Eduardo Campos Velasco
eduardocamposdc@yahoo.es
De manera coincidente, los historiadores cuando se refieren a las luchas del periodo colonial, coinciden en señalar que en los 300 años y algo más de dominación española en América, se suscitaron más de 100 alzamientos contra la corona española. Por otra parte, también existe suficiente consenso entre los historiadores, en señalar que en ese transcurso de tiempo, se pueden identificar tres momentos o periodos, marcadamente distintos y en algunos casos yuxtapuestos, cada uno de los cuales, tiene sus propias particularidades.
En este sentido, se puede hablar de un primer periodo que corresponden desde el momento inmediatamente posterior a la invasión española, hasta pasado mediados del siglo XVIII. Este periodo, está fuertemente marcado por la resistencia indígena a la dominación española y tiene como principal ideario, la reposición del imperio inca. Precisamente sus expresiones más representativas se producen con los movimientos de Tupac Katari y Túpac Amaru en 1780 - 1782.
Un segundo periodo, es el referido a la gestación de las ideas libertarias, con alzamientos francamente separatistas y con una clara noción de alianzas sociales, que se producen en pleno siglo XVIII. En esos sucesos, la noción de alianza social entre criollos, mestizos e indígenas y, la autogestión del gobierno, se constituyen en los gérmenes de los conceptos de patria, que posteriormente permitieron la liberación de las naciones americanas.
El tercer periodo, corresponden al periodo comúnmente conocido como de "la guerra de la independencia", periodo en el cual, se producen una serie de eventos armados que se corona con las victorias militares ante las fuerzas realistas.
Los sucesos del 10 de febrero de 1781, están inscritos en ese segundo periodo de la emancipación, mismos que se caracterizan principalmente, por acuñar las ideas de la autogestión de gobierno y el separatismo, sobre la base de una alianza entre indígenas, mestizos y criollos. Son sin duda, las ideas germinales del concepto de patria y se diferencian sustancialmente con los hechos del periodo anterior, debido a que no se plantea la reposición del imperio inca y por el contrario avanzan hacia la conformación de una nueva forma de organización social. Sin embargo, no todos los sucesos de este periodo, tienen las mismas características y existen marcadas diferencias entre unos y otros.
Con anterioridad a los sucesos del 10 de febrero de 1781, ya se habían producido varios otros hechos en el siglo XVIII, como el alzamiento de Alejo Calatayud en Cochabamba en 1730; la de Juan Vélez de Córdova en 1739 en la región de Oruro; la de Juan Santos Atahualpa (1742-1752) en Huánuco y Junín; la de Huarochirí en 1750, entre otros. De todos ellos, el Manifiesto de Agravios, documento que genera la movilización de Juan Vélez de Córdova en Oruro, se constituye en una pieza fundamental para aproximarnos a los sucesos del 10 de febrero de 1781
Se puede evidenciar que el Manifiesto de Agravios esta presente en la revolución del 10 de febrero de 1781, por la clara alianza entre criollos, mestizos e indígenas. Este, es un atributo fundamental de la movilización de febrero que, sumado a la proclama de la formación de un auto gobierno separado de la corona española, constituyen los elementos centrales del hecho histórico. Otras movilizaciones de este periodo, como la de Alejo Calatayud en 1730 en Cochabamba, si bien conciben la necesidad de la alianza social, no se plantean la independencia de la corona y; por el contrario, los alzamientos que se plantean, la separación de la corona, no avanzan significativamente, en la conformación de una nueva alianza social. Esa es la diferencia fundamental que permite sostener que el 10 de febrero de 1781, se produjo uno de los primeros intentos claros de constituir una nueva sociedad, sobre la base la autogestión y la alianza social. Esa es la
prueba que demuestra que los protagonistas del 10 de febrero, pensaron en una patria.
Infelizmente, la nueva alianza social que se gestó el 10 de febrero de 1781, duró muy poco; al extremo que fueron los propios indígenas, quines dieron muerte a Sebastián Pagador, héroe de la revolución. Por su parte, el auto gobierno, no pudo sostenerse mucho tiempo, debido a la supremacía militar de las fuerza realistas, las que retomaron el control del escenario, encarcelando, enjuiciando y asesinando, a varios otros protagonistas de la revolución. Sin embargo, pese a todo ello, el 10 de febrero de 1781, se constituye en uno de los primeros intentos de instaurar una nueva forma de organización, sobre la base de un pacto social de los actores socioeconómicos que se gestaron en la colonia y; la necesidad de fundar un gobierno autogestionario, distinto a la pretensión de retornar al incario y separado de la corona española.
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