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Confieso que estoy impresionado por la desproporción de las respuestas de Carlos Valverde Bravo y Arturo Mendivil, a quienes desde chico los he tratado con aprecio y respeto, sin excepción en el tiempo. Probablemente no logré explicarme bien en la carta que envié hace unos días. Pero lo cierto es que me insultaron como si me odiaran desde siempre…
Esta misión, autonomista, pacifista y patriótica, que he emprendido, han provocado un enojo desmesurado en ambos personajes de la comunicación, al punto que me han contado que sus ojos se veían desorbitados cuando hablaban de quien siempre fue su respetuoso amigo y además amigo de sus familias.
Esta provocación que les hago ahora, ojala no les provoque un infarto, pues como tienen amedrentados a toda la población con la unilateralidad de su estilo y su léxico de entrañas, enojarán más aun con mi atrevimiento de contestarles. Ahhh cómo me gustaría debatir con los dos juntos y verlos pelearse entre ellos con dos palabras que les lanzaría a sus perfectas existencias.
Los insultos realmente fueron innecesarios, pues yo les entendí desde la primera palabra que dijeron: "Yo votaré por Rubén"… O sea, que los insultos vienen de Rubén.
Lo cierto es que mientras más bajo lleguen en sus adjetivos a un buen cruceño, más bajo cae la campaña de Rubén, provocando los centenares de llamadas que recibo de apoyo, fundamentalmente de los que he visto a mi lado en la lucha, los verdaderos guerreros de primera línea, que están cansados de ser usados y traicionados por el pavo real de la autonomía de cangrejo y los carajazos de piyo.
Sin ser adivino, ya estoy imaginando las caras coloradas y los ojos desorbitados que pondrán cuando respondan, desde sus espacios exclusivísimos, a esta nota que envío desde mi modesto medio de comunicación, como lo es el Internet. Mmm me gustaría saber qué más pueden decir… seguro buscarán una perforadora para descender más abajo. Uno de ellos tiene radio y puede responder auringa, el otro estará impaciente hasta que llegue la hora de su programa… espero que el veneno no lo infarte hasta esa hora.
Anoche hice un ejercicio de metafísica y al final los vi rectificando a ambos… Me miraban con cierta sonrisa de disculpa por sus excesos y yo, que no tengo espacio para el rencor en mi corazón, les di un abrazo a cada uno y todo volvió a ser como antes, como cuando nos respetábamos mutuamente.
Casi llego al enojo esta mañana cuando escuché que mi verdad era torcida gratuitamente para beneficiar a Rubén, pero me calmó el apretón de manos que me dio mi buen amigo Jerjes, en señal de solidaridad… Pues de eso se trata, de calidad humana y de capacidad para comprender las cosas.
Aprovecho para agradecer a quienes me enviaron respuestas positivas a mi imperfecta carta y que comprendieron que yo tengo el derecho de votar, apoyar, asesorar en mi calidad de ciudadano Libre… y que no insulta a nadie.
Un gran abrazo para todos y no se pierdan los nuevos insultos y mis respectivas respuestas.
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