viernes, 22 de marzo de 2013

REPLICA A FELIX HUANCA

Álvaro Jordán
aaojordan@gmail.com

Replica del Humanismo Superior a Felix Huanca

Recibí de Aula Libre un c.e. con un comentario de Felix Huanca, el que parece haber sido vertido en un momento de ofuscación, alimentado por el sectarismo político que emana de una apropiación de la verdad, típica del llamado infantilismo académico. Por tocar críticamente un trabajo personal ruego a Aula Libre me permitan el derecho a la réplica.

A modo de introducción debo decir que considero un desconocimiento de la realidad el acusar al círculo pensante de Aula Libre. De sus escritos, dice: "es lamentaciones y quejas ninguna idea de construcción o cambio". Bolivia como parte del planeta, está inmersa en una crisis multifacética y la faceta más importante de esta crisis es la ausencia de propuestas políticas de parte del pensamiento crítico. La ausencia de aportes para el cambio no aparece, no solo en Bolivia, sino en todo el mundo. Esa es la característica de la crisis política. La existencia de trabajos desmenuzando el problema, es la búsqueda de alternativas, que se hace, en la etapa del conocimiento del problema. Este es el trabajo que están haciendo nuestros pensadores. Después, ojala aparezca un iluminado y nos ilustre sobre lo que se debe hacer. Los genios, lamentablemente, aparecen cada cien años, Einstein fue el genio del siglo 20, Marx el genio del siglo 19, ojalá Huanca sea el genio del siglo 21. Por el momento hay que tener la paciencia ecesaria para encontrarlo. Plantear el cambio por el cambio es aventurero, cuyos resultados son las terribles frustraciones que sufren los pueblos por la irresponsabilidad del pensamiento infantil y la arrogancia del poder.

En la introducción de su comentario, ilustra al lector de que: "he vuelto a este medio para aportar con algo". La verdad es que todavía no encontré el aporte ofrecido, solo crítica negativa, del profesor que se pone por encima de sus alumnos para juzgar a sus menores, con la antigua pedagogía del dueño del poder, de avergonzarlos en vez de estimularlos.

En forma apresurada y sin mayor reflexión seria, lanza el juicio censor: "lo del humanismo superior no lleva a nada, pues somos un país multicultural y multinacional dese propuestas en esa línea", así, comiéndose la coma y con la autoridad del que sabe, sentencia: "dese propuestas en esa línea".

Si el Dr. Huanca hubiere reflexionado un momento sobre el humanismo superior se habría dado cuenta que es en él donde se encuentran las bases sólidas para fortalecer el pluriculturalismo y el plurinacionalismo que distingue al conjunto boliviano. Cuando el humanismo superior reivindica el derecho de las bases a ejercer la autoridad con el nombramiento de sus representantes y coordinadores, así como el derecho a revocarlos, está tomando en sus manos el destino de sus pueblos ya sean estos con una identidad étnica, cultural o nacional. Visto en conjunto, podremos distinguir la pluriculturalidad y la plurinacionalidad.

La diferencia de fondo con Huanca es que él distingue el poder malo del poder bueno, el primero es el que ejerce el estado que discrimina a los indígenas (así llaman a los nativos los viejos españolistas), los que según él defienden a Juan Mendoza. El poder bueno es el del estado que "pasa por una posición de trato igualitario entre las culturas", el que se supone es el del gobierno de don Evo Morales, por eso el nombre de Evo Morales, para el aeropuerto de Oruro.

Después de la masacre de Chaparina no se puede hablar de un trato igualitario a los pueblos de la llanura, después de la marcha de los Urus no se puede hablar de un trato igualitario a estos pueblos del altiplano, después del avasallamiento de las tierras del norte de La Paz por las exploraciones petroleras no se puede hablar de trato igualitario a los Panos y Lecos. ¿De qué estamos hablando, Dr. Huanca? el pretender meter estas yucas al sector pensante es un insulto a la inteligencia, que no podemos aceptar.

La posición del humanismo superior es muy clara. El poder es el mismo, ya sea de los discriminadores de los nativos o de los que dicen defenderlos. En la esencia del poder está la degradación humana, la pérdida de la dignidad, la ausencia de valores morales y éticos, así como el irrespeto a los principios que sustentan la convivencia humana. Es el origen de la criminalidad, de la corrupción y de ausencia de seguridad ciudadana y lo que es más grave el poder es el responsable de la expropiación de los beneficios del trabajo, de la ciencia, la tecnología y las riquezas naturales a favor de las minorías privilegiadas. Es lo que hay que eliminar para lograr una sociedad de contenido humano, en la que podamos un día aspirar a la felicidad.

Agradezco a Aula Libre por la oportunidad para la réplica.

En las tierras del Libertador Grigotá, Marzo 2013

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