jueves, 24 de diciembre de 2009

La década política del evismo

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

La contundencia del voto ciudadano el seis de diciembre , prefigura un régimen social y político de una década con dominio absoluto del MAS y el control concentrado del poder en manos del Presidente Morales transformado en caudillo revolucionario indigenista en un país que una vez fue República y hoy ostenta el nombre de estado plurinacional.

Década del evismo pues el Presidente Morales emerge del proceso de cambio como un líder carismático que concentra en sus manos todos los hilos del poder en su condición de caudillo indiscutido.

Pese a todo ello la ciencia política moderna establece una metodología específica para medir el grado de solidez de un determinado estado de cosas tomando en cuenta los factores internos y externos que lo condicionan.

En el orden interno la presencia de un líder-caudillo de las características del Presidente Morales es la mayor fortaleza y al mismo tiempo la mayor debilidad del régimen de la década.

La composición representativa de la Asamblea Plurinacional y los resultados previsibles e imprevisibles del 4 de abril mostrarán con crudeza las contradicciones tal vez insalvables en el interior de un Movimiento –el MAS- que es la suma de un sentimiento nacional integrado por partes y fracciones política e ideológicamente irreconciliables.

El líder-caudillo-presidente tendrá allí su primera prueba de fuego.

La comparación y similitud con la Revolución Nacional de los años cincuenta es pertinente sólo en cuanto a la magnitud y profundidad del proceso y no así en el liderazgo pues en aquella, la cúpula suprema del poder la constituían cuatro líderes; el mismo Paz Estensoro, Siles Suazo, Juan Lechin y Walter Guevara.

En todo caso el poder concentrado de Paz Estensoro no pudo evitar el surgimiento del MNR-I, el PRA y el PRIN.

Podrá el líder-caudillo-presidente contener a los suyos?

Dependerá de muchos factores y de los espacios disponibles del estado plurinacional y del gobierno central y regional y los que surjan de la contienda electoral de abril.

El factor externo como tendencia histórica es la mayor debilidad del régimen de la década: el "chavismo" está en su peor momento, la crisis de Honduras fue una especie de "Waterloo" para el Proyecto Alba y permanecer en solitario en el Eje Teheran-Caracas-La Paz es una apuesta de riesgos imprevisibles en el corto y mediano plazo.

La convocatoria a una reunión mundial de defensa de la madre tierra es una jugada magistral del líder-caudillo presidente pero a pesar de ello la sombra fatídica de un "noriegazo" ronda Palacio de Gobierno en la medida que las acusaciones de terrorismo y narcotráfico tengan base real de sustentación.

La unidad nacional y la reconciliación entre oriente y occidente cesando la persecución a sus líderes en la búsqueda de un destino común sigue siendo la opción racional en este momento de transición y de crisis.

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