Los políticos en ejercicio y los que disfrutaron de las mieles del poder, en su gran mayoría no gozan de la credibilidad, aprecio y confianza que una persona, termino medio, puede despertar. Se han vuelto versátiles camaleones y mentirosos compulsivos. Para muestra bastan varios botones. Traigamos a colación a lo más cercano e insoportable.
Después de diez años de ejercer el poder y de la manera en que lo hace, el MAS atraviesa una enfermedad transitoria que sacude los rincones mas oscuros e íntimos de su vida política. Ellos nunca se han mirado al espejo y no asumen que el envejecimiento es algo natural. En el plano político "el desgaste" tiene connotaciones de envejecimiento, cansancio y saturación.
Tratando de entender " a la fuerza" lo que es gestión administrativa se han valido de acciones, discursos y entrega de obras donde el césped sintético fue el mas aclamado. La descalificación a cualquier ciudadano o institución que no coincide con sus sabios preceptos ha sido una máxima de estos bolivianos notables. Pero lo que alimenta la actual enfermedad del MAS es el uso indiscriminado de la MENTIRA.
Declaraciones sobre "infiltrados", "intereses del imperio", "financiamiento externo con fines golpistas" son muletillas de uso frecuente que aumentan mas el cáncer interno de este partido. Ya el repertorio de justificaciones injustificables parece que tocó fondo. Otras "acciones creativas" no existen, por consiguiente hay que recurrir a la MENTIRA y hay que seguir MINTIENDO.
Con un escándalo de proporción internacional, nuestro mandatario trató de zafarse de un entuerto negando relación afectiva con una mujer. Mintió sobre su hijo con esta persona. El no sabe si vive o esta muerto. Con relación al Fondo Indígena Campesino, él sabe y conoce muchas cosas pero miente y encubre. Y como no podían faltar sus escuderos, salen con declaraciones infundadas y poco creíbles.
El precio de la fama hace que estos mastines salgan a "la garantía y evicción" del amo. Tiene que hacerlo de lo contrario perderán la consideración del ser supremo. La mayoría de los militantes y funcionales coinciden en que sería mejor que el Presidente y el segundo no hablen nada porque siempre entran en el campo de la mentira. Eso lo manifiestan ellos, los masistas que callados e impotentes escuchan y ven tanta falacia alevosa.
El Decreto Supremo No. 29894 establece la Estructura del Organo Ejecutivo y en su Capítulo III PRINCIPIOS Y VALORES en su artículo 3 inciso b) señala: "…No seas flojo, no seas mentiroso, no seas ladrón…". El papel aguanta todo y a seguir mintiendo. ¡Que iniquidad! Seguramente ellos piensan que meternos el dedo a la boca es sencillo pero…..¡NO SEÑORES!
Una mentira es una declaración realizada por alguien que cree o sospecha que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean de manera que se oculte la realidad en forma parcial o total. Mentir implica un engaño intencionado o consiente. Los bolivianos estamos ya esta el copete por tanta mentira. Finalmente todo aterriza o se ancla en aquel viejo dicho "En la boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso"
En una familia si el padre es un embustero permanente y fantasioso sin limites, esa estructura social será un caldo de cultivo llena de falacias y nosotros no deseamos vivir en esas condiciones.
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