jueves, 26 de noviembre de 2009

RE: Gracias, Presidente Evo

Jenny Ibarnegaray
jenny_ybar@yahoo.com

Mi querido amigo Marcos,

Me parece excelente que traigas a la mesa del debate el tema del Bono Juana Azurduy.

Cuando afirmé en mi carta al Presidente que esa es una "acción afirmativa", lo hice como ejemplo de lo que ellos entienden por tal cosa, no porque yo considere que lo sea. Él y sus colaboradores así lo entienden, están convencidos de que están realizando una acción invaluable a favor de las mujeres, de las niñas y de los niños.
Discrepo profundamente de esta medida, te lo aseguro, y antes de que se la lanzara ya hice llegar a algunos de los que podían influir en la decisión de aprobarlo estas observaciones: teniendo en cuenta los terribles niveles de pobreza en los que nos debatimos, antes que una medida de protección a las madres y sus criaturas, viene a ser un "incentivo a la gestación", con los consecuentes riesgos mortales para ambos, sobre todo para las madres.

Tú sabes mejor que yo que las mujeres no mueren de parto por falta de incentivo al control médico adecuado durante el embarazo (lo que suponen quienes diseñaron el decreto del bono), mueren porque los servicios de salud son deficientes, porque la calidad de la atención es lamentable, porque el personal de salud está habituado a apropiarse de sus cuerpos y, en consecuencia, las actitudes de discriminación y falta de respeto a las que se ven sometidas las mujeres las alejan de los centros de salud. En fin, por muchos motivos a los cuales el Ministerio de Salud debiera dar solución, antes de promover este (reitero) "incentivo a la gestación".

Tampoco olvidemos que en la negociación política de la Nueva Constitución Política del Estado, entre su aprobación "en grande" (Sucre) y su aprobación "en detalle" (Oruro), en el Artículo 66 se omitió la parte referida al derecho de mujeres y hombres de "decidir libremente el número de hijas e hijos que deseen tener, así como el espaciamiento entre ellas y ellos" que estaba admitido en el texto aprobado "en grande". Y ¿por qué se omitió esa frase?, pues simplemente porque los y las constituyentes afiliados a múltiples iglesias veían en ella "la puerta del infierno", el "permiso al aborto". Es decir que, pese a lo que establece el artículo 4 (separación del Estado y la/s) religión/es) todavía tienen fuerza los fundamentalismos religiosos.

En suma, un ejemplo más del largo camino tenemos que recorrer para lograr la "despatriarcalización" del Estado.

Saludos afectuosos.

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