martes, 23 de febrero de 2010

Un ejemplo notable

Hernán Zeballos H.
hernanzeballos@yahoo.com

Desde que tuve la suerte de hacer una maestría en Minas Gerais, tengo particular afecto hacia el Brasil, donde cultivé muy buenos amigos. Por ello, un titular reciente: "Lula supera la crisis económica y su éxito respalda a su candidata", me hizo reflexionar sobre el fenómeno Lula.

Un dirigente metalúrgico, que buscó en dos oportunidades llegar al puesto número 1 de todo país, hasta que la tercera fue la vencida. Contra todo pronóstico para un dirigente que emerge desde obrero a ocupar la presidencia de su país, uno esperaba que hubiera adoptado una línea de izquierda, con la idea de construir una línea socialista. Pero no, con la institucionalidad que ha ido construyendo nuestro vecino, Lula se inclinó hacia una línea pragmática de convivir en el proceso de globalización y lograr que su país alcanzara nuevos niveles y se situara en los emergentes grandes para ser parte del grupo BRIC, con peso en el concierto mundial.

El resultado hoy, la economía de Brasil es la primera de América Latina, la segunda de toda América y la 9ª a nivel mundial, según el Banco Mundial. Con un PBI (Producto Bruto Interno) en valor de paridad de poder adquisitivo PPA de $1.994.997 millones de dólares en 2008. Pero si este se mide en paridad por poder adquisitivo, la brasileña se convierte en la 6ª economía del planeta. Considerando la población estimada para el mismo año (190 millones de personas), la renta per cápita ascendería a $12.007 dólares. Las exportaciones brasileñas de 200.336 millones de dólares, se encuentran entre las veinte más grandes del mundo (info Wikipedia). (datos del 2008).

¿Como lo ha logrado? "La popularidad de Lula también subió a medida que el país creaba multimillonarios y, al mismo tiempo, expandía los programas de asistencia social para los pobres. Su economía es relativamente cerrada, tiene unos US$200.000 millones en reservas".

El primer producto que movió la economía brasileña fue el azúcar durante el período de la colonia. Luego un nuevo ciclo empezó con el café. Ese momento fue crucial para transformar al Estado de São Paulo en el más rico del país.

Su economía es importante en las siguientes áreas: -Agricultura: es el mayor productor de café mundial; Ganadería: tiene la primera cabaña bovina mundial; Minería: con gran producción de piedras preciosas; Industria: productor de materias primas y productos manufacturados, entre ellos equipos militares, televisores, celulares, computadoras, automóviles y aviones.

Mientras ciertos países latinoamericanos se empeñan en retroceder hacia modelos político-económicos que han fracasado en el pasado inmediato, o peor aún hacia un periodo precolonial, los mayores socios de Brasil son la Unión Europea, Mercosur, Estados Unidos y China.

El Brasil ha dado numerosas muestras de amistad hacia el actual gobierno, pero no han pasado de unas cuantas palmadas en la espalda, para tratarnos con displicencia, para volver a firmar convenios que se adoptaron hacen 40 años y que no se cumplieron en materia de convenios sobre "polos de desarrollo en base al gas", o sinceramente decir que simplemente nos compran gas, pese a tener fuentes energéticas propias, porque somos un país "pobre" -lo cual no es ninguna mentira-.

¿Porque no seguimos este notable ejemplo de pragmatismo en política económica e internacional? Fortalezcamos a nuestros productores y nuestras relaciones con los grandes compradores, en lugar de andar pidiendo excepciones a presuntos amigos que nos compran gas, textiles o alimentos por hacernos un favor, o nos ofrecen miles de millones de dólares que solo se convierten en unas radios campesinas o salas de hospital a condición de que usemos ropas ajenas a nuestras costumbres. Acabemos con el síndrome de Estocolmo que nos hace afectos a quienes nos tratan con displicencia.

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