Carlos Meleán Hamburgo Alemania
La Zapaterita colorada
En un pueblo bien lejano, donde todo podía pasar, vivía la Zapaterita colorada, junto con su mamá y en el bosque su abuelita, y ya por ese entonces se decía que el lobo era malo y facho, claro que nadie sabía exactamente si era así, si esa verdad era singular o plural, pero como el miedo siempre es bueno pues ahí andaba el lobo, sin importar lo que relamente era. Un día de esos la abuelita se enfermó y su hija, la madre de la Zapaterita colorada le dijo que vaya donde la abuela y le lleve unas salteñas, pero que no se vaya por el bosque ya que ahí estaba el lobo, facho, malo.
La Zapaterita colorada
En un pueblo bien lejano, donde todo podía pasar, vivía la Zapaterita colorada, junto con su mamá y en el bosque su abuelita, y ya por ese entonces se decía que el lobo era malo y facho, claro que nadie sabía exactamente si era así, si esa verdad era singular o plural, pero como el miedo siempre es bueno pues ahí andaba el lobo, sin importar lo que relamente era. Un día de esos la abuelita se enfermó y su hija, la madre de la Zapaterita colorada le dijo que vaya donde la abuela y le lleve unas salteñas, pero que no se vaya por el bosque ya que ahí estaba el lobo, facho, malo.
Y bueno como la Zapaterita colorada era medio terquita pues se fue por el bosque y como no podía ser de otra forma se encontró con el lobo, que le contó miles de cuentos de lo bueno que era y así poco a poco la fue ganando hasta que ... bueno como esto es un cuento no se puede entrar en detalles.. y así pasó el tiempo hasta que la abuela mejoró y ya no podía ver más salteñas... y la Zapaterita colorada pues fue cambiando, porque el poder corrompe y así el lobo tenía serios problemas en cumplir sus gustitos, por lo que le empezó a dar acceso al poder y bueno ella ya pasando de la edad del burro a ser mayor, lamió la miel y supo que estando debajo de su custodia no tenía nada que temer...
Y así las palabras malo, bueno, verdad, mentira, justo, injusto, moral, amoral se perdieron lentamente hasta que un día la Zapaterita colorada ya más independiente hizo su vida y el lobo ya viejo pues se dedicó a otras presas más jovencitas... y como en los cuentos siempre hay algo raro, pues la Zapaterita colorada perdió el control y el cuidado y se hizo pillar en medio de todo esa ensalada de las mentiras y verdades que algún rato tenían que ser decubiertas y como en casi toda esta historia está el lobo, pues gruñó y los lobos subalternos salieron y de pronto las cosas cambiaron y la Zapaterita colorada tuvo que conocer el lado oscuro de la luna, porque una cosa es de que la gente hable mal del lobo malo, facho y otra es de que traten de demostrar que realmente así es...
Y como la cola de paja es larga pues después la madre, la abuelita, el joven del bosque, el cazador, el cura, la otra abuelita tuvieron que conocer también el lado oscuro de la luna y el lobo iba y venía contando de como era realmente la verdad verdad y no la verdad mentira que quizás pudo haber sido, pero no era y si era, era simplemente porque había gente del pueblo que metiendo plata, empezaron a construir tales mentiras para dañarlo, porque en realidad en el fondo de su corazoncito, él, el lobo, era un amor de persona y que el pueblo luego elija si se queda con Barrabás o con Jesús, claro que nadie sabía quiénes eran ellos, porque la era de la Zapaterita colorada fue mucho antes y en un país muy lejano, en ese país de las maravillas, donde todo es posible...
Y cómo las cárceles en ese entonces era pequeñas se convirtieron en grandes pueblos y luego ciudades y así empezarón a gobernar los lobos, y día a día vendían más verdades, más mentiras y lograron crear una industria que solamente producía verdades o mentiras y bueno como era el país de las maravillas y muy lejano, pues había que consumir y eso vale sin importar si el sistema es socialista o no, claro que esas palabras no habían en ese entonces, pero el consumo es consumo y crea fuentes de trabajo, ganancias, muñecas, coimas, intereses, influencias y en medio de eso, los otros esos que decían que no eran lobos y la Zapaterita colorada que cada día decía que iba a demostrar, pero no pasaba nada...
Y como el cazador del pueblo ya era viejo y el defensor del pueblo también y los curas también, y los abogados también, y los periodistas también, y los de la oposición también pues el lobo iba engordando y engordando y por las noches se lo escuchaba reir y reír y bailar y jugar fútbol y así hasta el final de sus días donde junto a una nueva Zapaterita colorada nos hacían creer en cuentos de hadas, querubines y príncipes azules que pronto vendría a despertar con un beso a los sapos pelotudos que creian en tales kgadas.
Y si la democracia, una vieja loca, sigue aún viva pues es un milagro que realmente sólo se da en los verdaderos cuentos...que nadie quiere leer
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