lunes, 7 de septiembre de 2009

COmba y CAlla

Carlos Hugo Laruta Bustillos
chlaruta@hotmail.com

No, el titulo no mes un error de redacción ni un error tipográfico. Tampoco es parte de un trabalenguas inconcluso.

COmba y CAlla, son la mezcla de Camba y Colla. Son la mezcla de 2 nuevos apelativos regionales en Bolivia, que sustentan la idea de que una cosa poco estudiada está cambiando en Bolivia. Y es que El Alto esta volviéndose camba y Santa cruz esta volviéndose colla. No es una locura. Y ambas ciudades forjan y comparten cada vez más un elemento de identidad común, más allá de las diferencias obvias que se pudiera encontrar.

Y el que Santa Cruz se vuelva más colla y El Alto se vuelva más camba es más que solo el hecho demográfico de que en el oriente haya más ciudadanos de occidente o que en El Alto los migrantes todavía sean un porcentaje importante. El hecho es mucho más amplio y profundo que eso.

El hecho es fundamentalmente un hecho cultural. Afecta a El Alto pero también se observa en las otras ciudades y el área rural del occidente boliviano. Los estereotipos de ferias masivas y populares en el occidente son la feria de alasita y la feria de la villa 16 de julio, y últimamente todas las ferias empresariales y productivas que se van realizando por doquier, que son verdaderas ferias "24 de septiembre Feria de Santa Cruz" en pequeño. Eso son las ferias de Patacamaya, Luribay, Guaqui, Viacha, etc, etc, etc. ferias de artesanía, de comercio, de emprendimientos, de servicios, de agricultura, de ganadería. Y en la ciudad de Santa Cruz, urbe cada vez más intercultural, el nuevo cosmopolitismo boliviano tiene un rostro de camba popular, donde los ingredientes y colores collas se dejan sentir muy fuertemente, en la culinaria, en la vestimenta, en el rostro de los pequeños emprendimientos y negocios, en las identidades parciales y mestizas que se van formando, complementando el calro cosmpolitismo de la ciudad oriental.

Pero el poderoso puente común, el fenómeno articulador que une a ambas ciudades en tamaña semejanza es sobre todo un hecho económico y sociológico. Ese puente son los llamados emprendimientos, los negocios, las inversiones, donde pequeños y medianos capitales monetarios (dinero, maquinaria, equipos) y capitales sociales (orientaciones y valores para fomentar la asociatividad, la innovación, la confianza), bailan al compas de la dinámica de la producción, la circulación y el consumo.

Y es que en ambas ciudades, El Alto y Santa Cruz y replicado en sus provincias y área rural cada vez con más fortaleza, se está produciendo desde hace algunos años una revolución silenciosa. Los recién llegados se encuentran con un mundo por construir. Ante la ausencia de trabajos y empleos previstos por un ente medianamente débil o inexistente (el Estado o las grandes empresas) las oportunidades económicas debieron inventarse –y se inventan y se seguirán inventando- a fuerza de empeño, voluntad y sacrificio.

Con ello, los parecidos entre El Alto y Santa Cruz y sus áreas de influencia, se van pareciendo cada vez más. Desde esta mirada, ya dentro de poco será difícil decir que algo es estrictamente camba o que es genuinamente colla, cuando menos en un aspecto medular de la vida social como es la economía. Si el parecido se acentúa cada vez más, ciertamente deberemos coincidir en llamar a algunas cosas con el nuevo apelativo propuesto.

Y, en resumen, para seguir sonriendo con este pequeño análisis sociológico, la semejanza descubierta parece ser una dirección inevitable de marcha de la sociedad boliviana que encuentra en los emprendimientos, en los pequeños negocios y microempresas, una nueva oportunidad para el diseño de unas vidas mejores. Ojalá que sea en buena hora, para las familias de emprendedores y para todas las familias bolivianas.

1 comentario:

  1. Alejo Cespedes9/9/09, 6:48

    alejo.cespedes@hotmail.com

    El señor Laruta que, ahora ha añadido "bustillos" a su etiqueta, ha conseguido con éxito ofrecernos un trabalenguas tan pesado como el cemento, al que ahora incorpora en su parnaso, como apoyo para construir una personalidad política de la que carecía hasta hoy.

    Ayer cuando pasaba por una calle alteña, mi sobrino me pregutó: "Será en esa casa que vive Carlos Hugo Laruta ?" Y cuando le repliqué, "porque crees eso ? ", mi nepote respondió : "Porque hay un letrero que dice SE VENDE..."

    Esa anecdota resume el calvario que pasan los aymaras aculturizados como el infortunado Victor Hugo Cárdenas, incorporado con esfuerzo a la civilización citadina y rechazado por su comunidad indígena. Pero este Laruta, es peor. Pontificando en sus escritos los últimos años, acaba poniendosé a las órdenes del barón del cemento, cuya complicidad con el Gobierno masista es notoria y contabilizada, en la arena que le venden los comunarios a su cementera, en perfecta planificación con el MAS.

    Laruta, debería hoy, sin ser COMBA, callarse por eso de CALLA, porque aparte de figurar unas semanas de candidato, no será elegido Senador, ni por ser LARUTA, ni por apodarse BUSTILLOS. Su gran enemigo no es Evo Morales, es el espejo que detecta sus ambiciones y denuncia sus fustraciones , cada mañana.

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