Zoraida Alarcón Ardaya
zoraidalarcon@yahoo.es
"Ya no está en discusión si Evo ganará o no, sino que ahora se discute si Evo sacará dos tercios o no", eso gritaba Evo Morales en un acto de campaña, emocionado por la gigantesca y apabullante campaña publicitaria que, con dineros del erario nacional, abusivamente desarrolla desde los ministerios, el canal 7 la red de emisoras Patria Nueva y la infinidad de gigantografías con que ha inundado el país.
A ello, hay que añadir la encuesta MORI que prácticamente le otorga la victoria aplastante frente a su mayor rival, Manfred Reyes Villa.
El triunfalismo es de tal magnitud que ha hecho que los masistas pierdan toda compostura en sus actos: abiertamente cometen sus abusos de poder, cual si ya hubieran ganado las elecciones, exaccionan a los empleados públicos, mal utilizan los vehículos oficiales en su campaña, anuncian que después de las elecciones saldrá libre Santos Ramirez; por salvar apariencias detienen por 24 horas a Dalence y los jefes del INRA por el caso de las tierras del Mutún y luego los liberan; quitan el derecho a la libre expresión del candidato Leopoldo Fernandez, dejan en la impunidad el contrabando de los 33 camiones, lo mismo que los kilos de cocaina de las hermanitas Terán, etc., etc.
Pero, el pueblo va tomando consciencia paulatinamente y estoy segura que Evo recibirá una sorpresa muy desagradable el 6 de diciembre. De momento ya pierde en Santa Cruz, Beni y Pando; el proceso de rechazo al abusivo masismo avanza silencioso pero firme en Tarija, Chuquisaca y Cochabamba; y la batalla final se dará en La Paz, Oruro y Potosí.
Vuelvo al principio, Evo se limpia la boca antes de comer, pero el pueblo tiene otros planes.
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