna fue esbozada en un recinto militar, ante el asedio popular cruentamente abatido, proceso que fue seguido luego en otra ciudad, casi a escondidas, donde fue aprobado sin siquiera ser leído, menos debatido, para luego ser modificado por un grupúsculo clandestino que introdujo modificaciones esenciales a la sombra de la ilegalidad. Finalmente, el documento fue puesto a consideración del pueblo, el cual, guiado por una ignorancia imbatible –avivada por un manoseo inaudito-, lo aprobó con mayoría abrumadora. De esta forma, fue ultimado el principio democrático que establece que toda Constitución debería expresar la voluntad general, no el deseo inducido y arbitrario de la mayoría ofuscada.

A la aprobación de la espuria Carta Magna, le siguió, y le sigue, la promulgación de normas destinadas a facilitar la concentración del poder y la persecución de opositores y críticos al gobierno. Es decir, la deformación del Estado de Derecho abre las puertas a la conculcación de libertades y garantías ciudadanas, dentro de un régimen de traza democrática. El resultado: la justicia indistinguible de la revancha. Estremecedor fenómeno: gobiernos democráticos devorando desde adentro, cual cáncer terminal, la Democracia y la libertad que la alimenta, acción punible que goza de la venia de sectores del propio soberano.

8. INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA

Para suprimir toda tentación autocrática, la Democracia prevé la separación de éste en varias competencias (poderes) y ámbitos geográficos, estableciéndose además sistemas de control, contrapesos y un andamiaje institucional vigoroso y eficiente.

Sin embargo, la inveterada Democracia Cortesana se asienta, invariablemente, en la supresión de este principio o en su existencia meramente formal, lo que a la larga viene a ser lo mismo, hecho que puede confirmarse a través de cuatro acciones (además de muchísimas otras): vulneración de la independencia de poderes, sometimiento de las FFAA y de la Policía, pérdida de la independencia sindical y reducción de los partidos políticos a séquitos electorales.

a. Independencia de Poderes

Casi sin alteraciones, los gobiernos que se han sucedido en el país han buscado, con todo éxito, el control de los poderes públicos, las más de las veces a través de acuerdos partidarios que han loteado los cargos públicos, expresión de la concepción patrimonialista del Estado y la visión microscópica sobre la Democracia. El objetivo: el control total del poder, a la usanza premoderna (colonial) o, más cerca, dictatorial, pero siempre arropado por la apariencia democrática.

El gobierno actual no es la excepción, todo lo contrario. Con premeditación y aséptica cirugía, se ha avanzado en la captura de cada uno de los poderes del Estado, unas veces ha bastado sólo la sumisión de sus propios miembros y otras se ha apelado a la participación desinformada y manipulada de la ciudadanía, la cual se ha visto estimulada a actuar sin tener idea alguna de lo que realmente estaba haciendo.

Pero la herida a la Democracia es más profunda y doliente. Si los poderes del Estado han quedado desde siempre a merced del gobierno, éste se ha visto sometido a la voluntad omnímoda del líder providencial, elitista o populista: el caudillo, secundado por sus fieles cortesanos.

Recordemos que la estructura política monárquica y colonial se basaba en una relación de reciprocidad entre el rey y sus vasallos. Mientras el primero tenía facultad de otorgar y quitar, los segundos, reunidos en la Corte, exhibían sumisión a condición de mantener ciertos privilegios.

Esta relación monarca-corte pasó a la nueva República, casi sin alteraciones, en la relación caudillo-corte, constituyéndose en la base de la Democracia Cortesana, que hasta hoy sufrimos, en sustitución de la institucionalidad democrática.

Queda claro que en la Democracia Cortesana, el caudillo no sólo envilece y suplanta las instituciones propias de la Democracia, sino que expresa una escalofriante regresión de la sociedad a tiempos premodernos, en los que primaban la arbitrariedad, la desesperanza y la sumisión.

El hecho sorprendente es que, cual museo viviente, las expresiones de la relación caudillo-corte pueden ser estudiadas aún hoy en día, incluso con mayor nitidez, debido a la orientación arcaica del actual régimen; curiosamente, también se muestran, menos estridentes, en los partidos opositores.

Despotismo. Debido a que se sabe por encima de las desesperanzas del ciudadano común, y que se halla arropado por el servilismo propio del vasallo, un rasgo particular del caudillo es su talante despótico e intolerante, a medio paso entre el paternalismo y el garrote; de ahí que sea difícil creer que acciones importantes de su régimen no tengan su venia: nada importante ocurre sin la aquiescencia del caudillo.

Esta tendencia atrabiliaria es una de las características del ejercicio del poder que nos ha acompañado desde siempre. Su expresión más atroz: la confrontación entre adversarios políticos es entendida como una misión guerrera; al adversario, considerado el enemigo, le quedan sólo dos alternativas: rendirse o pagar su osadía (persecución, encierro, descrédito e incluso la muerte). La acción política reducida a una cruzada de beatos contra réprobos.

Patrimonialismo. Como en añejos tiempos coloniales, el caudillo concibe al Estado como una prolongación, casi natural, de sus posesiones, cuando no de sus ambiciones, de manera que dispone de todo, y de todos, de forma arbitraria, festiva y manirrota. Las arcas nacionales son sucursales legítimas de sus bolsillos, y de sus apetitos. Dueño del poder, el caudillo –erigido en patrón-, dispone del Estado a su arbitrio, a fuerza de compadrazgos, redes clientelares, alianzas familiares o de estrechas relaciones personales.

Clientelismo y Prebendalismo. La concepción patrimonialista del Estado se asienta en la existencia de fuertes lazos de reciprocidad entre el caudillo y su corte: protección a los segundos, mientras ostenten sumisión y fidelidad –siempre volátil-, a cambio de seguridad, dineros y posesiones. Sobre la fidelidad cortesana, no cabe duda que se trata de una vía segura de promoción, ascenso personal y seguridad laboral. En general, el clientelismo y el prebendalismo han estado vinculados a sectores vitales para la mantención del poder: valiosos cortesanos, altos mandos militares y policiales, dirigentes sindicales, líderes opositores, comunicadores, personajes influyentes, etc.

Equilibrio de tensiones. Debido a que detrás de la fidelidad al caudillo se encuentra el apetito personal de cortesanos/as, no el apego a principios ni a programas pues éstos están ausentes, la forma habitual en la que el caudillo mantiene su estatus es a través de la promoción de pugnas por privilegios y prebendas al interior de su propia Corte, hecho que impide la aparición de tendencias o figuras que cuestionen o disputen su omnímoda presencia.

Sumisión demostrada. Para ser considerado miembro del círculo estrecho del caudillo, los cortesanos deben cumplir un doble rol: primero, deben demostrar, de palabra y hecho, sumisión al caudillo, sin importante si su propia dignidad queda en entredicho; segundo, como "representar implica actuar en nombre del otro", el cortesano impenitente debe reproducir la relación de humillación con quienes se hallan por debajo en su rango de jerarquía, de ahí que en toda repartición o estructura menor aparezcan pequeños caudillos, quienes actúan con igual o mayor despotismo que el caudillo al que emulan.

b. FFAA y Policía

Con relación a las FFAA y a la Policía, la cosa es seria. Al ser instituciones que detentan capacidad de fuego, su poder queda fuera de dudas. De ahí la importancia que le otorgan los caudillos al sutil arte de amansarlas, a través del control de sus altos mandos a fuerza de dádivas y dudosas promociones. Incautadas, antes que cumplir las misiones conferidas por la Constitución, estas instituciones se han visto rebajadas a cumplir el indigno rol de guardia pretoriana al servicio del caudillo.

El envilecimiento de ambas instituciones se expresaría en dos fenómenos que avanzan en franca purulencia: FFAA sin norte, ignorantes sobre su papel y sus acciones bajo un régimen democrático, moldeadas únicamente para reprimir con feroz eficiencia toda asonada popular o para prestarse a embustes que avivan sentimientos patrioteros y chovinistas, tan arcaicos como la figura del propio caudillo; y una Policía viciada y viciosa, eficiente para arremeter –abiertamente o a través de comandos de sangre- contra opositores y manifestantes, pero incapaz de enfrentar la criminalidad que crece y escala envalentonada ante la ausencia de policías que apelen a la ciencia antes que al garrote inquisidor.

c. Independencia Sindical

Los sindicatos son agrupaciones de trabajadores destinadas a la defensa y promoción de los intereses de sus afiliados. Su objetivo se reduce, esencialmente, al resguardo de aspiraciones particulares y concretas. Sólo en casos extremos, el sindicato asume la defensa de intereses generales, es decir, políticos, hecho que lo enfrenta a los poderes públicos.

Su particularidad más importante es la independencia frente al empleador y al poder político, sin la cual sería imposible defender el interés de sus agremiados o de otros sectores agredidos por el poder público.

Desde sus inicios, primero guiados por posturas anarquistas y más tarde marxistas, los sindicatos concibieron como pilar vital de su existencia su independencia. Sin embargo, con la caída del mundo estalinista y el consiguiente desmoronamiento de los partidos de izquierda que les otorgaban orientación y destino, los sindicatos iniciaron un andar errático, siendo fácilmente capturados por ideologías amorfas que fueron minando su importancia y efectividad en la canalización de sus demandas, viéndose superados por acciones espontáneas que desembocaron en estallidos populares sin norte ni conducción.

Sin duda, el más importante estallido popular espontáneo y caótico ocurrió el 2003, cuando la efervescencia popular, avivada por un hastío centenario, acabó con el gobierno de entonces, para luego ser rápidamente ensillado por una ideología farolera y disforme que unía, sin pudor intelectual, posiciones indigenistas, nacionalistas y estalinistas, dándose vida al régimen actual.

Rápidamente, al tiempo que se procedía a desmontar la institucionalidad democrática, los sindicatos se vieron cooptados al amparo de mercedes y de la estrechez intelectual e ideológica de las nuevas dirigencias. Pronto, y con el aplauso de bases y dirigentes, la independencia sindical fue abolida de hecho, mientras los sindicatos se diluían en una bolsa amorfa y dúctil a la que se vino a llamar "movimientos sociales". Así, más de un siglo de heroica y trascendental lucha sindical quedó sepultada por la sumisión indigna al nuevo desgobierno, reeditándose la inefable práctica del cacicazgo colonial, por la cual el cacique se constituía en vehículo directo para el sometimiento de las comunidades indígenas.

d. Partidos políticos

Los partidos políticos son agrupaciones estables y permanentes de ciudadanos en torno a un determinado proyecto político. Tienen dos objetivos esenciales. 1. Garantizar el ejercicio de la soberanía popular a través de la gestión del poder político (gobierno). 2. Garantizar la participación formada y orientada de la ciudadanía, mediante su actuación permanente desde el poder o desde la oposición.

Invariablemente, los partidos políticos democráticos se forjan alrededor de un programa, el cual da vida a particulares estructuras orgánicas democráticas en las que el militante (ciudadano políticamente organizado) juega un papel protagónico, y a liderazgos alternantes. Sin embargo, el atraso terminó por devorar estos principios.

Desde siempre, y hoy más que nunca, los partidos se han convertido en instrumentos al servicio de caudillos autocráticos, debido a su carisma o a su poder pecuniario, mientras el militante deviene en cortesano, súbdito al servicio del jefe.

Envilecidos, los partidos se lanzan al ruedo político enarbolando la imagen del caudillo, erigida a dimensiones sacras. Los programas no importan, y si existen es muy difícil encontrar diferencias de fondo entre unos y otros; lo que importa es la toma del poder por el caudillo y su corte, concebidos, por obra y gracia de la demagogia, en solución providencial a todos los males.

Este hecho explicaría por qué los partidos sólo operan en períodos electorales –abandonando su acción permanente, sobre todo los opositores-, dejando a la ciudadanía sin orientación, menos organización, a merced de la arbitrariedad de los poderosos. Al sólo servir de herramientas electorales, los partidos políticos son incapaces de cumplir con su función representativa, debido a que incumplen su rol esencial: contribuir a la formación de la voluntad política, base del consentimiento del soberano. Al mismo tiempo, al servir de escalera para la ascensión del caudillo al poder, los partidos políticos impiden la formación de nuevos liderazgos que permitan no sólo conducciones nuevas sino una acción más efectiva sobre la ciudadanía.

En este escenario, los partidos opositores deberían entender que de su actuación permanente depende además la existencia de otro principio democrático: la alternancia en el gobierno. Desde el llano, y al encarnar un curso de acción distinto al del gobierno, su misión no sólo reside en cuestionar errores o apoyar aquello que beneficie a todos, sino en ganar a la ciudadanía a su particular visión del país.

Si el partido opositor sólo actúa en períodos electorales, en los que manda la propaganda antes que la educación ciudadana, embarga el pensamiento y la acción consciente de la ciudadanía en torno a los asuntos públicos, impidiendo así que el pueblo pueda consentir la delegación de su soberanía por voluntad propia.

Más aún. Si se trata de enfrentar a regímenes autoritarios como el actual, invernar entre campaña y campaña, no sólo deja a la ciudadanía a merced de la acción atrabiliaria del gobierno, sino que favorece y refuerza toda iniquidad.

9. MÉTODOS DE LUCHA

En la lucha por el poder, contra el poder -cuando éste vulnera derechos y/o desoye aspiraciones del soberano- o entre sectores de la propia sociedad, la Democracia establece métodos de acción o lucha que se asientan en el respeto a los derechos humanos y que se conocen como No Violencia.

La No Violencia implica que en Democracia los conflictos entre la sociedad y el Estado, o entre los propios ciudadanos, deben resolverse de forma humanizada, evitándose causar daño, de palabra, obra u omisión, a todo ser humano.

La acción no violenta opera en dos escenarios: 1. Aborda la solución de todo conflicto sin vulnerar los derechos de ninguna de las personas involucradas, menos de terceros, buscando la solución más aceptable para las partes en pugna, generalmente a través de acuerdos que importen ceder en la aspiración del bien común; el diálogo de buena fe es el insumo esencial, la mediación imparcial su herramienta más importante. 2. Cuando la sociedad se enfrenta a tendencias autoritarias que apelan a la imposición y a la violencia, usa métodos no violentos que afecten al desempeño normal del poder (huelgas, desobediencia civil, no colaboración, movilizaciones, boicots, etc.), sin que se provoque daño alguno a ninguna de las personas de los sectores enfrentados, filosofía y acciones que fortalecen la legitimidad de la lucha y que debilitan moral y socialmente a las tendencias afianzadas en la arbitrariedad y la violencia.

Sin embargo, como en el resto de los principios democráticos, éste es también un bien escaso. En general y desde siempre –con mayor o menor disimulo-, desde el Estado (sometido al poder político), se apela a la violencia, básicamente para acallar la voz disidente, bajo diferentes recursos que muestran los múltiples rostros que adquiere el envilecimiento de la institucionalidad democrática: judicialización de la política, politización de la justicia, persecuciones ilegales, ejecuciones sumarias, detenciones injustas, acciones represivas, etc.

No se puede dejar de señalar que el uso de la imposición y de la violencia como instrumentos para la resolución de conflictos es propio también de sectores ciudadanos. No son pocos los ejemplos de grupos soliviantados que ganan las calles vulnerando el derecho al libre tránsito o a la seguridad de quienes son ajenos al conflicto o de las propias fuerzas del orden, inspirados por visiones también autoritarias que buscan imponer sus apetencias.

Bajo el régimen actual, no sólo que la violencia se mantiene, sino que se perfecciona. Superando incluso a épocas dictatoriales, en las que se debía caminar "con el testamento bajo el brazo", la sociedad es testigo de feroces masacres y enfrentamientos encarnizados, siempre impunes, rodeados por la brutal duda de si fueron o no fríamente planificados, que muestran que ante cualquier conflicto, la única acción posible es el golpe de mano, precedido por el diálogo simulado y artero.

Siguiendo la orientación de mantener la ficción democrática, antes de toda acción represiva, el actual régimen ha protagonizado apasionadas apologías del diálogo, ya sea con sectores opositores, disidentes o independientes. Empero, y en todos los casos, el diálogo terminó en emboscada: quienes terciaron como interlocutores, además de aparecer en la foto y el spot, terminaron perseguidos, encarcelados, o con la dignidad en entredicho.

EPÍLOGO

En este instante, la existencia en Bolivia de una pseudo-democracia no es consecuencia de la presencia de un régimen autoritario; es a la inversa: existe un régimen autoritario porque vivimos en una pseudo-democracia. La diferencia entre los gobiernos anteriores y el presente, es que los primeros medraron al amparo de la Democracia deformada, mientras que en manos del segundo, la Democracia se extingue sin siquiera haber vivido. De ahí que no resulte exagerado señalar que el llamado Proceso de Cambio, bandera del gobierno autoritario, ha demostrado ser, además de un experimento costoso en vidas y pobre en resultados, aciago para la libertad y la Democracia.

Sin duda alguna, la causa del perenne desgobierno se encuentra en el atraso que ha alimentado la vocación autoritaria de las clases dominantes que se han alternado en el poder, las cuales han cabalgado, según convenía, en la apariencia democrática o en la feroz opresión. Sin embargo, esta afición autoritaria también ha sido y es compartida por la ciudadanía, la misma que ha demostrado una inclinación incivil a apoyar regímenes pseudo-democráticos de todos los matices ideológicos, incluso dictatoriales, a cambio de obtener algún tipo de beneficio: de la tranquilidad mezquina al rédito económico.

En esta situación, la visión meramente electoral de la oposición favorece a la acción atrabiliaria del régimen autoritario: no sólo que refleja el mismo apetito de ascender al poder sobre los hombros de una ciudadanía enceguecida por la ignorancia de su rol soberano, sino también por efecto del manoseo emocional de la propaganda electoral.

No me queda duda que la derrota del régimen autoritario, guiada por los principios de la Democracia, no puede tener otra tarea central que la toma de conciencia del ciudadano sobre su condición de soberano. Toda acción que se impulse en esa perspectiva, debe tener como objetivo despertar la "Conciencia Para Sí" de la ciudadanía, de manera que su incultura en torno a su papel en Democracia no de vida a una una nueva ficción de gobierno democrático o, peor aún, no permita que el actual gobierno haga realidad el sueño del prorroguismo: el destino seguro sería el endurecimiento del régimen autoritario, próximo a la autocracia. Dicho de otra manera: "Para que la Democracia levante vuelo, primero tiene que echar raíces". De lo contrario, sería un banal intento de edificar en medio de un pantano. Más claro: ni restauración ni continuismo: ¡Democracia!

En esa perspectiva, antes que definir o buscar un "caudillo bueno" que termine con la pesadilla actual, los sectores opositores, reunidos en partidos o desde la ciudadanía, tienen la tarea de forjar un movimiento unitario en torno a los principios que dan vida a la Democracia, sin concesiones. En estos instantes, cuando el autoritarismo arrecia, tener como norte la erección de una alianza electoral, reduce la defensa de la Democracia a una simple sumatoria de sombras y fantasmas. No debe olvidarse que al frente no se tiene un opositor democrático que tercia por ganar la representación del soberano, sino una tendencia autoritaria que busca acabar con la Democracia, de manera que el maquillaje y el exhibicionismo electoral, salen sobrando.

Además de asentarse en el compromiso por y con la Democracia –sin poses ni engañifas-, tal movimiento debería concertar un programa de transición que permita sentar las bases para el desarrollo, por fin, de un régimen democrático vigoroso e indeleble; esbozar un programa político que siente las bases para avanzar hacia el esquivo progreso; y poner en pie una estructura que permita la acción creativa y activa, con y desde la ciudadanía, a fin que sea la acción no violenta la que permita, ahora, frenar al autoritarismo, y luego sellar su derrota en las urnas, a las que por fin asistiremos con la conciencia de que somos el soberano, nunca más indignos y ciegos vasallos.

No es momento para la mezquindad o la ceguera. Llega la hora de entender que la Democracia no es una promesa o simple apariencia, la Democracia es destino; y si Bolivia quiere ser, de verdad, tendrá que ser democrática.