pisulina1@yahoo.com
¡Este compañero de Aula es cuanto cabe de pisulín!
¿Qué tal esa lección de semiótica ocultoesotérica? ¡A mis brazos Obelix!
Eso, compañeros todos de este refugio deberíamos compartir junto con nuestras opiniones sobre esta chata realidad que nos obligan a olisquear los "líderes" de opinión, de emputación o de politiquería. Así nos enriquecemos al tiempo que analizamos.
Un lector amoroso me escribió: ¿De qué nos sirve tener conceptos claros si los que toman decisiones para todos no entienden ni lo que proponen? Aprovecharé para contestarle que cuando construimos conceptos por cuenta propia estamos casi forzados (voluntariamente, claro –paradoja–) a estudiar, preguntar y juntar alternativas ajenas que nos parecen ajustadas a nuestra necesidad de claridad, y aparte de darnos placer incrementa nuestra autoestima el verificar que podemos traernos (o sacar de nuestro SER – paradoja) cada vez más claridad a la mente, con lo que el intelecto, obrero infatigable de procesar ideas y pensamientos, amoroso el querido, tiene más y mejores herramientas para separar el polvo de la paja que tenemos en los ojos gracias a la impertinencia con que nos embarran los discursos y enunciados rimbombante y sonoros, que como el CERN (acelerador de partículas) agitan nuestras neuronas cognitivas hasta que chocan y chocan las ideas haciendose pupa reventando el circuito de una reflexión sana. Entonces solo nos queda repetir ¡Viva! ¡Muera! ¡Gloria! ¡Arriba! ¡Abajo! ¡Separatistas! ¡Terroristas! ¡Traidores! ¡Vendepatrias! ¡Racistas! ¡Golpistas! y otras sonoras expresiones intercambiables a sabor del que "lideriza" un evento de juntucha.
Para repetir huevadas - desde hace siglos - no es necesario pensar, y estamos sin pensar desde hace siglos.
Gracias don Romano,
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