martes, 8 de mayo de 2012

El 4 de MAYO DESPERDICIADO

Juan Carlos Urenda
jcurendad@yahoo.es

Este 4 de Mayo se recuerdan cuatro años de la gesta autonómica mas importante de la historia del departamento de Santa Cruz: la aprobación de su estatuto, es decir, de sus propias normas, en cumplimiento de la Constitución -que establecía que el pueblo delibera y gobierna a través del referéndum- y del referéndum del año 2006 que mandó a cuatro departamentos a autonomizarse de verdad.

Esas normas aprobadas por el 85.7 por ciento de la población cruceña han quedado prácticamente en el olvido. No han sido defendidas por nadie. Ni las autoridades elegidas han salido en su defensa, ni la sociedad cruceña organizada le ha reclamado a las autoridades por ello. La población que con un entusiasmo sin precedentes en la historia de Santa Cruz firmó libros, concurrió a los cabildos y finalmente votó en los referéndums por la causa autonomista, en estos cuatro años ha tenido suficiente tiempo para considerar que su esfuerzo no ha valido practicamente para nada. El logro del 4 de mayo de 2008 debió ser continuado, defendido -así sea en las condiciones adversas actuales- por quienes tienen la representatividad popular para hacerlo; pero lamentablemente no ha sido así, si nos remitimos a los hechos del tiempo transcurrido. Es que ni siquiera se ha reclamado por las leyes de corte centralista que ha promulgado el gobierno nacional que está en lo suyo, centralizando de manera constante. Como me duele decirlo, como me gustaría que me demuestren lo contrario. Convertimos una gesta épica en una fácil derrota. No habíamos estado a la altura de la revolución que armamos; es como si hubiera faltado convicción en la causa autonomista. Pareciera que actuamos como autonomistas en un momento dado nada mas que como estrategia política y no como constructores de un nuevo Estado.

El proceso autonómico, tal como fue aprobado por el pueblo soberano en los dos referéndums, implicaba una transformación radical del Estado. Bien entendido, este proceso estaba muy por encima de ser un mero instrumento de oposición a un gobierno o una estrategia electoral para ganar elecciones. Se estaba gestando un nuevo Estado y se necesitaban hombres a la altura de ese desafío. Hemos desaprovechado de tal manera el proceso autonómico, que mucho me temo que ante el país aparezcan las dudas sobre el calibre principista que rodeo dicho proceso. Pareciera que nos faltó talla de estadistas.

No supimos defender con valentía un proceso de impecable ingeniería legal que no tuvo absolutamente nada que ver con separatismo, terrorismo o magnicidio, ridiculeces con las que nos han metido los dedos a la boca, cuando en realidad el único delito objetivamente comprobado hasta ahora es el asesinato de tres hombres durmiendo semidesnudos en un céntrico hotel. Sin duda faltó unidad, consecuencia y capacidad de liderazgo para defender colectivamente esa verdad incontrastable.

Y ahora, de manera frívola, alguna oposición lanza un eslogan salvador: Federalismo!! Sin proponer, por supuesto, como llegar a ello y sin sospechar siquiera que no hay posibilidad material de llegar al federalismo sin transitar por el arduo camino de la autonomía, como nos han enseñado España y Bélgica. En el afán facilista de proponer una fracesita de éxito -sin ningún estudio de por medio- no se respetan las valientes jornadas autonomistas asumidas por el comite cívico en el pasado, los mandatos de los cabildos, las firmas de libros, los referéndums, los exiliados, los presos ni los muertos por la causa.

El proceso autonómico del gobierno del MAS es una impostura de principio a fin. En los hechos estamos peor que antes como he demostrado en el artículo "La Autonomía del Cangrejo" que usted puede leer en el enlace: http://eju.tv/2012/02/la-autonoma-del-cangrejo-2/

No hay pues nada de que festejar. Así estamos.

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