Cynthia Perou G.
Durante la campaña para las elecciones presidenciales del año pasado, al menos un partido de oposición, hizo muchísimo hincapié en las obvias intenciones del masismo de prorrogar a Evo Morales en su cargo por toda la eternidad. Si bien estas afirmaciones podrían entenderse como parte de las estrategias inherentes a una campaña electoral, lo que realmente llama la atención, es que la respuesta del MAS fue negar a rajatabla que existiera la idea de prorrogar a Morales como el candidato del partido de gobierno.
Sin embargo, como muchas de las cosas que dice el oficialismo, resultó una gran mentira. Como en muchas otras ocasiones donde hay que lanzar baldazos de agua fría sobre la gente, fue el Vicepresidente quien nos anticipó oficialmente lo que todos sabíamos: no hay ningún otro "líder" en el MAS. Este fue el primer eufemismo para decirnos que Evo iba a quedarse después del 2020.
Luego vino el invento de la continuidad. Los llunkus de Palacio salieron a decir que lo que se necesita es que exista continuidad en la administración y gestión del régimen masista y que el único que puede realizar tal proeza es Evo Morales. Si perdemos la contienda con Chile será nuestra culpa por no aceptar la enésima reelección.
Finalmente, ayer, el galardonado Ministro de Economía dijo que la verdad es que la estadía del Presidente en su cargo, dependía de la decisión del "pueblo".
Estoy segura que el MAS ya tiene muy bien planeada la forma en la que nos convencerán que Evo debe quedarse. Una de sus estrategias ha sido sacar el pan de la boca a los bolivianos eliminando el subsidio a la harina en lugar de tomar medidas menos dañinas para la gente, pero que seguro afectarían la lista de shopping que el mank`a gasto del Presi tiene organizada en su POA Individual.
Apuesto que el siguiente paso, será defenestrar a este incompetente Tribunal Supremo Electoral, no para fortalecer la democracia, sino para posesionar uno que vaya a favorecer, sin exponerse a la vergüenza pública, a las intenciones del gobierno. Necesitarán mayoría en el Congreso y en el Tribunal Constitucional y luego se organizará un espurio Referéndum para que sepamos que la legitimidad de la postura prorroguista del Presidente y sus cómplices, trasciende la legalidad de la Constitución y por tanto, es inevitable la coronación de este champa emperador.
Vamos a ser testigos, una vez más, de la apabullante maquinaria mediática del Gobierno que tratará con todos sus recursos (nuestros recursos) de convencernos de la imperiosa necesidad de re elegir a Evo Morales. Las piezas del tablero están listas para ser jugadas. Ellos ya han movido tres veces y nosotros seguimos esperando alguna idea para hacer nuestra primera movida. Vamos a tener que aprender a jugar más rápido si queremos estar a la altura de este nuevo desafío masista. Hay que prestar muchísima atención a las maniobras gubernamentales. Estos son capaces de recuperar el mar con tal de quedarse.
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