domingo, 27 de septiembre de 2009

Vieja o nueva política

Carlos Hugo Laruta Bustillos
chlaruta@hotmail.com

La política es una parte de la vida de las sociedades de la cual no se puede prescindir. Hacer política no es solo un derecho ciudadano, sino que es el modo en el que una sociedad organiza la distribución de la autoridad, el mando, el poder, la influencia. Pero es claro que en sociedades democráticas la política debe ser una política democrática. Para ser tal debe tener ciertos principios y valores sobre los que se asienten las actitudes de quienes hacen política.

La política democrática debe basarse en el respeto, la tolerancia, el dialogo y debate de ideas y propuestas, el pluralismo en las opciones partidarias, la interculturalidad dialogante como método de acción. Y estos días, en la campaña electoral que ya inicio en la realidad, hemos visto 2 actitudes que enseguida comentamos.

La primera es la actitud que la mayoría de los bolivianos deseamos que se vaya de una vez y que no permanezca mas. Esta compuesta por varias acciones. El ataque personal, la mentira, la exageración de las ideas, el utilizar una larga lista de adjetivos calificativos contra los otros, el unirse detrás de un líder solo por oponerse a los otros sin un programa de servicio al pueblo, sin ideas comunes salvo cierto rencor o enemistad que es siempre estéril a la hora de las propuestas. Esto es lo que nuestro pueblo llama "junt¨ucha",

Pero hay también una actitud contraria a la que acabamos de describir, pues implica la capacidad de renovación de las personas, de las mentalidades, de las actitudes, y de las prácticas políticas. Esta segunda actitud evita la tentación del ataque personal, no utiliza un catálogo de adjetivos calificativos contra los oponentes, hace mas bien propuestas de cambio en varios temas de interés del pueblo, muestra renovación en personas que se juntan detrás de un líder para escuchar a la gente, elaborar un programa y luego presentarlo a consideración del pueblo.

En este momento tenemos 3 fuerzas políticas grandes, que avanzan tras liderazgos nacionales conocidos. Samuel Doria Medina, Evo Morales y Manfred Reyes Villa. Cada uno tiene su visión de país, su programa y también esta mostrando ciertas prácticas y actitudes políticas. Y nos corresponde a los bolivianos y bolivianas, evaluar sus programas para ver que proponen para solucionar los problemas nacionales. Pero también nos corresponde -en derecho- a los habitantes de esta querida tierra boliviana, evaluar sus actitudes y prácticas políticas.

Si ponemos los discursos y las acciones de los 3 en la balanza de la política democrática basada en principios y valores (que es contraria a la politiquería) ¿Cuál de ellos es el mejor líder y tiene tras de si al mejor grupo de hombres y mujeres? ¿cómo actúa ese líder y cada uno de sus candidatos a senadores y diputados? Es respetuoso? Es dialogante? Es veraz? Es propositivo? O mas bien anda insultando, mintiendo, exagerando con las palabras, generando confrontación, sin proponer nada concreto al pueblo, salvo la permanencia y el agravamiento de rencores entre bolivianos?

Son preguntas directas que debe responder cada uno de nosotros. Pero debe hacerlo ya, al ir escuchando y observando a los candidatos a la Presidencia, Senadores y Diputados, si de verdad queremos que cambie nuestra patria Bolivia.

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