viernes, 14 de agosto de 2009

EL PROYECTO POLITICO ALTERNATIVO

Eduardo Campos Velasco
eduardocamposdc@yahoo.es

(El proyecto político alternativo al autoritarismo de Evo Morales, que pueda resolver los grabes problemas estructurales de la sociedad boliviana, depende más de nuevas ideas, que de nuevas caras)

En las últimas semanas, la proliferación de candidatos para disputarle la presidencia a Evo Morales en las elecciones de diciembre, se han convertido en una muestra de la dispersión y confusión en la que se debate la oposición y sus limitaciones para construir una alternativa política al autoritarismo que gobierna. En esas condiciones, es muy difícil que alguno de ellos, logre representar la alternativa que requiere Bolivia, tanto para superar la actual confrontación que ha desatado el gobierno y peor aún, para resolver los graves problemas estructurales que tenemos como sociedad.

Se conoce de 13 candidatos a la presidencia, de los cuales - varios de ellos - dan la impresión que se han gestado al calor de una reunión de amigos. Pero más allá de lo anecdótico de está efervescencia, está situación nos muestra el momento de profunda confusión política- ideológica que aqueja, no sólo a la oposición, sino al conjunto de la sociedad.

En mi criterio, entre las causas para que la sociedad boliviana, no pueda superar sus problemas estructurales y se haya precipitado - más bien - a un escenario de confrontación en los últimos años, tiene directa correspondencia con las concepciones política - ideológicas que han inundado el pensamiento boliviano en los últimos cincuenta años.

Lo que creo que ha sucedido, es que la vanguardia intelectual de Bolivia; todos aquellos que habiendo tenido el privilegio de estudiar y conocer mas; los que históricamente tiene la responsabilidad de dar respuestas a los problemas de su sociedad (segmento social que comúnmente se denomina la intelectualidad) no han podido superar viejos paradigmas, en los que se han formado (producto del rezago intelectual del país); visiones anacrónicas desde las cuales, hoy en pleno siglo XXI, pretenden reproducir modelos obsoletos que han ocasionado tragedias sociales y económicas en varias partes del mundo. Lamentablemente nos debatimos aún, entre liberalismo (neo liberalismo) y revolución (lucha de clases)

Por una parte, ahí está la izquierda boliviana, misma que en términos generales, no se la liberado de los idearios marxistas leninistas que creen que la violencia revolucionaria es capaz de resolver los problemas de la sociedad. Con mucha ingenuidad e incluso temeridad, nos proponen como solución a los problemas estructurales del país, la lucha de clases; vía por la cual, suponen podemos alcanzar un futuro mejor. En la actualidad esas visiones, formar parte de la antropología ideológica, sin embargo, en nuestro medio - todavía - son la base de proyectos político que gozan de evidente aceptación. La izquierda democrática, esa que está presente en muchos escenarios políticos de varias países de América y el mundo; en nuestro medio, apenas se tratan de iniciativas muy germinales que no ha podio articular sus propias estructuras partidarias y las que lo han intentado, nunca alcanzaron la talla necesaria para lograr que las demandas sociales y políticas de la sociedad, los reconozcan como sus representantes idóneos

Por otra parte, en la derecha, las cosas no son mejores. Como todos sabemos, en Bolivia la derecha post 52 ha estado fuertemente vinculada a los gobierno de facto, a los grandes negociados, a la transferencia de recursos públicos y a una serie de privilegios de los que se han beneficiado. Es precisamente esa actitud (de explotadores y expoliadores) la que los ha situado políticamente, a los ojos de la sociedad, como una opción reaccionaria. Si bien seria injusto e inexacto, confundir a esa derecha conservadora que se benefició del modelo estatista de la revolución del 52 (modelo que paradójicamente los revolucionarios masistas pretenden reponer), con las nuevas emergencias empresariales y productivas de los últimos tiempos; también es evidente que estás ultimas generaciones de la derecha boliviana, tampoco ha hecho mucho para diferenciarse de su pasado político. Diríamos que la derecha democrática en el país, aún no ha demostrado plenamente, a los ojos de la sociedad, que se trata de un nuevo proyecto.

Con esos idearios, con esos actores políticos, las posibilidades de articular una alternativa a lo que viene sucediendo en el país, en francamente poco probable; no sólo en el sentido de frenar desde la Bolivia democrática (que efectivamente es la mayoría del país) las arbitrariedades e insensateces autoritarias que implementa el actual gobierno, sino y sobre todo, resolver los problemas estructurales que nos impiden alcanzar niveles de desarrollo.

Cualquiera que pretenda convertirse en alternativa política en este país, debiera visualizar con la mayor objetividad, los dos escenarios complejos que tendríamos que superar para mirar con optimismo el futuro. Por una parte, la desagregación social y la desinstitucionalización que irresponsablemente impulsa el gobierno de Evo Morales, mismas que nos ponen a las puertas del enfrentamiento y la violencia y; por otra, los graves problemas estructurales no resueltos, como la pobreza, las desigualdades, la baja producción y productividad que nos anclan en el sub desarrollo.

Ambos retos para ser superados, requieren de una fuerte acumulación de voluntades que sea capaz de interpelar, más allá de las artificiales diferencias ideológicas entre izquierda y derecha, a la Bolivia democrática. La posibilidad de construir una sociedad, en democracia, con equidad y desarrollo, es una tarea de todos. El proyecto político alternativo al autoritarismo de Evo Morales, que pueda resolver los problemas estructurales de la sociedad boliviana, depende más de nuevas ideas, que de nuevas caras.

1 comentario:

  1. BUENOS DIAS:
    Lo corrrecto mas que formar un frente ANTI-EVO, como se menciona habitualmente, es conformar una propuesta politica, economica, social, educacional, de salud publica. PARA TODOS LOS BOLIVIANOS QUE HABITAMOS ESTE BENDITO PAIS, no solamente para los grupos que apoyan al partido gobernante como siempre ha ocurrido en nuestro pais.
    Saludos cordiales
    Julian CAndal Robinson
    julian.candal@yahoo.es

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