martes, 25 de octubre de 2011

EL TIPNIS UNA REALIDAD NO UNA FANTASIA

Sergio Pino E.
spino2727@hotmail.com

El TIPNIS desde un análisis integral, como el acontecimiento político histórico de la marcha indígena, desnuda y trasciende el fin del modelo centralista, presidencialista agotado, caduco que el actual gobierno desde una posición conservadora se niega a reconocer. La marcha indígena no solo fue la visión extraordinaria de protección del medio ambiente que peligraba con el proyecto carretero, sino el símbolo manifiesto de tener que trasladarse desde su tierra y territorio hasta el centro del poder político para interpelarlo y demandar los derechos que la superestructura anclada en la Constitución Política de Estado les reconoce como entidad política.

Nos muestra como la gente, el ciudadano las naciones indígenas que componen el presente Estado en sus respectivas regiones como masa societaria se siente con frustración y bronca ante desiciones poco consensuadas, impuestas desde Palacio de Gobierno como se lo hacia en el pasado y se repite el libreto en el presente.

Lo que le pasa a Evo no es mas que un proceso de ebullición que no ha terminado de gestarse por la obstrucción real de un gobierno al la autonomía. Pensado que el tejido social y su estabilidad dependen únicamente de aquellos sindicatos y dirigentes que medran del poder cueteado o parcelado en la administración pública. La visión y objetivo de instaurar un partido único con caudillo que imponga, defina y sea el capataz del país satisfaciendo las necesidades de sectores que pueden tener relevancia electoral pero con el transcurrir no representan a las mayorías nacionales coexistentes se convierten hoy en la debilidad, porque cada tiempo se observa distanciamientos y a partir de ahora se profundiza la crisis porque no solo se interpela resultados de gestión económica del mentado proceso de cambio sino el mismo liderazgo del Presidente por aquellos aliados naturales que solicitan la rectificación del proceso con voces de cambio de líder.

El error magistral no esta en el fondo por la resolución política del conflicto con la marcha TIPNIS, eso es superficial, el error se encuentra en la seguidillas de medidas desde: Clasificación de impuestos, distribución de recursos públicos, persecución judicial a lideres regionales y centralidad de toma de desiciones en distintas áreas del aparato publico coartando todo el proceso autonómico consagrado a medias en la Constitución Política de Estado. Las regiones y los territorios indígenas demandan autonomía, quieren manejar sus recursos, autogestionarse y ser parte de cualquier decisión de interés nacional que tenga relevancia directa o indirecta en su desarrollo. ¡Ya no mas imposiciones! es el mensaje que detrás cierra el grito autónomo de liberación.

La autonomía no solo es el proceso de verdadero cambio político, social, económico, cultural que el país y sus ciudadanos demandan. Es el nuevo rediseño institucional que hay que dotar de mayores competencias cualitativas más que cuantitativas a las regiones vía gobernaciones y municipios. Debe apurarse la mueva estructura referente a las autonomías indígenas para que los municipios tengan la capacidad de manejar recursos y los mismos sean viables para posibilitar proyectos no solo en el área productiva, carretero sino en servicios estatales como ser educación, salud y vivienda.

El centralismo y presidencialismo absoluto, es una causal importante de la postergación de varias regiones mutiladas desde la fundación de la patria, la misma no puede como modelo atender las múltiples necesidades existentes en diversos puntos del país. El repetir e intentar vigentar los que por hechos históricos fue equivoco, es simplemente ser mas conservador que la misma derecha a la cual se refieren día y noche.

El TIPNIS no es una fantasía es una realidad y ahora le toca al Evo redundarse en su pensamiento o caer preso del derrotero que vislumbra a su gestión.

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