lunes, 22 de marzo de 2010

Morales Vs. La Historia

Franz Rafaél Barrios González
franzrbarrios@yahoo.com

"Yo puedo entender que (los ex presidentes) son delincuentes confesos y que se organizan en un sindicato para defenderse. A esa conclusión llego"*

¿Por qué, los de su entorno, dejan tan descubierto al presidente? Debería de resistirse a aflorar sus sentimientos un poco. Pues no creo que sea, como algunas terapias mal lo indican, un eclosionar libre de sus miedos, odios a los vientos.

Con los antecedentes presentes parece que E. Morales le prosigue un juicio a la Historia y que éste esta ya en la facie donde la doliente victima exige la reivindicación de sus derechos y el resarcimiento del daño causado. En sí podría parecer una contrademanda a la historia, a los sujetos históricos de un particular periodo político.

El programa político masistoide fue el enunciado de la contra demanda (las partes, los hechos y los fundamentos), la lectura de apertura de proceso.

Sí, E. Morales y sus patrocinantes piensan "sacarle" lo más a la imputada Historia. Es un proceso con diversas causas, que se siguen sumando en el transcurso y que desposeídas ellas de probación razonable y constatable. Conforman un estilo inédito de presupuestos, procedimientos y códigos positivos.

Una de esas particularidades que hacen inédito al proceso es que la querellante victima es también el fiscal y el juez. Y que es un proceso que se sucede atemporal y sin fijación espacial. Un proceso basamentado en una remozada "memoria legal"; anulada, aumentada y corregida al servil interés. Donde los alegatos son fluctuantes a la alegoría mental de los querellantes y al chantaje emocional que pretende someter al estrado público; que indudablemente fortalecerá la sentencia y condena social.

Morales y sus aludidos acuden a la típica práctica de dilatar el proceso iniciado con anterioridad a ellos, con el artilugio de la contraproposición. Y ganándole argumento procesal a la Historia con una demanda y persecución lex ex post facto**; que le facilita abducir conductas pasadas (juzgadas o no, prescritas o no) y escarmentarlas en un juicio presente. Algo con que generar o actualizar viejos resabios de odio y construir tipos penales sobre la personalidad; de la misma manera que dicta la criminología positiva.

Muy aparte del cuestionamiento común… ¿Quién o quienes podrán defender a La Historia?

NOTAS
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*http://www.la-razon.com/versiones/20100322_007039/nota_247_973260.htm
**Presupuesto legal que modifica el status de una conducta o hecho anterior ya punido.


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